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Archivo de noticias

30/3/09

Confesiones de los niños de Primera Comunión

Los próximos días 1 y 2 de Abril, a las 17 h., se llevarán a cabo las primeras Confesiones de los niños que este año recibirán su Primera Comunión con arreglo al siguiente calendario:

  • Día 1 de Abril: Niños de los grupos que hacen la Primera Comunión los días 25/04/09, 02/05/09 y 09/05/09.
  • Día 2 de Abril: Niños de los grupos que hacen la Primera Comunión los días 16/05/09 y 23/06/09.

La fiesta de celebración de las confesiones se hará en el hall de entrada de la Parroquia.

Los padres de los niños de cada grupo de catequesis aportarán los alimentos de la merienda.

La Parroquia aportará la bebida de la fiesta.

Rogamos que traigan las cosas al menos 10 minutos antes del comienzo de las confesiones para que las catequistas puedan organizar la fiesta. Se entregarán en el patio de la parroquia.

Los padres que lo deseen podrán confesarse para estar preparados para la Comunión de sus hijos.

Rogamos puntualidad, la celebración comenzará a las 17 h. en punto.

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29/3/09

«Padre, glorifica tu nombre»

V Domingo de la Cuaresma

Lecturas: Jeremías 31,31-34 // Salmo 51 // Hebreos 5, 7-9 // Juan 12, 20-33

Crucificado en el CalvarioEstamos culminando el tiempo de cuaresma, cinco semanas en las que se nos invitó a preparar nuestros corazones, nuestras vidas, para vivir profundamente la salvación en el Triduo Pascual. Muchas reflexiones hemos escuchado en estas semanas invitándonos a cambiar, a ser más y mejores cristianos.

Hoy el evangelio no nos invita a cambiar, más bien nos apremia a hacerlo porque el tiempo se acaba. Ya no hay lugar para la duda, para pensar si lo hago o no, el evangelio de hoy nos presenta a Cristo rezando al Padre y anunciando su Pasión. Qué palabras más impresionantes: «mi alma está agitada... pero si para esto he venido, Padre glorifica tu nombre». Palabras de obediencia plena a la voluntad de Dios; agitación del alma ante el sufrimiento que le espera, pero aceptación plena del camino de la cruz como único camino que da fruto: «Si el grano de trigo no cae en tierra y muere no da fruto».

Queridos hermanos y hermanas, no podemos seguir nadando y guardando la ropa. Ante unas palabras de Cristo como las que hoy escuchamos, una actitud del Señor como la que hoy contemplamos no podemos andar con medias tintas. La vida cristiana tiene mucho de renuncia, de entrega, de sacrificio. Como cualquier otra cosa de este mundo que se precie y que nos interese de verdad. Todo lo que en nuestra vida valoramos es porque nos ha costado conseguirlo, lo que nos supone esfuerzo, lo que nos ha costado sacrificio: carrera, trabajo, oposiciones, familia, casa,... todo ha supuesto para nosotros un sacrificio y una renuncia. Pues evidentemente la vida cristiana coherente y verdadera también cuesta y es exigente pero da una felicidad infinitamente más grande que todos los sacrificios humanos y todas las felicidades humanas.

Fijaos como Cristo anuncia su Pasión haciendo referencia a la glorificación. No podemos quedarnos sólo en el sacrificio por sí mismo, éste tiene sentido en aras a una felicidad posterior, a una glorificación posterior. No se trata de sufrir por sufrir, se trata de renunciar para conseguir algo muchísimo mejor.

Se oye la voz del Padre este es mi Hijo, lo he glorificado y lo volveré a glorificar. Si alguno de sus discípulos tenía dudas sobre la divinidad de Jesús, la mismísima voz del Padre, en una preciosa y entrañable teofanía, nos la demuestra. A pesar de haber escuchado sus discípulos a Dios Padre hablando sobre su Hijo, a pesar de convivir con Él, en el momento final le abandonan. Lo dejan solo.

Nosotros hemos escuchado multitud de veces que Cristo es el Señor, el Hijo de Dios vivo. Hemos experimentado en nuestros corazones su presencia real en los sacramentos. Hemos sentido su realidad inescrutable en nuestras vidas y a pesar de todo ello no acabamos de entregarnos, como los apóstoles, le damos la espalda, lo dejamos solo.

Queridos hermanos y hermanas, estamos muy cerca de semana santa, nunca es tarde si la dicha es buena, vamos a convertir nuestras vidas, vamos a ofrecerle al Señor nuestras cruces llevadas con amor, la cruz nos hace caer pero con su ayuda podemos levantarnos. Nunca el Señor nos manda nada que no podamos cumplir. El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo cargue con su cruz y me siga. Sigamos al Señor, Él va delante abriendo camino, sosteniendo nuestras cruces. Confiemos en Él. No tengamos miedo a caer, Él nos levanta.

Podemos cambiar nuestras vidas, podemos ser mejores, podemos ofrecerle a Dios en esta semana santa una vida distinta, una vida comprometida con el evangelio.

Tomás Pajuelo. Párroco

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28/3/09

¡Qué razón tenías Papá!

Traemos hoy un video especialmente indicado para los jóvenes. Les mostrará unas reflexiones que quizás les puedan ayudar.

27/3/09

¡Feliz Cumpleaños Eufrasia!

D. Tomás felicitando a EufrasiaEl pasado miércoles, día 25 de marzo, celebramos en nuestra parroquia una misa de acción de gracias por el 100 aniversario de Eufrasia, una feligresa de nuestra parroquia que tuvo a bien agradecer al Señor y a su bendita madre, María, esta gracia que le ha sido concedida, con una Eucaristía.

Al término de la misa unos fieles de nuestra parroquia le regalaron a Eufrasia un ramo de flores y nuestro párroco, D. Tomás, leyó unas sentidas palabras de felicitación y afecto a la homenajeada, tras lo cual todos los asistentes le cantaron el "Cumpleaños feliz".

Las primeras palabras de Eufrasia tras recibir el ramo de flores fueron: "¡Éstas para la Virgen!". Sin duda el cariño de Eufrasia a María ha tenido mucho que ver en que haya podido celebrar un siglo de vida.

¡Feliz cumpleaños Eufrasia! Y que sean muchos más.

D. Tomás leyendo unas palabras a Eufrasia

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26/3/09

Celebración Comunitaria del Sacramento de la Penitencia

El próximo sábado, 28 de marzo, a las 20'30 h. se llevará a cabo en nuestra parroquia un acto de celebración comunitaria del Sacramento de la Penitencia.

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Examen de Conciencia

Durante todo el año, pero especialmente en tiempo de cuaresma, es recomendable acercarnos a recibir el Sacramento de la Penitencia.

En la actualidad, a menudo por falta de formación y de reflexión, parece que se ha perdido la conciencia de "pecar". Es bastante frecuente escuchar afirmaciones como "Pero si yo no tengo pecados", "Yo ni robo, ni mato", "Si voy a confesarme ¿qué le cuento yo al cura?". Nos parece que no tenemos necesidad de confesarnos. Sin embargo, si nos preocupamos de formarnos adecuadamente y de tomarnos un tiempo para reflexionar tranquilamente nos daremos cuenta de que nos apartamos de la voluntad de Dios y lo ofendemos, esto es, pecamos, mucho más de lo pudieramos pensar en un primer momento.

Como ayuda para reflexionar sobre todos nuestros actos, tomar conciencia de nuestros pecados y poder realizar una buena confesión en la que experimentemos la infinita misericordia del Señor, traemos hoy a nuestra web una serie de preguntas con las que poder hacer un profundo y exhaustivo examen de conciencia. A buen seguro que tras hacerlo nos daremos cuenta de que no somos tan "santos" como nos creíamos.

No debemos olvidar nunca que nuestro Señor Jesucristo, de manera voluntaria y por amor hacia nosotros, con su pasión y muerte en la cruz, pagó por todos nuestros pecados para que pudiésemos alcanzar la gloria y la vida eterna. No hagamos inútil su sacrificio.

EL EXAMEN DE COCIENCIA

El examen de conciencia debe hacerse con seriedad y sinceridad; pero sin angustiarse . La confesión es un acto de confianza y amor a Dios. No se trata de atormentar el alma, sino de pedir perdón a un Padre que te ama.

El examen de conciencia se hace procurando recordar los pecados cometidos de pensamiento, palabra, obra, o por omisión, con plena advertencia y pleno consentimiento, contra los mandamientos de la ley de Dios o de la Iglesia así como la caída en alguno de los pecados capitales. Todo desde la última confesión bien hecha.

A.- Los Diez Mandamientos de la Ley de Dios.

Primer Mandamiento

• ¿He admitido en serio alguna duda contra las verdades de la fe? ¿He llegado a negar la fe o algunas de sus verdades, en mi pensamiento o delante de los demás?
• ¿He desesperado de mi salvación o he abusado de la confianza en Dios, presumiendo que no me abandonaría, para pecar con mayor tranquilidad?
• ¿He murmurado interna o externamente contra el Señor cuando me ha acaecido alguna desgracia?
• ¿He abandonado los medios que son por sí mismos absolutamente necesarios para la salvación? ¿He procurado alcanzar la debida formación religiosa?
• ¿He hablado sin reverencia de las cosas santas, de los sacramentos, de la Iglesia, de sus ministros?
• ¿He abandonado el trato con Dios en la oración o en los sacramentos?
• ¿He practicado la superstición o el espiritismo? ¿Pertenezco a alguna sociedad o movimiento ideológico contrario a la religión?
• ¿Me he acercado indignamente a recibir algún sacramento?
• ¿He leído o retenido libros, revistas o periódicos que van contra la fe o la moral? ¿Los di a leer a otros?
• ¿Trato de aumentar mi fe y amor a Dios?
• ¿Pongo los medios para adquirir una cultura religiosa que me capacite para ser testimonio de Cristo con el ejemplo y la palabra?
• ¿He hecho con desgana las cosas que se refieren a Dios?


Segundo Mandamiento

• ¿He blasfemado? ¿Lo he hecho delante de otros?
• ¿He hecho algún voto, juramento o promesa y he dejado de cumplirlo por mi culpa?
• ¿He honrado el santo nombre de Dios? ¿He pronunciado el nombre de Dios sin respeto, con enojo, burla o de alguna manera poco reverente?
• ¿He hecho un acto de desagravio, al menos interno, al oír alguna blasfemia o al ver que se ofende a Dios?
• ¿He jurado sin verdad? ¿Lo he hecho sin necesidad, sin prudencia o por cosa de poca importancia?
• ¿He jurado hacer algún mal?


Tercer Mandamiento (Y 1º al 4º Mandamientos de la Iglesia)

• ¿Creo todo lo que enseña la Iglesia Católica? ¿Discuto sus mandatos olvidando que son mandatos de Cristo?
• ¿He faltado a Misa los domingos o fiestas de guardar? ¿Ha sido culpa mía? ¿Me he distraído voluntariamente o he llegado tan tarde que no he cumplido con el precepto?
• ¿He impedido que oigan la Santa Misa los que dependen de mí?
• ¿He guardado el ayuno una hora antes del momento de comulgar?
• ¿He trabajado corporalmente o he hecho trabajar sin necesidad urgente un día de precepto, por un tiempo considerable, por ejemplo, más de dos horas?
• ¿He observado la abstinencia durante los viernes de Cuaresma?
• ¿He rezado alguna oración o realizado algún acto de penitencia los demás viernes del año en los que no he guardado la abstinencia? ¿He ayunado y guardado abstinencia el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo?
• ¿Cumplí la penitencia que me impuso el sacerdote en la última confesión? ¿He hecho penitencia por mis pecados? ¿Me he confesado al menos una vez al año?
• ¿Me he acercado a recibir la Comunión en el tiempo establecido para cumplir con el precepto pascual? ¿Me he confesado para hacerlo en estado de gracia?
• ¿Excuso o justifico mis pecados?
• ¿He callado en la confesión, por vergüenza, algún pecado grave? ¿He comulgado después alguna vez?

Cuarto Mandamiento

(Hijos)
• ¿He desobedecido a mis padres o superiores en cosas importantes?
• ¿Tengo un desordenado afán de independencia que me lleva a recibir mal las indicaciones de mis padres simplemente porque me lo mandan?
• ¿He entristecido a mis padres con mi conducta?
• ¿Les he amenazado o maltratado de palabra o de obra, o les he deseado algún mal grave o leve?
• ¿Me he esforzado en mis estudios en agradecimiento por el esfuerzo que hacen mis padres para que yo me forme?
• ¿He dejado de ayudarles en sus necesidades espirituales o materiales?
• ¿Me dejo llevar del mal genio y me enfado con frecuencia y sin motivo justificado?
• ¿Soy egoísta con las cosas que tengo, y me duele dejarlas a los demás hermanos?
• ¿He reñido con mis hermanos?
• ¿He dejado de hablarme con ellos y no he puesto los medios necesarios para la reconciliación?
• ¿Soy envidioso y me duele que otros destaquen más que yo en algún aspecto?
• ¿He dado mal ejemplo a mis hermanos?

(Padres)
• ¿He dado mal ejemplo a mis hijos no cumpliendo con mis deberes religiosos, familiares o profesionales? ¿Les he entristecido con mi conducta?
• ¿Les he corregido con firmeza en sus defectos o se los he dejado pasar por comodidad? ¿Corrijo siempre a mis hijos con justicia y por amor a ellos, o me dejo llevar por motivos egoístas o de vanidad personal, porque me molestan, porque me dejan mal ante los demás o porque me interrumpen?
• ¿Les he amenazado o maltratado de palabra o de obra, o les he deseado algún mal grave o leve?
• ¿He descuidado mi obligación de ayudarles a cumplir sus deberes religiosos y de evitar las malas compañías?
• ¿He abusado de mi autoridad y ascendiente forzándoles a recibir los sacramentos, sin pensar que por vergüenza o excusa humana, podrían hacerlo sin las debidas disposiciones?
• ¿He impedido que mis hijos sigan la vocación con que Dios les llama a su servicio? ¿Les he puesto obstáculos o les he aconsejado mal?
• Al orientarles en su formación profesional, ¿me he guiado por razones objetivas de capacidad y medios, o he seguido más bien los dictados de mi vanidad o egoísmo?
• ¿Me preocupo de modo constante por su formación en el aspecto religioso?
• ¿Me he preocupado también de la formación religiosa y moral de las otras personas que viven en mi casa o que dependen de mí?
• ¿Me he opuesto a su matrimonio sin causa razonable?
• ¿Permito que trabajen o estudien en lugares donde corre peligro su alma o su cuerpo? ¿He descuidado la natural vigilancia en las reuniones de chicos y chicas que se tengan en casa evitando dejarles solos? ¿Soy prudente a la hora de orientar sus diversiones?
• ¿He tolerado escándalos o peligros morales o físicos entre las personas que viven en mi casa?
• ¿Sacrifico mis gustos, caprichos y diversiones para cumplir con mi deber de dedicación a la familia?
• ¿Procuro hacerme amigo de mis hijos? ¿He sabido crear un clima de familiaridad evitando la desconfianza y los modos que impiden la legítima libertad de los hijos?
• ¿Doy a conocer a mis hijos el origen de la vida, de un modo gradual, acomodándome a su mentalidad y capacidad de comprender, anticipándome ligeramente a su natural curiosidad?
• ¿Evito los conflictos con los hijos quitando importancia a pequeñeces?
• ¿Hago lo posible por vencer la rutina en el cariño a mi cónyuge?
• ¿Soy amable con los extraños y me falta esa amabilidad en la vida familiar?
• ¿He reñido con mi consorte? ¿Ha habido malos tratos de palabra o de obra? ¿He fortalecido la autoridad de mi cónyuge, evitando reprenderle, contradecirle o discutirle delante de los hijos?
• ¿Le he desobedecido o injuriado? ¿He dado con ello mal ejemplo?
• ¿Me quejo delante de la familia de la carga que suponen las obligaciones domésticas?
• ¿He dejado demasiado tiempo solo a mi consorte?
• ¿Pudiendo hacerlo he dejado de ayudar a mis parientes en sus necesidades espirituales o materiales?

Quinto Mandamiento

• ¿Tengo enemistad, odio o rencor hacia alguien?
• ¿He dejado de hablarme con alguien y me niego a la reconciliación o no hago lo posible por conseguirla?
• ¿Evito que las diferencias políticas o profesionales degeneren en indisposición, malquerencia u odio hacia las personas?
• ¿He deseado un mal grave al prójimo? ¿Me he alegrado de los males que le han ocurrido?
• ¿Me he dejado dominar por la envidia?
• ¿Me he dejado llevar por la ira? ¿He causado con ello disgusto a otras personas?
• ¿He despreciado a mi prójimo? ¿Me he burlado de otros o les he criticado, molestado o ridiculizado?
• ¿He maltratado de palabra o de obra a los demás? ¿Pido las cosas con malos modales, faltando a la caridad?
• ¿He llegado a herir o quitar la vida al prójimo? ¿He sido imprudente en la conducción de vehículos?
• ¿He practicado o colaborado en la realización de algún aborto? ¿He abortado o inducido a alguien a abortar, sabiendo que constituye un pecado gravísimo que lleva consigo la excomunión?
• ¿He contribuido a adelantar la muerte a algún enfermo con pretextos de evitar sufrimientos o sacrificios, sabiendo que la eutanasia es un homicidio?
• Con mi conversación, mi modo de vestir, mi invitación a presenciar algún espectáculo o con el préstamo de algún libro o revista, ¿he sido la causa de que otros pecasen? ¿He tratado de reparar el escándalo?
• ¿He descuidado mi salud? ¿He atentado contra mi vida?
• ¿Me he embriagado, bebido con exceso o tomado drogas?
• ¿Me he dejado dominar por la gula, es decir, por el placer de comer y beber más allá de lo razonable?
• ¿Me he deseado la muerte sin someterme a la Providencia de Dios?
• ¿Me he preocupado del bien del prójimo, avisándole del peligro material o espiritual en que se encuentra o corrigiéndole como pide la caridad cristiana?

Sexto y Noveno Mandamientos

• ¿He traído a mi memoria recuerdos o pensamientos impuros?
• ¿He tenido conversaciones impuras? ¿Las he comenzado yo?
• ¿He asistido a diversiones que me ponían en ocasión próxima de pecar? (ciertos bailes, cines o espectáculos inmorales, malas lecturas o compañías). ¿Me doy cuenta de que ponerme en esas ocasiones es ya un pecado?
• Antes de asistir a un espectáculo, o leer un libro, ¿me entero de su calificación moral para no ponerme en ocasión próxima de pecado evitando así las deformaciones de conciencia que pueda producirme?
• ¿Me he entretenido con miradas impuras?
• ¿He rechazado las sensaciones impuras?
• ¿He hecho acciones impuras? ¿Solo o con otras personas? ¿Del mismo o distinto sexo? ¿Había alguna circunstancia de parentesco o afinidad que le diera especial gravedad? ¿Tuvieron consecuencias esas relaciones? ¿Hice algo para impedirlas?
• ¿Tengo amistades que son ocasión habitual de pecado? ¿Estoy dispuesto a dejarlas?
• En el noviazgo, ¿es el amor verdadero la razón fundamental de esas relaciones? ¿Degrado el amor humano confundiéndolo con el egoísmo y con el placer?
• ¿He faltado a la fidelidad conyugal con deseos o de obra?
• ¿He usado preservativos o tomado fármacos para evitar los hijos? ¿He inducido a otras personas a que los tomen? ¿He influido de alguna manera —consejos, bromas o actitudes— en crear un ambiente antinatalista?

Séptimo y Décimo Mandamientos

• ¿He robado algún objeto o alguna cantidad de dinero? ¿Lo he restituido? ¿Estoy dispuesto a realizarlo? ¿He cooperado con otros en algún robo o hurto? ¿Había alguna circunstancia que lo agravase, por ejemplo, que se tratase de un objeto sagrado? ¿La cantidad o el valor de lo apropiado era de importancia?
• ¿He perjudicado a los demás con engaños, trampas o coacciones en los contratos o relaciones comerciales?
• ¿He gastado más de lo que me permite mi posición?
• ¿He cumplido debidamente con mi trabajo?
• ¿He dejado de dar lo conveniente para ayudar a la Iglesia?
• ¿Hago limosna según mi posición económica?
• ¿He llevado con sentido cristiano la carencia de cosas superfluas, o incluso necesarias?
• ¿He defraudado a mi consorte en los bienes?
• ¿Retengo o retraso indebidamente el pago de jornales o sueldos?
• ¿Retribuyo con justicia el trabajo de los demás?
• En el desempeño de cargos o funciones públicas, ¿me he dejado llevar del favoritismo, acepción de personas, faltando a la justicia?
• ¿He abusado de la ley, con perjuicio de tercero, para evitar el pago de los seguros sociales?
• ¿He pagado los impuestos que son de justicia?
• ¿He evitado o procurado evitar, pudiendo hacerlo desde el cargo que ocupo, las injusticias, los escándalos, hurtos, venganzas, fraudes y demás abusos que dañan la convivencia social?
• ¿He prestado mi apoyo a programas inmorales y anticristianos de acción social y política?

Octavo Mandamiento

• ¿He dicho mentiras? ¿He reparado el daño que haya podido seguirse? ¿Miento habitualmente porque es en cosas de poca importancia?
• ¿He descubierto, sin justa causa, defectos graves de otra persona, aunque sean ciertos, pero no conocidos? ¿Lo he reparado de alguna manera hablando de modo positivo de esa persona?
• ¿He calumniado atribuyendo a los demás lo que no era verdadero? ¿He reparado el daño o estoy dispuesto a hacerlo?
• ¿He dejado de defender al prójimo difamado o calumniado?
• ¿He hecho juicios temerarios contra el prójimo? ¿Los he comunicado a otras personas? ¿He rectificado ese juicio inexacto?
• ¿He revelado secretos importantes de otros, descubriéndolos sin justa causa? ¿He reparado el daño seguido?
• ¿He hablado mal de otros por frivolidad, envidia, o por dejarme llevar del mal genio?
• ¿He cooperado de esta manera a la calumnia y a la murmuración?
• ¿Tengo en cuenta que las discrepancias políticas, profesionales o ideológicas no deben ofuscarme hasta el extremo de juzgar o hablar mal del prójimo, y que esas diferencias no me autorizan a descubrir sus defectos morales a menos que lo exija el bien común?
• ¿He revelado secretos sin justa causa? ¿He hecho uso en provecho personal de lo que sabía por silencio de oficio? ¿He reparado el daño que causé con mi actuación?
• ¿He abierto o leído correspondencia u otros escritos que por su modo de estar conservados, se desprende que sus dueños no quieren darlos a conocer?
• ¿He escuchado conversaciones contra la voluntad de los que las mantenían?


B.- Los siete Pecados Capitales.

1.- La Soberbia:

¿Me produce engreimiento que se hable de mi?
¿Soy hipócrita?
¿Pretendo ser lo que no soy?
¿Rehúso renunciar a mi voluntad o capricho?
¿Nunca doy mi brazo a torcer?
¿Me causa resentimiento todo lo que contraría mi voluntad?
¿Me peleo cada vez que mis deseos son amenazados?
¿Soy desobediente?
¿Soy renuente a someterme a las decisiones de quienes legítimamente son mis superiores?¿Rehuso someterme a la Voluntad de Dios?

2.- La avaricia:

¿Quiero tener dinero como una finalidad en sí?
¿Carezco de honradez?
¿Correspondo con toda honradez con mi trabajo al pago que por desempeñarlo se me da ?
¿Soy tacaño con mi familia?
¿Siento apego al dinero en sí?
¿Hasta qué grado llega mi amor al lujo?
¿Me valgo de trampas con tal de hacer y ganar dinero?
Si en la actualidad no tengo dinero, ni ningún bien económico, ¿Me valdría de medios poco limpios para lograrlo?

3.- La lujuria:

¿Soy culpable de Lujuria en cualquiera de sus formas?
¿Trato de justificarme cuando doy rienda suelta a mi apetito sexual, diciéndome que mis desmanes son "necesarios para la salud"?
¿Tengo relaciones sexuales extra-maritales?
Si soy casado, ¿me conduzco como un hombre o como una bestia?
¿Creo que la lujuria es amor?
¿Aprobaría Dios mis hábitos sexuales?

4.- La envidia:

¿Me molesta que otros sean felices o tengan éxitos tal cómo si esa felicidad o ese éxito, fuese algo que me lo hubiesen quitado a mí?
¿Me causan resentimiento aquellos que son más inteligentes que yo, porque envidio que lo sean? ¿Censuro lo que hacen otros porque para mis adentros, quisiera haberlo hecho yo, por el honor o el prestigio que eso trae?
¿Soy envidioso al grado de tratar de menguar la personalidad de alguien intrigando insidiosamente contra él?
¿Propago chismes?
¿Califico de presumidos a quienes son bien educados o instruidos, porque les envidio esas ventajas?
¿Es real el aprecio que manifiesto por otros?

5.-La ira:

¿Me dejo llevar por la ira?
¿Siento deseos de venganza?
¿Juro que: "esto me lo pagarán"?
¿Recurro a la violencia?
¿Soy suceptible o impaciente con exceso?
¿Me molesto por cualquier cosa?
¿Murmuro o refunfuño?

6.- La gula:

¿Me debilito moral o intelectualmente debido a mis excesos con la comida o con la bebida?
¿Acostumbro a comer con exceso?
¿Creo que el hecho de comer o beber con exceso no afecta a la moral en mi vida?
¿He bebido o comido con tal exceso que haya vomitado, para luego seguir bebiendo o comiendo?
¿Bebo con tal exceso que esto llega a afectarme en alguna de las siguientes formas:
a) Deteriorando mi mente y mi personalidad?
b) Afectando directamente mi capacidad para concentrarme, mi memoria y mi manera de juzgar las cosas?
c) Perdiendo mi dignidad y mi responsabilidad social?
d) Llegando a ser un estado crónico en mi vida la desesperación?
e) Debilitando considerablemente mi voluntad?
f) Llegando a predominar en mí un concepto materialista de la vida?

7.- La pereza:

¿Soy perezoso?
¿Soy tibio o descuidado en mis oraciones?
¿Desprecio la disciplina?
¿Soy pusilánime para llevar a cabo lo que moral o espiritualmente es difícil?
¿Soy descuidado?
¿Siento aversión por lo que signifique esfuerzo?
¿Me distraen fácilmente las cosas de orden temporal de las que son espirituales?
¿Llega mi indolencia al grado de desempeñar descuidadamente mi trabajo?

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25/3/09

Necesidad de orar: la conversión

Jesús orando en el desierto

Jesús, antes de empezar su vida pública pasó cuarenta días en el desierto en soledad, oración y ayuno. Era una misión grande la que iba a emprender: anunciar el Reino de Dios. Esta preparación es la que ha dado origen a la cuaresma. Cuarenta días de camino hacia la Pascua. Él nos enseñó con su ejemplo que en las grandes decisiones de la vida hay que encontrase a solas con Dios, abrirle nuestro corazón y escuchar lo que quiere de nosotros.

Nosotros en la cuaresma también nos preparamos para vivir el gran acontecimiento de la muerte y resurrección de nuestro Señor que dio por nosotros hasta la última gota de su sangre para redimirnos de nuestros pecados. La cuaresma es tiempo de conversión de un reencuentro del hombre consigo mismo y con Dios ante la imperiosa necesidad que tiene de iniciar el único camino posible para lograr la paz interior. Lo específico de la conversión es el compromiso a salir, a distanciarse y despegarse del propio “yo”, con sus intereses y egoísmos para ponerse en un camino de acercamiento y solidaridad con los hermanos y de perdonar las ofensas que hemos recibido.

Pero la conversión no es un acto aislado, esto nunca se hace de una vez para siempre, sino que es una aptitud permanente mientras vivimos. Convertirse es mirar a Jesús, mirarle en la cruz y escucharle y Él nos dará la fuerza para que nuestra vida sea una continua conversión.

Es tiempo de intensificar la oración, de hacerle un hueco a Jesús en nuestro corazón en silencio y recogimiento. El Señor, igual que a sus discípulos, nos pide que permanezcamos despierto y en oración. No lo defraudemos, que no nos encuentre dormidos; dormidos en nuestros egoísmos, en nuestro amor propio, en nuestros rencores… Sin la oración, no es posible la conversión y la oración, no olvidemos que es abrirle las puertas de nuestro corazón a Jesús, es amarlo y sobre todo dejarnos amar por Él; y Él nos enseñará a conocer el amor y la ternura del Padre y en la medida que vayamos conociendo su amor incondicional aprenderemos a imitarlo y amar a los hermanos como Él nos ama.

Algunos textos que podemos meditar estos días son: Salmo 24 - Mateo 18, 21-35 - Marcos 5, 17-19 - Salmo 85 - Marcos 20, 17-28 - Ecequiel 18, 21-28 y Salmo 119.

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23/3/09

Aviso: Reunión de Padres de Niños de Primera Comunión

El próximo miércoles, 25 de marzo, a las 20'30 h. se celebrará (D.m.) en los salones parroquiales una reunión con los padres de los niños que este año recibirán su Primera Comunión para preparar sus primeras confesiones.

Cursillos de Cristiandad - 2º Trimestre 2009

A continuación os ofrecemos la programación de las actividades del movimiento 'Cursillos de Cristiandad' de Córdoba en el segundo trimestre de este año 2009.

ABRIL 2009
12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
27282930
El 18 y 19 Cursillo de Renovación (Casa de San Pablo)
Del 23 al 26 Cursillo de Cristiandad (Casa de San Pablo)
Día 30 Encuentro de Oración, a las 20:30 horas en la Iglesia de San Jacinto (Los Dolores)


MAYO 2009
123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031
Del 07 al 10 Cursillo de Cristiandad (Casa de San Pablo)
El 16 y 17 Cursillo de Matrimonios (Casa de San Pablo)


JUNIO 2009
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
293031322930
Del 04 al 07 Cursillo de Cristiandad (Casa de San Pablo)
Día 11 Ultreya fin de curso, a las 20:30 horas en la Casa de Cursillos de Cristiandad (San Pablo).
Día 13 Fiesta fin de curso en la Casa de Cursillos de Cristiandad (San Pablo).

Más información en los teléfonos: 665160660 y 957274095 y en cursillosdecordoba@cursillosdecordoba.com

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22/3/09

¡Ven y sígueme!

IV Domingo de la Cuaresma

Lecturas: 2 Crónicas 36, 14-16.19-23 // Salmo 136 // Efesios 2, 4-10 // Juan 3, 14-21

Dibujo de Cristo, que te llamaEste domingo celebra la Iglesia de Córdoba el día del Seminario. En todas las parroquias están haciéndose presentes los seminaristas para ser testimonio vivo de la llamada del Señor. Hoy el Señor sigue llamando a jóvenes que se entregan a Dios y a cumplir esa llamada. Hoy, cuando creemos que nuestra juventud está totalmente apartada de la fe, podemos comprobar cómo nuestro seminario tiene un número floreciente de seminaristas, casi 100 entre el Menor, el Mayor y el Redemptoris Mater.

Nuestra parroquia tiene el gran privilegio desde que se fundó, de recibir cada año a seminaristas que completan su formación pastoral entre nosotros. Es un verdadero gozo poder contar con su presencia en nuestra comunidad parroquial, muchos de esos seminaristas que han compartido su formación con nosotros son ahora Párrocos en nuestra diócesis, están ya ejerciendo su ministerio para el servicio de Dios.

Algunos han celebrado la Eucaristía en nuestra parroquia volviendo agradecidos a encontrarse con los que les ayudaron en su formación. Además de esta alegría que vivimos cada año al recibir al seminarista en su pastoral, tenemos el gozo inmenso e indiscriptible de contar con dos seminaristas que han vivido su vocación y han sentido la llamada del Señor en nuestra parroquia, son los seminaristas de nuestra comunidad paroquial: Antonio Escribano y Luis.

Antonio ya compartió este verano a través de la Web su experiencia misionera en Perú. Antonio y Luis participaban en las reuniones de jóvenes de nuestra parroquia, Antonio en el coro juvenil que participa en la misa de 8 los domingos y Luis en la reunión de Cursillos de Cristiandad de todos los lunes. Un día me sorprendieron diciéndome que querian ser sacerdotes y hoy alegres y gozosos viven su formación en el Seminario Mayor San Pelagio, de nuestra diócesis.

Es necesario que oremos al Señor de la mies que envie obreros a su mies, que haya corazones jóvenes que no desoigan la llamada del Señor al ministerio sacerdotal y familias cristianas que se sientan orgullosas y felices de un hijo suyo que quiera ser sacerdote. En nuestro días, que un joven diga sí al Señor es difícil pero muchas veces la primera dificultad surge en la misma familia que no comprende ni acepta que un hijo suyo sea sacerdote, quiera servir al Señor. Aunque hay que reconocer que todas las familias han acabado siendo las más felices del mundo cuando han visto la felicidad de su hijo seminarista y la bendición que supone para ellos que Dios se haya fijado en un miembro de su familia.

Dios sigue llamando, la vocación por parte de Dios sigue siendo tan intensa como en decadas anteriores pero la respuesta afirmativa a esa llamada o incluso la misma escucha de esa llamada es trabajosa y difícil en nuestros días. Queridos jóvenes, abrid vuestros corazones a Cristo, no cerreis los oidos a su llamada. Por experiencia personal os digo que es la vida más feliz que se puede vivir, son realidad las palabras de Cristo en las que nos prometia el ciento por uno de lo que le entreguemos a él. Para mí no existe mayor y mejor forma de vivir que ser sacerdote. Dios, me paga con cada uno de los miembros de esta parroquia, cien veces más que el sacrificio que yo puedo hacer por El y por todos vosotros.

Que este día tan importante sirva para potenciar y valorar nuestro amor al ministerio sacerdotal, que todas las familias de la paroquia recen, susciten y potencien la vocación al sacerdocio. Que sea una prioridad para nosotros vivir suscitando y amando las vocaciones al ministerio sacerdotal. Que Dios nuestro Señor nos siga bendiciendo con vocaciones al sacerdocio y que no nos cansemos nunca de agradecer y de pedir a Dios santos sacerdotes.

Dios nos mira y nos dice ¡ VEN Y SÍGUEME !

Tomás Pajuelo. Párroco


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21/3/09

La Vida Vencerá

Ecografía de un niño en el vientre de su madre
En nuestra apuesta por la defensa de la vida recomendamos hoy un reportaje sobre el aborto realizado por la Fundación EUK Mamie . Se trata del reportaje "La Vida Vencerá" , uno de los mejores realizados hasta la fecha sobre la temática del aborto según los especialistas en el tema.


El reportaje, del que se puede solicitar a dicha fundación una copia de DVD, está dividido en cinco partes.

La primera es una presentación de los distintos intervinientes y de las asociaciones a las que representan.

La segunda nos presenta la cruda realidad del aborto. En ella se incluyen unas espeluznantes imágenes de niños abortados y se da una clara visión de todo lo que hay detrás de la llamada "cultura de la muerte".

En la tercera se nos habla de la manipulación y perversión del lenguaje por parte de los defensores del aborto y de la importancia de no permanecer impasibles y de reaccionar ante estos ataques a la dignidad más intrínseca del ser humano.

En la cuarta parte una familia cuyo último hijo es síndrome Down nos da su testimonio.

Por último en la quinta parte se nos ofrece el testimonio del Dr. Bernard Nathanson conocido como "rey del aborto". Asimismo cada uno de los intervinientes en el reportaje transmiten su esperanza en que, con la ayuda de Dios, la vida prevalecerá sobre la muerte.

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20/3/09

Aviso: Retiro de preparación a la Semana Santa

Mañana sábado, 21 de marzo, a las 18'00 h. celebraremos en nuestra parroquia un retiro de preparación a la Semana Santa. Se trata de estar un rato a solas consigo mismo en presencia del Señor reflexionando y orando. Apartarnos por un tiempo del mundo y de sus preocupaciones para acercarnos a la paz del Señor que nos llama a la conversión.

17/3/09

Necesidad de orar: por el abandono a la paz

Mano de un niño cogiendo la de su padre

La voluntad divina es la regla suprema de nuestra vida, la norma del bien, de lo mejor. Pero para aceptar la voluntad de Dios hay que tener fe en Él, conocerlo y amarlo. Jesús vino a decirnos que Él conocía bien a Dios y con sus enseñanzas y parábolas nos fue mostrando el auténtico rostro de Dios. Nos hizo ver que es un Padre amantísimo que es ternura, misericordia, perdón, acogida; nos ama tanto que no dudó en enviarnos a su propio Hijo para entregarlo a la muerte y muerte de cruz para que nos redimiera de nuestro pecado.

Ahora bien, como el Padre amaba al Hijo y el Hijo amaba al Padre, necesitaban estar unidos en la oración porque la oración no es otra cosa sino el trato íntimo de tú a tú con la persona que amas. Si nosotros no tenemos esos encuentros en intimidad con nuestro Padre Dios, dónde le contemos nuestras cosas más íntimas; esas que no somos capaces de contar a nadie, bien porque nos da vergüenza o bien porque no nos fiamos, es porque nuestra fe es solamente una fe teórica, no es una fe práctica; esa que cada día nos va haciendo aceptar los acontecimientos con paz y poniendo todas nuestras inquietudes y sufrimientos en las manos de nuestro Padre.

El abandono es la única fuente de paz cuando todos esos pensamientos negativos que tenemos en la mente, que rumiamos incesantemente, que no nos dejan dormir y que nos quitan la paz, los abandonamos en las manos de Dios y nuestra mente queda vacía y la paz vuelve a nuestro corazón.

Jesús en el huerto de los olivos, en la noche de la pasión, se lleva con Él a los más íntimos de sus discípulos, necesitaba compañía en esos duros momentos y les dice: «Siento una tristeza mortal. Quedaos aquí y velad». Toda persona en los momentos duros de su vida necesita tener cerca a los más íntimos. Pero aquí vemos como los amigos no pueden ayudarle y sólo en la oración suplicando al Padre es donde encuentra el consuelo y da su “HAGASE” y la paz inunda su corazón, ya no tiene miedo porque sabe en quién ha confiado.

Entreguemos todos nuestros problemas y sufrimientos a nuestros a nuestro Padre Dios y la paz vendrá a nosotros.

Los textos que podemos meditar y orar estos días son: Jeremías 18, 1-6 - Job 42, 1-6 - Salmo 131 - Marcos 14, 32-42 - Mateo 18, 1-5 - Salmo 31 y Salmo 23.

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16/3/09

Aviso: Formación de Cáritas Parroquial

En estos tiempos de crisis, en los que cada día son más las personas necesitadas de ayuda de todo tipo, nuestro párroco, D. Tomás, pretende que como fruto real de la cuaresma de nuestra parroquia se instituya la CÁRITAS PARROQUIAL. Para ello es necesaria, por una parte la colaboración de voluntarios que quieran formarse para ser miembros de la cáritas parroquial dándonos su tiempo, su saber y sus talentos para hacerlos servir con los más pobres, y por otro, personas que colaboren económica o materialmente con dicha institución.

Todas aquellas personas interesadas sólo tienen que dirigirse a la parroquia en horario de despacho parroquial para ponerse en contacto con D. Tomás o D. Emiliano.

También podéis solicitar más información a través de nuestro correo electrónico.

15/3/09

Los Mandamientos: camino de conversión

III Domingo de la Cuaresma

Lecturas: Éxodo 20, 1-17 // Salmo 18 // 1Corintios 1, 22-25 // Juan 2, 13-25

Moises con los Diez Mandamientos. Rembrandt (1659)En este tercer domingo de cuaresma, la liturgia de la Palabra es rica y provechosa para nuestra vida cristiana y especialmente para vivir la conversión cuaresmal. Después de escuchar el domingo pasado el impresionante testimonio de fe de Abrahán hoy escuchamos la voz de Dios exponiéndonos el camino concreto para vivir la conversión: Los mandamientos. Hemos oído hoy como Dios nos dice que para él el verdadero creyente es aquel que vive según su voluntad: no tendrá otro Dios fuera de mí, no tomarás mi nombre en vano. Estos dos primeros mandamientos nos hablan de nuestra obligación para con Dios. Qué fácilmente olvidamos a Dios en nuestra vida diaria, con qué alegría lo nombramos para cualquier tontería o incluso como blasfemia. Le prometemos de todo cuando tenemos problemas y luego ni nos acordamos de él en la alegría.

El libro del Éxodo continúa diciendo: honra a tu padre y a tu madre. En nuestros días muchas veces no actuamos convenientemente con nuestros padres, como hijos. No actuamos convenientemente con nuestros hijos, como padres. Algunas veces, casi hemos pasado de ser padres e hijos a ser coleguitas, que hemos dejado de ser referentes de autoridad y criterio a ser unos amigotes que no pueden hacer nada. Es verdad que no todos actúan así, pero es un peligro que se da con mucha frecuencia en estos días. Honrar padre y madre, obedecerles, amarles hasta la saciedad, cuidarles y sobretodo mimarles, porque ellos siempre nos han mimado y cuidado. Que esta cuaresma nos planteemos retomar con fe, con ilusión, con alegría y con espíritu cristiano nuestra vida y relaciones de familia, nuestros hijos, nuestros padres, nuestros familiares. Si ya vivimos así, pues nunca hay demasiado amor, podemos amar más.

Sigue el libro del éxodo enumerando los mandamientos, el modo de vida concreto que le agrada a Dios. No es el modo de vida que nos ofrece la sociedad, pero si es el único camino para alcanzar la verdadera felicidad.

En el Evangelio, Jesús nos recuerda, que el camino sufriente de la cuaresma, tendrá como colofón la resurrección. No somos adoradores de un Dios muerto, somos hijos de la Vida, de Cristo resucitado, que vive en medio de nosotros y que quiere que nosotros destruyamos todo lo que nos ata a este mundo para resucitar con él, para construir un nuevo templo, una nueva vida en la Vida de Cristo.

Que la Palabra de Dios nos recuerde de vez en cuando cuales son los principios inmutables de nuestra fe, es una manera muy buena de reorganizar nuestros propósitos cuaresmales y de retomar los objetivos de nuestra vida sinceramente. Poder enfrentar nuestra vida con la vida que quiere Dios, nos ayuda realmente a ver qué es lo que tenemos que cambiar y que tenemos que potenciar en nuestra existencia. Es tomar conciencia de cuáles son los valores reales y permanentes y cuales son los pasajeros y mutables, que nos ofrece nuestra sociedad.

Todos los hombre y mujeres que en la historia de la humanidad han intentado vivir según los mandamientos, según el amor de Dios, son personas felices, con criterios, con amor sembrado y vivido en sus existencias. Pensemos en los grandes santos, en su alegría vital sincera e inquebrantable. Aprendamos de ellos y confiemos en Dios. Sigamos su camino y llegaremos a la felicidad.


Tomás Pajuelo. Párroco

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14/3/09

Día del Seminario

En estos días se está llevando a cabo en nuestra diócesis la campaña del Día del Seminario. Desde aquí queremos unirnos a esta campaña y para ello recomendamos a todos aquellos que en un momento dado puedan sentirse llamados a discernir sobre la vocación sacerdotal una visita a vocacion.org , una web de apostolado elaborada por el movimiento "Regnum Christi" y la congregación "Legionarios de Cristo" que ofrece recursos para la orientación vocacional: testimonios, artículos, videos, etc.

Asimismo publicamos a continuación un video elaborado por los "Legionarios de Cristo" con el que se pretende fomentar las vocaciones.




Artículo relacionado: Matías, Jose Antonio y Bernardo se ordenan sacerdotes.

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12/3/09

3 segundos que cambian la vida para siempre

En relación con las apariciones de Medjugorje, recogemos en esta entrada el testimonio de María Vallejo-Nágera, escritora e hija del prestigioso psiquiatra y escritor Juan Antonio Vallejo-Nágera.

En un artículo recogido en la publicación electrónica Alba Digital, se recogen trazos emotivos de cómo se convirtió en el pueblo bosnio de Medjugorje, transformando su vida por completo a raíz de ese suceso y cambiando el rumbo de sus prioridades e intereses.

Merece la pena su (breve) lectura:

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10/3/09

Necesidad de orar: la Virgen María

Virgen María. Giovanni Battista Salvi da Sassoferrato (1640-1650)

¿Quién fue María? Fue la mujer que dio un SÍ a su Señor y luego fue fiel a esa decisión hasta las últimas consecuencias y hasta el fin de sus días. Fue la mujer que extendió un cheque en blanco, la que abrió un crédito infinito e incondicional a su Señor Dios y jamás se volvió atrás ni retiró la palabra.

La Biblia nos presenta a María como una joven de profunda vida interior. Cuando el ángel le anuncia la maternidad divina ella queda desconcertada pues no conocía varón, pero llena de humildad, María se entrega a la voluntad de Dios. «Soy una sierva de Dios; hágase en mi según su palabra» (Lc 1, 38)

Con esta declaración se ofrece en las manos del Padre, pase lo que pase, aceptando todos los riesgos. En ese HÁGASE se entrega sin reservas aceptando cualquier emergencia querida o permitida por el Padre. Con ese HÁGASE, la Señora decía de hecho amén a la noche de Belén sin un sitio donde cobijarse; amén a la huida a Egipto, un país desconocido; amén al silencio de Dios durante los treinta años de la vida oculta de Jesús; amén cuando las fuerzas políticas, religiosas y militares arrastran a Jesús al torrente de la crucifixión y de la muerte.

Junto a la cruz de Jesús es donde la fe de María alcanza su máxima expresión. Nuestra Señora, estuvo al pie de la cruz, uniendo su corazón a los sufrimientos de Jesús.

El estar de pie es una postura que manifiesta las realidades internas del corazón de María. Al estar de pie, ella nos reveló la fortaleza e integridad, el amor por Dios y la humanidad y su fidelidad a la misión que se le había encomendado, aunque el sufrimiento traspasara su corazón.

En la hora más oscura, el Corazón de María, no fue empañado por la desesperación, odio o duda, sino que más bien manifestó las virtudes opuestas y es por ello que puede llamarnos a imitar esas virtudes en nuestros propios sufrimientos.

Tres pilares sostuvieron a nuestra santísima Madre al pie de la Cruz; su fe inconmovible, su firme esperanza y su amor profundo a su Señor. Si alimentamos esas tres virtudes seremos capaces de hacer lo que nuestra Madre hizo en el calvario, estar de pie al lado de en nuestras propias cruces.

Para hacer la oración estos días podemos coger una estampa de la Virgen o de Jesús, a se posible, crucificado. Mirarla detenidamente y ver que me dice esa Imagen, que virtudes me enseña y como debo yo comportarme a la vista de lo que en estas Imágenes veo.

Estos son algunos textos que nos hablan de la fe de María: Lucas 1, 39-45 - Lucas 1, 41-52 - Mateo 2, 10-16 - Salmo 118 - Juan 19, 25-27 - Salmo 145.

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8/3/09

La Fe de Abraham

II Domingo de la Cuaresma

Lecturas: Génesis 22, 1-2. 9-13.15-18 // Salmo 115 // Romanos 8, 31b-34 // Marcos 9, 2-10

Sacrificio de Isaac. Laurent de LaHire (1650)En este segundo domingo de cuaresma la liturgia de la Palabra es de una riqueza tal que es difícil ser breve en su comentario. En la primera lectura, tomada del libro del Génesis, se nos narra la historia del Sacrificio de Isaac. Abrahán, es llamado por Dios para pedirle un sacrificio: nada más y nada menos que le entregue a su único hijo, Isaac. Abrahán, padre en la fe de todos, no lo duda un momento, se prepara para hacer el sacrificio: coge la leña, coge el cuchillo, coge a su hijo y se encamina al monte donde Dios le ha pedido que ofrezca el sacrificio. Me imagino que Abrahán no comprendería la petición de Dios pero no duda que cumplir la voluntad de Dios es el único camino para vivir la verdadera felicidad.

A nosotros el Señor nos pide que nos entreguemos al Evangelio, que aunque nos cueste y tengamos que sacrificar parte de nuestra vida, vivir en Cristo es vivir la felicidad. No lo dudemos, por mucho que tengamos que entregarle al Señor es infinitamente más lo que Él nos va a dar. Abrahán se encontró con el premio a su inmensa fe, Dios por supuesto, no quería el sacrificio de Isaac. Dios es Dios de vida nunca quiere la muerte ni sacrificios humanos. Dios quiere probar nuestra fe y a veces nosotros ante estas pruebas nos rebelamos, nos quejamos, siempre estamos renegando del sacrificio, de la entrega, de volcarnos en el Señor. Abrahán testimonio claro y real de FE. Aprendamos a vivir nuestra fe con su misma radicalidad. Confiad en Dios porque Él os ayudará.

La Transfiguración del Señor. Duccio di Buoninsegna (1308-1311)El Evangelio, nos muestra cuál será el final de la cuaresma, cuál será el fruto de nuestras penitencias cuaresmales, encontrarnos ante el Señor resucitado. De la cruz pasamos a la Gloria. Jesús, después de haber anunciado a sus discípulos la pasión les muestra también su divinidad en el monte Tabor. Les muestra su Gloria para que su esperanza crezca, para que tenga sentido su entrega: "Esta es la Gloria a la que estamos llamados todos". El Tabor es anticipo de la Eternidad. El Tabor es la prueba de la divinidad de Cristo. Verdadero Dios y verdadero hombre. El mismo que se transfigura en el Tabor es el mismo que en unos días veremos cargado con la cruz camino del calvario.

Hermanos, pidamos a Dios hoy que aumente nuestra fe, que sea una fe recia y profunda como la de Abrahán y pidamos a Dios que tengamos claro cuál es la meta de nuestra cuaresma: Encontrarnos con la Vida, la Vida de Cristo Resucitado


Tomás Pajuelo. Párroco

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6/3/09

Necesidad de orar: la Fe

Imagen del cuadro 'Manos que rezan', de Alberto Durero (1508)

La fe cristiana no es un simple asentimiento en dogmas abstractos. La fe cristiana es un don de Dios, una revelación divina que tiene que ser aceptada y vivida por el hombre. Fe es una manera de vivir un estilo de estar en la vida. Cuando la fe es auténtica cambia nuestra vida y ponemos todas nuestras cosas en mano de Dios. La fe en Dios es una fuerza poderosa que nos sostiene en las dificultades y nos ayuda a realizar acciones admirables.

Cuando la fe es dar a Dios lo que sobra, unas migajas de obligado cumplimiento, cuando nuestra vida no cambia y a Dios lo mantenemos en una raya fronteriza que le hemos marcado, lo tenemos ahí como recurso para nuestros casos de emergencia, esa fe no nos llevará a descubrir el fascinante rostro de Dios.

Abraham creyó contra toda esperanza, su fe parece una locura mirada desde el no creyente ¿por qué salir de su tierra donde estaba acomodado y lo tenía todo?

La fe de Abraham sólo se entiende desde la clave del amor. Toda la historia de Abraham se entiende desde la fascinación que este misterioso Dios ejerce sobre él. Abraham sale de su “tierra” porque se fía plenamente de la persona a la que ama.

Salir es responder a la llamada de Dios, significa ponerse en camino. Salir obliga a dejar lo superfluo y soltar todo lo que nos ata, es abandonarnos en sus manos porque lo hacemos fiados de la Palabra de Dios que sabemos nos ama: “No temas, yo estaré contigo”.

Pero la fe no vive de rentas, hay que salir constantemente al encuentro de Dios mediante la oración en el trato íntimo, hablando con Él y escuchándolo como hacemos con un amigo. Es en ese trato íntimo con el Señor donde nuestra fe se hace fuerte. Esa fe que sin sentir ni ver es vida en nosotros, porque admitimos su poder, su bondad, su amor , y obramos como hijos, consciente de quien es nuestro Padre.

En la oración le pedimos a Dios su luz, sus ojos para mirar y ver la vida desde su lugar, hay que dejarle a Dios espacio para que pueda reconducir nuestra vida. Y abandonándonos en ÉL y sintiéndonos pobres y débiles.,

Podríamos estos días orar repitiendo con frecuencia alguna jaculatoria referente a la fe. Por ejemplo «Señor, creo pero aumenta mi fe», «Señor yo me fío de ti», «Señor yo me abandono a ti» o cualquier otra oración que se os ocurra.

En estos días podríamos meditar sobre textos que nos hablan de la fe como:
Hebreos 11, 1-40 - Mateo 8, 5-13 - Salmo 90 - Romanos 16, 25-27 - Hechos 16, 29 - Filipenses 1, 27-30 y Salmo 84.

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4/3/09

Meditación Diaria

Como un complemento más para nuestra vivencia como cristianos, en especial en este tiempo de Cuaresma, ofrecemos desde hoy un apartado más en nuestra sección de Biblioteca denominado "Meditación Diaria". Se trata de un enlace a la versión "on line" del libro "Hablar con Dios" de D. Francisco Fernández Carvajal, en el que se recoje una meditación para cada día del año habitualmente relacionada con el evangelio del día. Un medio más para profundizar en nuestra Fe que puede resultarnos muy provechoso.

3/3/09

¿Nos escucha Dios siempre?

Juan Pablo II orandoEn nuestra oración, ese diálogo con Dios, al que se nos llama especialmente en este tiempo de Cuaresma, frecuentemente incluimos peticiones para que se nos conceda alguna gracia. Sin embargo, muchas veces, cuando no obtenemos el favor pedido, parece como si Dios no nos escuchara. Pareciera que no quiere concedernos esa gracia. Le “pedimos explicaciones” en nuestra oración y nos parece que quiere dejarnos allí, sin decirnos palabra, como si no nos viese o no estuviésemos en su presencia. Veamos qué nos dicen los Evangelios y los Santos al respecto.

En los Evangelios el mismo Jesús nos dice:

Pedid y se os dará” (Mt.7,7)
Todo cuanto pidáis con fe en la oración, lo recibiréis” (Mt.21,22)
todo lo que pidáis al Padre en mi Nombre, Él os lo concederá” (Jn.15,16)
"es necesario orar siempre sin desanimarse"(Lc.18,1)

Como vemos, Jesús nos asegura, en diversos pasajes evangélicos, que cuanto pidamos en oración se nos concederá. ¿Por qué entonces nosotros en muchas ocasiones tenemos la sensación de que esto no es así? En los escritos de algunos santos obtenemos la respuesta. A modo de resumen reseñamos algunos a continuación.

El apóstol Santiago en su carta (4,3) nos dice: “Ustedes piden y no reciben, porque piden mal, con el único fin de satisfacer sus pasiones.”

San Basilio, por su parte, amplía aún más la afirmación anterior: "Si alguna vez pediste y no recibiste, fue seguramente porque pediste con poca fe y poca confianza, con pocas ansias de alcanzar la divina gracia, porque pediste cosas no convenientes o porque no perseveraste en la oración hasta el fin."

S. Claudio de la Colombière nos anima a perseverar en la oración hasta el fin: “no os canséis de rogar, sed constantes, sed infatigables en vuestras peticiones. Si se os rechaza hoy, mañana lo obtendréis todo; si no obtenéis nada este año, el año próximo os será más favorable; sin embargo, no penséis que vuestros afanes sean inútiles. Se lleva la cuenta de todos vuestros suspiros, recibiréis en proporción al tiempo que hayáis empleado en rogar; se os está amasando un tesoro que os colmará de una sola vez, que excederá a todos vuestros deseos.”

San Pío de Pietrelcina nos dirá: “Reza, ten fe y no te preocupes

Para finalizar indicar que conviene siempre tener presente el texto de Isaías 55, 8-9 en el que Dios nos dice:

"Porque los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos de ustedes son mis caminos–oráculo del Señor–. Como el cielo se alza por encima de la tierra, así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos a los caminos y a los pensamientos de ustedes."

A lo que tan sólo resta confiar en Él y decirle: “Lo que Tu quieras, cómo Tú quieras y cuando Tú quieras

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2/3/09

La evolución no se opone a la creación

Portada del libro recomendadoEs posible que no sea muy conocido el hecho de que la Iglesia Católica no se opone a la teoría de la evolución como base para el desarrollo científico de un evolucionismo coherente y seguro.

También es cierto que el creacionismo está generando una oposición a la Iglesia Católica que por un lado no está justificada según lo afirmado en el párrafo anterior, y por otro proviene de una amalgama de argumentos que traspasan del ámbito teológico al científico y viceversa, creando confusión y no permitiendo delimitar el objeto de estudio para abordarlo de forma racional.

Por ello, recogemos hoy la recomendación que El Semanal Digital hace de un libro que traza una línea clara entre lo que corresponde a la ciencia, a la física, y lo que corresponde a la fe, a la metafísica. Se trata del título "Contempló Dios toda su obra y estaba muy bien. Una teología de la creación", del jesuita alemán, profesor de teología dogmática, Medard Kehl.

Es, en palabras del semanario "un texto que resulta asombrosamente ligero. Esta Teología de la Creación es un tratado universitario del más alto nivel en su especialidad, pero a al vez resulta una lectura amena para quien quiera entender sin anteojeras la postura de la Iglesia Católica sobre la ciencia moderna en general y sobre la evolución biológica en particular."

Recomendamos los siguientes artículos para complementar la lectura:


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1/3/09

¡Convertíos y creed en el Evangelio!

Domingo 1º de Cuaresma

Lecturas: Génesis 9, 8-15 // Salmo 24 // 1 Pedro 3, 18-22 // Marcos 1, 12-15

Cuadro de las Tentaciones de CristoEste domingo, es el primero de cuaresma. El Miércoles de Ceniza comenzamos el tiempo santo de cuaresma. Tiempo de preparación para vivir intensamente el Triduo Pascual. Cuarenta dias en los que estamos llamados a profundizar los misterios de nuestra redención. La práctica cuaresmal está inspirada en el evangelio que hoy escuchamos. Jesus se retira al desierto para vivir intensamente y prepararse a la misión que El Padre le había encomendado, proclamar la Salvación.

El Señor Jesús, el propio Dios se retira para preparar y vivir intensamente su misión. Nosotros, nos enfrentamos a una llamada de Dios a hacer lo mismo, es más, lo necesitamos infinitamente más comparado con Él. Es necesario que nos retiremos al desierto, hacer silencio en nuestra vida, retirarnos en medio del mundo para orar y ayunar practicando la caridad.

El Señor nos dice: "Cuando oreis..." nos pide que oremos, que busquemos tiempo real de oración. Jesús nos pide: " Cuando deis limosna, hacedlo sin que tu mano derecha sepa lo que da tu izquierda..." debemos compartir con los más pobres. Estamos viviendo un tiempo duro, muchos hermanos nuestros están acuciados por la necesidad y es necesario más que nunca que seamos generosos. Dios nos llama: "Cuando ayunéis...." Ayunar no es algo del pasado, es obvio que en todas las religiones esta practica tiene un sentido profundo de purificación, de dominio de uno mismo, de austeridad y entrega a Dios y a los hermanos. Por eso desde siempre el ayuno ha sido una practica muy vivida y difundida en el pueblo cristiano. Pero la comunidad enriqueció el ayuno con la practica de la caridad, lo que se ahorraba por la practica del ayuno se entregaba a los necesitados. Cuando uno de nosotros es capaz de vivir así el ayuno éste adquiere un sentido pleno y de generosidad absoluta y no es una practica trasnochada y de tiempos pasados. Es sacrificar nuestro cuerpo, nuestro dinero, nuestras fuerzas para demostrar nuestro amor a Dios y a los hombres. Una forma concreta de vivir la caridad. Cuaresma, tiempo de ayuno, oración y caridad.

La parroquia te ofrecerá, como puedes comprobar en el calendario de actos de la cuaresma y Semana Santa, la oportunidad de vivir la fe en continua preparación a la Pascua. Queremos tener obras concretas de caridad como fruto de la cuaresma: Vamos a recoger alimentos no perecederos para entregarlos en el comedor de los PADRES TRINITARIOS, en la parroquia de Ntra. Sra. de Gracia y queremos que el fruto real de la cuaresma de nuestra parroquia sea la institución de la CÁRITAS PARROQUIAL, para ello necesitamos de voluntarios que quieran formarse para ser miembros de la cáritas parroquial y personas que colaboren económicamente o materialmente dándonos su tiempo, su saber, sus talentos para hacerlos servir con los más pobres.

Ojalá estos dos sueños cuaresmales sean realidades en Semana Santa.

¡Convertios y creed en el evangelio! Ésta es la llamada de Cristo para nuestra cuaresma. Oigamos su voz y vivamos su entrega.

Tomás Pajuelo. Párroco

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