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29/6/11

Celebración del Corpus Christi 2011 en Nuestra Parroquia

Como viene siendo habitual en los últimos años en nuestra parroquia celebramos la octava del Corpus Christi con el siguiente calendario:

Triduo en Honor de Jesús Sacramentado (Santa Misa y después Exposición del Santísimo)


  • 29 de junio, miercoles a las 21'00 h,

  • 30 de junio, jueves a las 21'00 h.

  • y 1 de julio, viernes a las 21'00 h.

Misa solemne de la Octava del Corpus Christi

  • 2 de julio, sábado, a las 20'00 h celebrándose a continuación la procesión con Jesús Sacramentado por las calles de nuestro barrio.

El recorrido de la procesión será el siguiente: Salida del templo, Avda. de Guerrita, Manuel Fuentes "Bocanegra", Manuel Calero "Calerito", Avda. de Lagartijo, Avda. de Guerrita, Manuel Fuentes "Bocanegra", Manuel Cano "El Pireo", José Mª. Martorell, Francisco González Panchón, José Dámaso "Pepete", Avda. de Guerrita y retorno al templo.

28/6/11

Una ley que permita la eutanasia no debe obedecerse

El pasado 22 de junio la Conferencia Episcopal Española (CEE), ha emitido un valiente comunicado oficial sobre el "Proyecto de Ley Reguladora de los Derechos de la Persona ante el Proceso Final de la Vida" que prepara el gobierno de España, cuya valoración concluye afirmando, entre otras consideraciones, que este proyecto de ley: "No logra garantizar, como desea, la dignidad y los derechos de las personas en el proceso del final de su vida temporal, sino que deja puertas abiertas a la legalización de conductas eutanásicas, que lesionarían gravemente los derechos de la persona a que su dignidad y su vida sean respetadas."

Afirma además, textualmente, que: "Las leyes que toleran e incluso regulan las violaciones del derecho a la vida son gravemente injustas y no deben ser obedecidas."

Finalmente, actualiza la redacción del modelo de Testamento Vital que la CEE ya ofreció con anterioridad, y lo incorpora como apéndice de la declaración, recordando que "Quienes desearan firmar un documento de este tipo podrán encontrar en este ‘testamento vital’ un modelo acorde con la doctrina católica y con los derechos fundamentales de la persona, lo cual no siempre es así en otros modelos."

A continuación, algunos enlaces claves para ampliar información:

26/6/11

Oh, Banquete Precioso y Admirable

SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO

Lecturas: Deuteronomio 8,2-3.14b-16a // Salmo 147 // Carta I de San Pablo a los Corintios 10,16-17 // Juan 6,51-58

Para este día tan importante del Corpus, quiero que no sean mis palabras las que iluminen, quiero que sean las palabras de Santo Tomás de Aquino en el oficio de lectura del Corpus:

SEGUNDA LECTURA
De las Obras de santo Tomás de Aquino, presbítero
(Opúsculo 57, En la fiesta del Cuerpo de Cristo, lect. 1-4)

¡OH BANQUETE PRECIOSO Y ADMIRABLE!

El Hijo único de Dios, queriendo hacernos partícipes de su divinidad, tomó nuestra naturaleza, a fin de que, hecho hombre, divinizase a los hombres.

Además, entregó por nuestra salvación todo cuanto tomó de nosotros. Porque, por nuestra reconciliación, ofreció, sobre el altar de la cruz, su cuerpo como víctima a Dios, su Padre, y derramó su sangre como precio de nuestra libertad y como baño sagrado que nos lava, para que fuésemos liberados de una miserable esclavitud y purificados de todos nuestros pecados.

Pero, a fin de que guardásemos por siempre jamás en nosotros la memoria de tan gran beneficio, dejó a los fieles, bajo la apariencia de pan y de vino, su cuerpo, para que fuese nuestro alimento, y su sangre, para que fuese nuestra bebida.

¡Oh banquete precioso y admirable, banquete saludable y lleno de toda suavidad! ¿Qué puede haber, en efecto, de más precioso que este banquete en el cual no se nos ofrece, para comer, la carne de becerros o de machos cabríos, como se hacía antiguamente, bajo la ley, sino al mismo Cristo, verdadero Dios?

No hay ningún sacramento más saludable que éste, pues por él se borran los pecados, se aumentan las virtudes y se nutre el alma con la abundancia de todos los dones espirituales.

Se ofrece, en la Iglesia, por los vivos y por los difuntos, para que a todos aproveche, ya que ha sido establecido para la salvación de todos.

Finalmente, nadie es capaz de expresar la suavidad de este sacramento, en el cual gustamos la suavidad espiritual en su misma fuente y celebramos la memoria del inmenso y sublime amor que Cristo mostró en su pasión.

Por eso, para que la inmensidad de este amor se imprimiese más profundamente en el corazón de los fieles, en la última cena, cuando después de celebrar la Pascua con sus discípulos iba a pasar de este mundo al Padre, Cristo instituyó este sacramento como el memorial perenne de su pasión, como el cumplimiento de las antiguas figuras y la más maravillosa de sus obras; y lo dejó a los suyos como singular consuelo en las tristezas de su ausencia.

Que estas maravillosas palabras de Santo Tomás de Aquino nos ayuden a vivir profundamente este día tan grande para nosotros. Que Dios os bendiga.

Tomás Pajuelo Romero. Párroco.

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24/6/11

¿Debe la Iglesia Modernizar su Mensaje?

Muchas personas opinan que la Iglesia es una institución con un mensaje trasnochado y caduco. Traemos hoy un nuevo video extraído de http://www.arguments.es/ en el que jóvenes exponen sus opiniones al respecto.

22/6/11

Juan Pablo II y los Jóvenes (III)





"¡Cristo, la Iglesia y el mundo esperan el testimonio de vuestras vidas, fundadas en la verdad que Cristo nos ha revelado!."



Beato Juan Pablo II
12 de Abril de 1987

19/6/11

«Tanto amó Dios al mundo que dio a su hijo único»

SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Lecturas: Éxodo 34, 4b-6.8-9 // Salmo: Daniel 3, 52-56 // 2ª Corintios 13, 11-13 // Juan 3, 16-18.


Queridos hermanos y hermanas:

Scutum Fidei. Detalle vidriera Catedral de BarcelonaEl misterio de la Santísima Trinidad es el misterio de un solo Dios en tres Personas. Así lo aprendimos en el Catecismo. Es un misterio imposible de entender y de captar cabalmente, menos aún de explicar. Y esto es así, pues se trata de la esencia misma de Dios, imposible de explicar con nuestro limitado intelecto humano.

Muchos Teólogos que lo han estudiado han tratado de hacerlo accesible al hombre común. Y han tratado de explicar lo de las Tres Personas y un solo Dios mediante diversos símiles, tratando de ponerlo al alcance de todos. Uno de estos símiles, tal vez el más convincente, es el de comparar a las Tres Divinas Personas con tres velas encendidas, cuyas llamas se unen formando una sola llama. Todas las comparaciones humanas, sin embargo, quedan cortas, como es todo lo humano al referirlo a la infinidad de Dios.

¿Por qué es esto así? Porque la Santísima Trinidad es el más grande de los misterios de nuestra fe. Y por eso es imposible de ser comprendido por nosotros, pues nuestro limitado intelecto humano, es ¡tan pobre para explicar las cosas de Dios!

El Misterio de la Santísima Trinidad es una verdad que están muy... muy por encima de nuestras capacidades intelectuales, pues entre nuestra inteligencia y la Sabiduría de Dios existe una distancia ¡infinita!


Se cuenta que mientras San Agustín se encontraba preparándose para dar una enseñanza sobre el misterio de la Santísima Trinidad, le pareció estar caminando en la playa frente a un mar inmenso. Vio de repente a un niño que se distraía recogiendo agua del mar con una concha de caracol y tratando de vaciarla en un hoyito que había hecho en la arena. Al preguntarle San Agustín qué estaba haciendo, el niño le respondió que estaba tratando de vaciar el mar en el hoyito. San Agustín, por supuesto, se dio cuenta de que era imposible que el niño lograra esa absurda pretensión. Entonces le dijo al niño: “Pero, ¡estás tratando de hacer una cosa imposible!” Y el Niño le replicó: “Esto no es más imposible de lo que es para ti meter el misterio de la Santísima Trinidad en tu cabeza”. Y con estas palabras el “Niño” desapareció.

Así es nuestro intelecto: tan limitado como es el hoyito para contener el agua del mar, sobre todo cuando trata de explicarse verdades infinitas como este misterio.

Sin embargo, lo importante de este misterio central de nuestra fe no es explicarlo, sino vivirlo. Y aquí en la tierra somos llamados a participar de la vida de Dios Trinitario. Ciertamente, mientras estemos aquí en la tierra, podremos vivir este misterio de una manera velada..., incompleta.

Sin embargo, en el Cielo podremos vivirlo a plenitud, porque veremos a Dios tal cual es. En efecto, nuestro fin último es la unión para siempre con Dios en el Cielo.

Pero desde aquí en la tierra podemos comenzar a estar unidos a la Santísima Trinidad y a ser habitados por las Tres Divinas Personas. Recordemos lo que Jesucristo nos ha dicho: “Si alguno me ama guardará mi Palabra y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él” (Jn.14, 23).

La Santísima Trinidad es, entonces, uno de los misterios escondidos de Dios, que no puede ser conocido a menos de que Dios nos lo dé a conocer. Y Dios nos lo ha dado a conocer revelándose como Padre, como Hijo y como Espíritu Santo: Tres Personas distintas, pero un mismo Dios.

Y Dios comienza a revelarse como Trinidad poco a poco, pero desde el principio. Desde el segundo versículo de la Biblia, desde el momento mismo de la creación, vemos una alusión al Espíritu Santo: “el Espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas” (Gen. 1,2).

Luego es Jesucristo mismo quien nos lo da a conocer. El primer momento en que se revelan las Tres Personas juntas fue en el Bautizo de Jesús en el Jordán. “Una vez bautizado Jesús salió del río. De repente se le abrieron los Cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como paloma y venía sobre El. Y se oyó una voz celestial que decía: ‘Este es mi Hijo, el Amado, en el que me complazco’ ” (Mt. 3, 16-17).

Posteriormente Jesucristo al dar el mandato de evangelizar a sus Apóstoles, les ordena bautizar “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt. 28, 18).

Aunque las Tres Divinas Personas son inseparables en su ser y en su obrar, al Padre se le atribuye la Creación, al Hijo la Redención y al Espíritu Santo la Santificación.

¿Cómo es la relación de la Santísima Trinidad con nosotros? El Espíritu Santo en su obra de santificación en cada uno de nosotros, nos va haciendo cada vez más semejantes al Hijo, y el Hijo nos va revelando al Padre y nos va llevando a El. “Nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquéllos a quienes el Hijo se los quiera dar a conocer” (Mt. 11, 27).

Recordemos nuevamente, entonces, que lo importante de este misterio central de nuestra fe no es explicarlo, sino vivirlo. Y recordemos que aunque aquí en la tierra somos llamados a participar de la vida de Dios Trinitario de una manera oscura, incompleta, en el Cielo podremos vivirlo a plenitud, porque veremos a Dios tal cual es.

¿Cómo, entonces, podemos vivir este misterio desde ya aquí en la tierra? En las citas de la Sagrada Escritura que hemos recordado podemos ver la clave: el Espíritu Santo va realizando su obra de santificación en cada uno de nosotros.

¿En qué consiste esa obra de santificación? Es la labor del Espíritu Santo, por la cual nos va haciendo cada vez más semejantes al Hijo, a Jesucristo. Esto lo hace el Espíritu Santo si se lo permitimos; es decir, si somos perceptivos a sus inspiraciones, si somos dóciles y obedientes a esas inspiraciones. Y esas inspiraciones siempre nos llevan a buscar y a cumplir la Voluntad de Dios.

¿Cómo percibir las inspiraciones del Espíritu Santo? ¿Cómo ser dóciles y obedientes a esas inspiraciones? La clave está en la oración -la oración sincera. La oración nos abre al Espíritu Santo y nos hace captar esa suave brisa que es El. Debemos orar para escuchar al Espíritu Santo. Debemos orar para permitirle que haga en cada uno de nosotros su obra de santificación.

Así podremos vivir desde la tierra este misterio de la unión de nosotros con Dios. Y esa unión de nosotros con Dios no se queda allí, sino que tiene, como consecuencia segura, la unión de nosotros entre sí.

Tal vez con esta explicación se nos haga más fácil comprender esa bellísima y conmovedora oración de Jesús durante la Ultima Cena con sus Apóstoles, cuando rogó al Padre de esta manera: “Que ellos sean uno, Padre, como Tú y Yo somos uno. Así seré Yo en ellos y Tú en Mí, y alcanzarán la perfección de esta unidad” (Jn. 17, 21-23). ¡Unidos cada uno de nosotros al Dios Trinitario, para así estar unidos entre nosotros por Dios mismo!

Que al meditar la profundidad del Misterio de la Santísima Trinidad, podamos vivir lo que nos dice San Pablo al final de la Segunda Lectura (2 Cor. 13, 12-13), que es esa frase trinitaria importantísima que repetimos al comienzo de cada Misa: “La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo esté con todos nosotros”. Y que así podamos comenzar a vivir nuestra unión con la Santísima Trinidad y la unión de nosotros entre sí, pues es ese Dios Trinitario Quien nos une. ¡Que así sea! ¡Amén! Feliz domingo a todos.

Tomás Pajuelo Romero. Párroco.

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16/6/11

Juan Pablo II y los Jóvenes (II)





"Acoged con gratitud el Amor de Dios y expresadlo en una verdadera comunidad fraterna; estad dispuestos a entregar cotidianamente la vida para transformar la historia."





Beato Juan Pablo II



11 de Abril de 1987

14/6/11

¿Por qué ir a las JMJ?

Traemos hoy un nuevo video extraído de http://www.arguments.es/ en el que jóvenes exponen sus motivos para asisitr a las Jornadas Mundiales de la Juventud.



Para más información sobre este tema puedes visitar la web oficial de las JMJ 2011 o la web dedicada a este evento en la diócesis de Córdoba

10/6/11

¿Demasiado Dinero para la JMJ?

Traemos a nuestra web un video extraído de www.arguments.es en el que jóvenes dan respuestas a aquellos que opinan que las JMJ suponen un gasto excesivo.



Mas información sobre el tema AQUÍ

8/6/11

Juan Pablo II y los Jóvenes (I)





"En vosotros está la esperanza, porque pertenecéis al futuro, y el futuro os pertenece."


Beato Juan Pablo II
31 de Marzo de 1985

6/6/11

La Cruz de los Jóvenes en Córdoba

Queridos hermanos y hermanas:

El pasado jueves día 2 de Junio se celebró el Consejo de Arciprestes, presidido por nuestro obispo D. Demetrio. Se nos presentó el calendario de actos para el fin de semana del 9 a 12 de junio, en el que recibimos la CRUZ DE LAS JORNADAS MUNDIALES DE LA JUVENTUD. Se nos ha pedido que nuestro arciprestazgo participe en los actos pero de una manera especial en los siguientes:

JUEVES 9 de Junio:

a las 20h RECIBIMIENTO DE LA CRUZ EN EL TRIUNFO DE S. RAFAEL.
a las 21h ADOREMUS en la Parroquia de la Compañia.
a las 23h VIGILIA DE ADORACIÓN en el Monasterio de San José y Santa Ana.


VIERNES 10 de Junio:

a las 13:30h Acto en la Catedral presidido por el Sr. Obispo.


SÁBADO 11 de Junio:

a las 18:30h VIA-LUCIS desde Salesianos a la Catedral.
a las 21h VIGILIA DE PENTECOSTÉS EN LA CATEDRAL.


DOMINGO 12 de Junio:

a las 12h Misa en la CATEDRAL.


Invito a nuestros jóvenes y feligreses en general, a participar en estos actos. El paso de la Cruz de los Jóvenes es siempre un momento de Gracia para las diócesis que la reciben. Será una manera de honrar al Beato Juan Pablo II que instituyó esta cruz peregrina por el mundo y que en próximos días estará en nuestra ciudad.

El Sr. Obispo ha pedido que nos tomemos con gran dedicación e interés estos acontecimientos. La noche de Vigilia en el convento de Santa Ana nos toca muy de cerca, porque es el convento que atendemos desde la parroquia. Sería muy triste que no participásemos todos y diésemos un testimonio de unidad y de parroquia. Hay que movilizar a los jóvenes, a las familias, a la parroquia....

El paso de la cruz de los jóvenes por las diócesis es siempre un regalo de la Gracia. En algunos pueblos está apenas media hora y la gente se agolpa para verla, para tocarla. Nosotros tenemos la suerte de tenerla en el convento de Santa Ana durante toda una noche, para poder rezar, tocarla, verla, es una "reliquia" del Beato Juan Pablo II que la mandó hacer para que fuese viajando por todo el mundo. Ha estado en todos los paises en los que se ha celebrado la JMJ, viene de Australia.

Animaos a participar todos, vivamos este momento único porque no creo que la tengamos otra vez entre nosotros en muchos años.

Un abrazo en el Señor:
Tomás Pajuelo Romero. Arcipreste.

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5/6/11

«Se fue elevando a la vista de ellos»

SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR

Lecturas: Hechos de los Apóstoles 1,1-11 // Salmo 47 // Efesios 1,17-23 // Mateo 28,16-20

La Ascensión del Señor es una fiesta de grandísima esperanza para los que creemos en Jesucristo y seguimos su Palabra, porque sabemos que primero se fue El al Cielo, pero la celebración de este misterio nos da la seguridad de que también nosotros podemos seguirle allí.

Así nos lo había dicho Jesucristo al anunciar su partida: “En la Casa de mi Padre hay muchas estancias, y voy allá a preparar un lugar ... Volveré y los llevaré junto a Mí, para que donde Yo estoy, estéis también vosotros” (Jn. 14,2-3).

Sabemos que el derecho al Cielo ya nos ha sido adquirido por Jesucristo y que El nos ha preparado un lugar a cada uno de nosotros. Nos toca a nosotros vivir en esta vida de tal forma que merezcamos ocupar ese lugar. No lo dejemos vacío.

Esta solemne festividad nos recuerda también algo que nos dijo en otra oportunidad: “Donde está tu tesoro, allí está tu corazón” (Mt. 6, 21). ¿Cuál, entonces, debe ser nuestro tesoro y dónde debe estar nuestro corazón? Nuestro tesoro no puede ser otro que Dios y las cosas de Dios; nuestro corazón tiene que estar puesto en el Cielo, donde Cristo ya está esperando por cada uno de nosotros.

La Segunda Lectura nos narra cómo San Pablo ora con mucho entusiasmo porque “el Padre de la gloria les conceda espíritu de sabiduría y de reflexión para conocerle, para que ilumine vuestras mentes de manera que comprendan cuál es la esperanza a la cual estamos llamados y cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da a los que son suyos” (Ef. 1, 17-23).

Recordemos cómo fueron los sucesos después de la Resurrección del Señor. Sabemos que Jesucristo le dio a sus Apóstoles y discípulos muchas pruebas de que estaba vivo, pues durante cuarenta días se les estuvo apareciendo y les hizo ver que realmente había resucitado.

Uno de esos días, ante el asombro de ellos, les dijo: “¿Por qué teméis tanto y por qué dudáis? Mirad mis manos y mis pies. Soy Yo mismo. Tocadme y fíjaos que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que tengo Yo”. Les mostró, entonces, las heridas de sus manos y sus pies, y para que no les quedara duda de que no era un fantasma, sino El mismo en cuerpo y alma, les pidió algo de comer y comió delante de ellos. (Lc. 24, 36-42).

El último de esos cuarenta días los citó a un monte; allí les anunció que muy pronto recibirían el Espíritu Santo que los fortalecería para la tarea de llevar su mensaje de salvación a todo el mundo, les dio sus últimas instrucciones, y poco a poco “se fue elevando a la vista de ellos” (Hech.1, 1-11 y Mt. 28, 16-20).

¡Cómo sería esa escena! Si la Transfiguración del Señor fue algo tan impresionante, ¡cómo sería la Ascensión! Quedaron todos los presentes tan impactados de esa triste, pero gloriosa despedida, en la que el Señor subía para sentarse a la derecha del Padre, que aún después de haber desaparecido Jesús, ocultado por una nube, los Apóstoles y discípulos seguían mirando fijamente al Cielo.

Fue, entonces, cuando dos Ángeles interrumpieron ese éxtasis colectivo de amor, de nostalgia, de admiración al Señor, cuyo cuerpo radiantísimo había ascendido al Cielo, y les dijeron: “¿Qué hacen ahí mirando al cielo? Ese mismo Jesús que los ha dejado para subir al Cielo, volverá como lo han visto alejarse” (Hech. 1,11).


Importantísimo recordar ese anuncio profético de los Ángeles sobre la segunda venida de Jesucristo, en la que volverá de igual manera: en gloria y desde el Cielo.

Importantísimo porque Jesucristo no vendrá como vino hace dos mil años: naciendo oculta y pobremente en un sitio de la tierra, asemejándose a nosotros en todo, menos en el pecado, viviendo y muriendo entre nosotros, para luego resucitar, etc. Jesucristo vendrá, entonces, en forma gloriosa y triunfante como Juez a establecer su reinado definitivo.

Así lo reconocemos cada vez que rezamos el Credo: de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin.

Esto es importante recordarle porque el mismo Jesucristo nos anunció que muchos vendrán haciéndose pasar por El, haciendo prodigios, tratando de asemejarse a El, llamándose -como El- “Cristo”, declarándose Mesías y enseñando falsedades.

“Mirad que se los he advertido de antemano”, nos dice el Señor. “Por lo tanto, si alguien os dice: ¡Está en tal lugar!, no lo creais. Pues cuando venga el Hijo del Hombre será como un relámpago que parte del oriente y brilla hasta el poniente” (Mt. 24, 21-28). Será como lo anunciaron los Ángeles después de la Ascensión: Cristo volverá como se fue ¡¡Glorioso y Triunfante!!

La Ascensión de Jesucristo al Cielo glorioso en cuerpo y alma nos despierta el anhelo de Cielo, nos reaviva la esperanza de nuestra futura inmortalidad, también gloriosos en cuerpo y alma, como El, para disfrutar con El y en El de una felicidad completa, perfecta y para siempre.

¡Esta es la esperanza a la cual hemos sido llamados! ¡Esta es la herencia que nos ha sido ofrecida!

Si somos del Señor, “si somos suyos” -como nos dice San Pablo en la Segunda Lectura- es decir: si cumplimos la Voluntad de Dios en esta vida, si seguimos sus designios para con nosotros, si nuestro corazón están en las cosas de Dios, si nuestra mirada está fija en el Cielo ...

La fuerza poderosa de Dios que resucitó a Cristo de entre los muertos y lo hizo ascender a los Cielos para sentarse a la derecha del Padre, nos resucitará también a nosotros y nos hará reinar con El en su gloria por siempre. Hoy debemos fijadnos en la Vida Eterna, abrir nuestros corazones a la Vida en la Presencia de Dios. Debemos desear fervientemente vivir esa vida, hacer todo lo necesario en esta vida terrena para vivir plenamente la Vida eterna. A veces olvidamos que estamos llamados a la Vida eterna, que esta pasa pero que la vida de Dios es para siempre. Feliz domingo, feliz día del Señor. Que Dios os bendiga

Tomás Pajuelo. Párroco


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3/6/11

Juan Pablo II y la Familia (I)




"La sociedad del mañana será lo que sea hoy la familia.

...


La vida humana, solamente en el ámbito de la institución familiar se engendra, se desarrolla y perfecciona de forma digna del hombre. "


Beato Juan Pablo II

27 de Diciembre de 1987

1/6/11

Musical "Padre"


Venta de Entradas (3 €) en nuestra Parroquia, en la librería del Obispado y en la librería Monte Sión (Plaza Carrillos). AFORO LIMITADO. Desde esta web os animamos a todos a asistir a este musical y colaborar así con el Seminario Menor.