Con la imposición de las cenizas, se inicia una estación espiritual particularmente relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para la vivir el Misterio Pascual, es decir, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús.
Este tiempo vigoroso del Año Litúrgico se caracteriza por el mensaje bíblico que puede ser resumido en una sola palabra: "metanoeiete", es decir "Convertíos". Este imperativo es propuesto a la mente de los fieles mediante el rito austero de la imposición de ceniza, el cual, con las palabras "Convertíos y creed en el Evangelio" y con la expresión "Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás", invita a todos a reflexionar acerca del deber de la conversión, recordando la inexorable caducidad y efímera fragilidad de la vida humana, sujeta a la muerte.
La sugestiva ceremonia de la ceniza eleva nuestras mentes a la realidad eterna que no pasa jamás, a Dios; principio y fin, alfa y omega de nuestra existencia. La conversión no es, en efecto, sino un volver a Dios, valorando las realidades terrenales bajo la luz indefectible de su verdad. Una valoración que implica una conciencia cada vez más diáfana del hecho de que estamos de paso en este fatigoso itinerario sobre la tierra, y que nos impulsa y estimula a trabajar hasta el final, a fin de que el Reino de Dios se instaure dentro de nosotros y triunfe su justicia.
Sinónimo de "conversión" es así mismo la palabra "penitencia"... Penitencia como cambio de mentalidad. Penitencia como expresión de libre y positivo esfuerzo en el seguimiento de Cristo.
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Propósitos para cuaresma:
8/2/13
Miércoles de Cenizas y Propósitos para Cuaresma
28/11/12
Sobre la particular responsabilidad de los laicos en el ámbito civil
Igualmente coordinen los laicos sus fuerzas para sanear las estructuras y los ambientes del mundo cuando inciten al pecado, de manera que todas estas cosas sean conformes a las normas de la justicia y más bien favorezcan que obstaculicen la práctica de las virtudes. Obrando de este modo, impregnarán de valor moral la cultura y las realizaciones humanas. Con este proceder simultáneamente se prepara mejor el campo del mundo para la siembra de la palabra divina, y a la Iglesia se le abren más de par en par las puertas por las que introducir en el mundo el mensaje de la paz.
19/11/12
Día de la Iglesia Diocesana 2012 - Ingresos y gastos de la Diócesis de Córdoba
Como cada año, en este mes de noviembre celebramos el Día de la Iglesia Diocesana 2012, concretamente este pasado domingo, día 18. Es frecuente -y necesario- que se inquiera sobre los ingresos de nuestra iglesia y sobre cómo se procede al gasto de los mismos. Para ello, la web de la diócesis de Córdoba ha publicado un excelente artículo informativo y documentos explicándolo con el máximo detalle, a los que añadimos aquellos que en esta web parroquial fueron publicados en su día como explicación de la financiación de la Iglesia en España:
- Artículo informativo sobre los ingresos y gastos de la Diócesis de Córdoba, en la web de la diócesis de Córdoba
- Datos económicos de la diócesis en el ejercicio 2011 (PDF)
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Gráficos de reparto de Ingresos-Gastos de la diócesis en 2011 |
30/4/12
Nunca fue entre tú y ellos
Da siempre lo mejor.... y lo mejor vendrá
A veces las personas son egoistas, ilógicas e insensatas. Aún así.....Perdónalas.
Si eres amable, las personas pueden acusarte de egoista e interesado.
Aún así....Sé amable.
Si eres un vencedor, tendrás algunos falsos amigos y algunos enemigos verdaderos.
Aún así....Vence
Si eres honesto y franco, las personas pueden engañarte.
Aún así...Sé honesto y franco
Lo que tardaste años en construir, alguien puede destruirlo en una hora.
Aún así....Construye
Si tienes paz y eres feliz, las personas pueden sentir envidia.
Aún así....Sé feliz
El bien que hagas hoy, puede ser olvidado mañana.
Aún así....Haz el bien.
Si das al mundo lo mejor de tí, eso puede que nunca sea suficiente.
Aún así....Da lo mejor de tí mismo
A fin de cuentas...todo es y será entre tu y Dios
Nunca fue entre tú y ellos
13/10/11
Últimas realidades: El infierno
Hoy día parecen estar olvidados o postergados por una buena parte de los cristianos muchos dogmas de fe, como la existencia del Infierno, del Purgatorio o del mismo Satanás, así como el mal, el pecado original, el Cielo, los Ángeles, el Juicio Final, los milagros, etc.
Como quiera que estas realidades son ciertas y afirmadas por la doctrina, esta serie de artículos (Últimas Realidades) se propone recordárnoslas con la sana y humilde intención de ayudar a conformar nuestro conocimiento de las realidades trascendentes que nos han sido reveladas y hacer un llamamiento a la responsabilidad y a la conversión para que a la luz de su contemplación brote en nosotros el sincero deseo de acercarnos y amar más a Dios.¿Qué es el Infierno?
Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de El para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra "infierno".
Dios no predestina a nadie a ir al infierno; para que alguien se condene es necesario que tenga una aversión voluntaria a Dios (un pecado mortal), un enfrentamiento o una rebeldía contra El y, además, que persista en esa actitud hasta el momento de la muerte.
Características del Infierno
- Eternidad: La enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su eternidad. Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos inmediatamente después de la muerte y allí sufren las penas del infierno, "el fuego eterno". La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira.
- Desigualdad: La cuantía de la pena de cada uno de los condenados es diversa según el diverso grado de su culpa (esto es algo de sentido común, sostenido en las Escrituras).
Penas del infierno
- Pena de daño, o dolor de pérdida: Consiste en la pérdida de visión beatífica de Dios y por ello, en una separación total de Él, no pudiendo encontrar la menor paz o descanso. El dolor de pérdida, el vacío total del alma hecha para el disfrute de la verdad infinita y bondad infinitas, causa en el reprobado una angustia inconmensurable. Su conciencia de que Dios, de Quien depende completamente, es su enemigo, por su propia voluntad, es abrumadora. Su conciencia de haber perdido por su propio desatino, por incumplimiento las más altas bendiciones por placeres transitorios e ilusorios, los humilla y deprime más allá de toda medida. El deseo de felicidad, inherente en su misma naturaleza, completamente insatisfecho y ya sin la capacidad de encontrar ninguna compensación por el placer ilusorio, los deja completamente miserables. El dolor de pérdida es la misma esencia del castigo eterno.
- Pena de sentidos, o suplicio de los sentidos: Consiste en el tormento del fuego, tan frecuentemente mencionado en la Biblia. De acuerdo a la gran mayoría de los teólogos, el término fuego, denota un fuego material, y por lo tanto, fuego real aunque de naturaleza distinta al fuego terrenal. Las Escrituras y la tradición hablan una y otra vez del fuego del infierno, y no hay suficientes razones para considerar el término como una mera metáfora.
El temor al infierno
Los cristianos no debemos basar nuestra buena conducta en miedo del infierno sino en el amor a Dios. Pero es saludable recordar que hay un justo castigo. El temor nos ayuda a evitar aquello que nos causa daño. En momentos de ceguera y debilidad, cuando la tempestad de la tentación es recia, pensar en el infierno es saludable y provechoso, como también debemos pensar en el amor de Dios. El cristiano debe reconocer la realidad. El temor es parte de la realidad humana que debemos saber integrar sanamente en nuestra persona. Ignorar una realidad que tememos solo logra postergarla hasta que esta ya no se pueda esconder y entonces nos invade y domina.
Para saber más:
- El infierno en el Catecismo de la Iglesia Católica
- Visiones del infierno
- Enciclopedia Católica: El Infierno
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