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12/4/16

Hora Santa y Rosario por las Familias y la Vida en nuestra Parroquia


Enmarcada en los actos de la "XXI Semana de la Familia" que se desarrollan durante esta semana en nuestra Diócesis con el lema  “El Hogar de la Misericordia” se va a celebrar en nuestra parroquia el próximo jueves, 14 de abril, a las 20'30 h. una Hora Santa de oración por las Familias y la Vida.
En esta Hora Santa habrá exposición del Santísimo al que adoraremos y elevaremos nuestra oración, y a continuación se rezará un rosario adaptado expresamente para esta ocasión pidiendo por las familias.
Nuestro obispo nos anima a rezar por las familias que hoy en día están siendo desgarradas por la falta de fe, divorcios, abortos, malos tratos, etc. que llevan al sufrimiento a todos los miembros de la familia y que, en definitiva, es reflejo todo ello del apartamiento de Dios en la vida familiar, muchas veces sin ser conscientes de ello.




18/10/14

Oración por las familias

En uno de los documentos conclusivos de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos de octubre de 2014 se recoge esta oración:

Padre, regala a todas las familias la presencia de esposos fuertes y sabios, que sean manantial de una familia libre y unida.

Padre, da a los padres una casa para vivir en paz con su familia.

Padre, concede a los hijos que sean signos de confianza y de esperanza y a los jóvenes el coraje del compromiso estable y fiel.

Padre, ayuda a todos a poder ganar el pan con sus propias manos, a gustar la serenidad del espíritu y a mantener viva la llama de la fe también en tiempos de oscuridad.

Padre, danos la alegría de ver florecer una Iglesia cada vez más fiel y creíble, una ciudad justa y humana, un mundo que ame la verdad, la justicia y la misericordia.

5/10/12

El Obispo ha nombrado a nuestro párroco Arcipreste de Ciudad Jardín

El pasado jueves 4 de octubre, Don Demetrio Fernández designó Arcipreste de Ciudad Jardín a nuestro párroco D. Tomás. La fotografía recoge el momento en que D. Tomás jura, con la mano sobre los evangelios y ante el crucifijo, fidelidad a Dios y la Iglesia en el desempeño de su cargo.

Además de felicitar a nuestro querido Tomás, recemos por él para que Dios le ayude en la encomienda de servicio que le ha hecho la diócesis.

12/3/12

Retiro Cuaresmal 2012 en el Desierto de "El Bañuelo"

El próximo sábado, día 17 de marzo, de 11:00 a 17:00, vamos a tener un día de retiro y oración en el desierto de "El Bañuelo" con el fin de prepararnos interiormente para vivir esta cuaresma. Al igual que en anteriores retiros para éste sería conveniente llevar lo siguiente:

- Imprescindible llevar MUCHAS GANAS DE AMAR Y SER AMADO POR DIOS.
- SILENCIO interior y exterior.
- Biblia o Nuevo Testamento, Cuaderno, bolígrafo, rosario, etc...
- Comida: bocadillos, bebidas y si quereis, merienda.
- Algún libro piadoso o de oración para el que quiera.

La salida será desde la Parroquia Beato Álvaro de Córdoba.

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5/12/11

Meditaciones del Retiro de Adviento 2011 en El Bañuelo

Tal como anunciamos, el pasado día 3 de diciembre de 2011 se celebró un retiro en el Desierto del Bañuelo para preparar el Adviento. A continuación os dejamos las meditaciones del retiro, para que se puedan aprovechar por parte de quienes no pudieron subir o para que se relean y recuerden la jornada de retiro y encuentro que tuvimos ese día.





20/11/11

Retiro de Adviento 2011 en El Bañuelo

El próximo día 3 de Diciembre de 2011 tendremos el RETIRO DE ADVIENTO.

Lo vamos a hacer en el Desierto del Bañuelo. El retiro se desarrollará desde las 11:30h hasta las 18h. Todos los que quieran participar nos vemos a las 11h en la puerta de la Parroquia, el que tenga coche y pueda ponerlo para llevar a la gente se le agradece. Todos y cada uno llevamos nuestro bocadillo y bebida para comer.

Es un momento en el que podemos rezar, confesar, convivir, prepararnos para vivir el Adviento y la Navidad.

Quedáis invitados todos y podéis decirselo a todos los que queráis. Ojalá el Señor nos conceda un gran número de participantes y sea un día de encuentro sincero y profundo con el Señor. Podéis llevar a los niños porque alli hay sitio para que jueguen, disfruten y puedan pasar un gran día.

Os eperamos a todos.

Tomás. Párroco.

7/10/11

Benedicto XVI en las JMJ (VI)

"Jesús, yo sé que Tú eres el Hijo de Dios que has dado tu vida por mí.
Quiero seguirte con fidelidad y dejarme guiar por tu palabra.
Tú me conoces y me amas.
Yo me fío de ti y pongo mi vida entera en tus manos.
Quiero que seas la fuerza que me sostenga,
la alegría que nunca me abandone.."




Oración propuesta a los jóvenes por Benedicto XVI
durante la Eucaristía final de la JMJ 2011
21 de Agosto de 2011.

5/10/11

La familia, lugar del primer anuncio de la Fe a los hijos



Maestros de Oración

60. En virtud de su dignidad y misión, los padres cristianos tienen el deber específico de educar a sus hijos en la plegaria, de introducirlos progresivamente al descubrimiento del misterio de Dios y del coloquio personal con Él: «Sobre todo en la familia cristiana, enriquecida con la gracia y los deberes del sacramento del matrimonio, importa que los hijos aprendan desde los primeros años a conocer y a adorar a Dios y a amar al prójimo según la fe recibida en el bautismo».


Elemento fundamental e insustituible de la educación a la oración es el ejemplo concreto, el testimonio vivo de los padres; sólo orando junto con sus hijos, el padre y la madre, mientras ejercen su propio sacerdocio real, calan profundamente en el corazón de sus hijos, dejando huellas que los posteriores acontecimientos de la vida no lograrán borrar.

Escuchemos de nuevo la llamada que Pablo VI ha dirigido a las madres y a los padres: «Madres, ¿enseñáis a vuestros niños las oraciones del cristiano? ¿Preparáis, de acuerdo con los sacerdotes, a vuestros hijos para los sacramentos de la primera edad: confesión, comunión, confirmación? ¿Los acostumbráis, si están enfermos, a pensar en Cristo que sufre? ¿A invocar la ayuda de la Virgen y de los santos? ¿Rezáis el rosario en familia? Y vosotros, padres, ¿sabéis rezar con vuestros hijos, con toda la comunidad doméstica, al menos alguna vez?

Vuestro ejemplo, en la rectitud del pensamiento y de la acción, apoyado por alguna oración común vale una lección de vida, vale un acto de culto de un mérito singular; lleváis de este modo la paz al interior de los muros domésticos: "Pax huic domui" (Paz a esta casa). Recordad: así edificáis la Iglesia».


Beato JUAN PABLO II, en la "Exhortación apostólica FAMILIARIS CONSORTIO sobre la misión de la Familia Cristiana en el mundo actual"

25/1/11

«Lectio divina»

La Lectio divina es una práctica de espiritualidad católica procedente de la tradición monástica de la Iglesia, basada en la oración y la meditación de la Sagrada Escritura, recomendada recientemente por el Papa Benedicto XVI en su exhortación apostólica postsinodal Verbum Domini, del 30 de septiembre de 2010 (86-87).

Es sencilla y efectiva, es recomendable y ayuda a tener un mayor contacto con la Biblia del que habitualmente tenemos, lo que lleva a un un mayor concimiento de la Palabra de Dios y por tanto un mayor acercamiento al Señor.

En esta entrada se muestran los pasos esenciales para practicar la lectio divina.

Así, esta práctica de oración consiste en seleccionar un fragmento de la Escritura y proceder con los 5 pasos siguientes:

1. Lectura (lectio)
¿Qué dice el texto bíblico en sí mismo? Sin este momento, se corre el riesgo de que el texto se convierta sólo en un pretexto para no salir nunca de nuestros pensamientos.

  • Leer el texto de manera atenta y respetuosa.
  • Detenerse (reposar) sobre el texto.
  • Descubrir el mensaje de fe.
2. Meditación (meditatio)
¿Qué nos dice el texto bíblico a nosotros? Aquí, cada uno personalmente, pero también comunitariamente, debe dejarse interpelar y examinar, pues no se trata ya de considerar palabras pronunciadas en el pasado, sino en el presente.
  • Ponerse ante el espejo de la Palabra.
  • Interiorizar.
  • Ahondar en la propia vida.
3. Oración (oratio)
¿Qué decimos nosotros al Señor como respuesta a su Palabra? La oración como petición, intercesión, agradecimiento y alabanza, es el primer modo con el que la Palabra nos cambia.
  • Orar la Palabra: pido, alabo, agradezco, suplico…
4. Contemplación (contemplatio)
¿Qué conversión de la mente, del corazón y de la vida nos pide el Señor? En la contemplación aceptamos como don de Dios su propia mirada al juzgar la realidad, lo que tiende a crear en nosotros una visión sapiencial, según Dios, de la realidad.
  • Dios se me da a conocer con la experiencia del corazón.
  • Serenidad ante el misterio de Cristo.
5. Acción ó Compromiso (actio)
¿Qué camino de vida me invita a tomar? La acción mueve la vida del creyente a convertirse en don para los demás por la caridad.
  • Ver la realidad con la mirada de Dios.
  • Configuración con Cristo y vida en el Espíritu.
  • Anuncio, compromiso y caridad.

Sugerencias de textos y webs para la lectio divina:
Para terminar, consideramos importante puntualizar dos cuestiones:
  • La interpretación de la Biblia está encomendada en último término a la Iglesia, que está asistida para ello por el Espíritu Santo, por lo que ante la duda o el desconocimiento del sentido de un fragmento concreto de la Palabra, la interpretación de la Iglesia es la que debe iluminar nuestra meditación.
  • Es recomendable practicar la lectio divina con el Nuevo Testamento, por su mayor accesibilidad, ya que interpretar muchos fragmentos e incluso libros completos del Antiguo Testamento exige una formación bíblica al alcance de pocas personas.


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29/11/10

Retiro de Adviento 2010

Este próximo sábado, 4 de diciembre, a partir de las 17'00 h. se llevará a cabo en nuestra parroquia un tiempo de retiro en el que se podrá rezar, meditar y confesar para así, buscando una verdadera conversión, preparar nuestro espíritu para una mejor vivencia del tiempo de Navidad.

15/1/10

Tenemos que ayudar a los damnificados por el terremoto de Haití

Nuestro párroco nos informa de que las colectas de todas las parroquias de nuestra diócesis serán este fin de semana para enviarlas como ayuda a los damnificados por el terremoto de Haití.

La referencia principal que nos propone para colaborar es la de nuestra Caritas Diocesana de Córdoba:

Dirección: Pérez de Castro 4
Teléfonos: 957.47.18.75 - 47.09.21 - (fax) 957.47.18.92
Correo electrónico: programas@caritascordoba.org
Horario oficina: L-V: 8:00-14:30; 17:00-19:00

Como referencias adicionales para canalizar la ayuda cristiana, proponemos las siguientes:

Cáritas Española (Tfno 902 33 99 99)

  • Banco Santander 0049 1892 64 2110527931;
  • BBVA 0182 2000 21 0201509050;
  • La Caixa 2100 2208 39 0200227099;
  • Banesto 0030 1001 38 0007698271;
  • Caja Madrid 2038 1028 15 6000969697;
  • Banco Popular 0075 0001 81 0606839307;
  • Banco Sabadell Atlántico 0081 0216 74 0001306932;
  • CECA 2000 0002 20 9100382307;
  • Bancaja 2077 1277 10 3100146740;
  • CAM 2090 5513 04 0040370409.
Ayuda a la Iglesia Necesitada (Tfno 902 636 737)
  • Banco Popular: 0075 0080 17 0601667548
  • Indicar referencia TERREMOTO HAITÍ
Manos Unidas
  • Banco Santander, referencia 'Emergencia Haití' 0049 1892 63 2210525246
Cruz Roja (Tfno 902 222 292)
  • BBVA 0182 5906 86 0010022227
  • Banco Español de Crédito 0030 1001 35 0004707271
  • Banco Sabadell-Atlántico 0081-0627-34-0001114312
  • Bankinter 0128-0010-97-0100121395
  • Caja Madrid 2038-0603-29-6006640085
  • C.E.C.A. 2000-0002-28-9100510908
  • Deutsche Bank y Bancorreos 0019-0631-22-4010202020
  • La Caixa 2100-0600-85-0201960066
  • Banco Popular 0075-0001-89-0600222267
  • Banco Santander 0049-0001-53-2110022225
  • Triodos Bank 1491-0001-21-0010003006
  • Uno - e 0227-0001-85-0202438590

27/10/09

4/9/09

El Padrenuestro en Latín

Es opinión generalizada que el Concilio Vaticano II eliminó el latín de la liturgia romana. Si bien en la práctica esto ha sido lo ocurrido, lo cierto es que en ningún documento de los aprobados en dicho concilio se establece dicha eliminación. Así en el punto 36 de la constitución Sacrosanctum Concilium (Constitución apostólica acerca de la Liturgia, primera de las cuatro aprobadas en el Concilio, promulgada por Pablo VI el 4-12-63) dice:

“36. § 1. Se conservará el uso de la lengua latina en los ritos latinos, salvo derecho particular.§ 2. Sin embargo, como el uso de la lengua vulgar es muy útil para el pueblo en no pocas ocasiones, tanto en la Misa como en la administración de los Sacramentos y en otras partes de la Liturgia, se le podrá dar mayor cabida, ante todo, en las lecturas y moniciones, en algunas oraciones y cantos, conforme a las normas que acerca de esta materia se establecen para cada caso en los capítulos siguientes.”

También en el nº 41 de la misma Constitución se dispone:
“54. En las Misas celebradas con asistencia del pueblo puede darse el lugar debido a la lengua vernácula, principalmente en las lecturas y en la «oración común» y, según las circunstancias del lugar, también en las partes que corresponden al pueblo, a tenor del artículo 36 de esta Constitución.

Procúrese, sin embargo, que los fieles sean capaces también de recitar o cantar juntos en latín las partes del ordinario de la Misa que les corresponde.”

Como se puede observar, según lo establecido en el Concilio Vaticano II, la lengua ordinaria en la liturgia debe ser el latín aunque con el devenir del tiempo lo que se establecía como una posibilidad (el uso de la lengua vulgar) se ha adoptado como habitual.

Siguiendo la línea de lo establecido en el Concilio Vaticano II, nuestro Sumo Pontífice, Benedicto XVI en la exhortación apostólica Sacramentum Caritatis, que reúne las propuestas del Sínodo de Obispos realizado en 2005, nos dice en su nº 62:

62. Lo dicho anteriormente, sin embargo, no debe ofuscar el valor de estas grandes liturgias. En particular, pienso en las celebraciones que tienen lugar durante encuentros internacionales, hoy cada vez más frecuentes. Se las debe valorar debidamente. Para expresar mejor la unidad y universalidad de la Iglesia, quisiera recomendar lo que ha sugerido el Sínodo de los Obispos, en sintonía con las normas del Concilio Vaticano II: exceptuadas las lecturas, la homilía y la oración de los fieles, sería bueno que dichas celebraciones fueran en latín; también se podrían rezar en latín las oraciones más conocidas de la tradición de la Iglesia y, eventualmente, cantar algunas partes en canto gregoriano. Más en general, pido que los futuros sacerdotes, desde el tiempo del seminario, se preparen para comprender y celebrar la santa Misa en latín, además de utilizar textos latinos y cantar en gregoriano; y se ha de procurar que los mismos fieles conozcan las oraciones más comunes en latín y que canten en gregoriano algunas partes de la liturgia.

Por todo lo anterior, en nuestro afán formativo e intentando seguir las orientaciones y recomendaciones dadas por nuestro Santo Padre, traemos a nuestra web el texto del Padrenuestro en latín acompañado por un par de videos. En uno de ellos se canta el Padrenuestro en latín al mismo tiempo que se puede ir leyendo en pantalla. El otro es un video homenaje al queridísimo Juan Pablo II, en el que él mismo, tras una introducción que nos ayuda a ver la figura de Dios como Padre, canta el Padrenuestro en latín.

PATER NOSTER
(Padrenuestro)
Pater Noster,
qui es in caelis,
sanctificétur nomen Tuum,
adveniat Regnum Tuum,
fiat volúntas tua,
sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum quotidiánum
da nobis hódie,
et dimitte nobis débita nostra,
sicut et nos dimittímus debitóribus nostris;
et ne nos indúcas in tentationem,
sed libera nos a malo.






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25/6/09

Necesidad de Orar: Sal de la Tierra

Unas manos vierten sal“Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve insípida ¿con qué se salará?. Para nada sirve ya, sino para ser tirada y que la pisen los hombres”(Mat.5,13)) Los Cristianos estamos obligados a ser sal en el mundo, dando un nuevo sabor de Dios con nuestro testimonio y con nuestra palabra. Tenemos que ser fermento en medio de una sociedad donde prima el tener , la comodidad, el egoísmo, para que descubran que la verdadera felicidad no esta en tener, sino en dar, no en la comodidad, sino en el servicio a los demás, no en el egoísmo, sino en el amor a todos los hermanos sin esperar nada a cambio. Y Dios que no se deja ganar en generosidad, nos dará esa felicidad y esa paz que sólo El puede dar.

“Vosotros sois la luz de mundo. No se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de la casa”(Mat.5,15). No podemos pasar por la vida apagados, sin tener nada que dar ni que decir. “Yo soy la luz del mundo” dice Jesús. Para no andar en tinieblas, tenemos que seguir sus pasos, pisar sus pisadas, hacer lo que Él hacía. Sólo así podremos alumbrar a los que caminan sin luz. Cuanto más vivamos en la presencia del Señor, cuanto más silenciosa y sincera sea nuestra oración, más podremos traslucir la luz de Cristo. Tenemos que pedir al Señor con fe y humildad que nos llene de su luz y el Señor nos dará las gracias necesarias para que con nuestras obras reflejemos el verdadero rostro de Dios y puedan conocerlo los que andan en tiniebla.

Textos para orar: Mat.5, 13-16 ; 1ª Corintios 9,16-23 ; Salmo 24 ; Salmo 39 ; Mat. 28,16-20 ; 2ª Corintios 1, 1-7 ; Mat. 5, 1-12.


Oración del Libro Encuentro: PALABRA Y FUEGO

Padre, fuente de luz y de calor, envíanos tu palabra viva, y haz que la aceptemos sin miedo y aceptemos ser abrasados por ella.

Venga tu palabra, Señor, y una vez encendido en nuestros corazones tu fuego inextinguible, nosotros mismos seremos portadores de ese fuego unos para otros.

Tórnanos, Señor, en palabras cálidas y luminosas, capaces de incendiar el mundo, a fin de que cada hombre pueda sentirse cercado por las llamas infinitas de tu amor. Amén.

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16/6/09

Necesidad de orar: Amar como Jesús amó

Sagrado Corazón de JesúsEn ti, Jesús, se ha hecho palpable la bondad de Dios y su amor para con todos nosotros. Nos has hecho ver la tierna bondad de nuestro Dios (Lucas 1, 78).

Él es constante en amarnos. Aunque una madre pudiera olvidar a su hijo, Él nunca se olvidaría de nosotros (Isaías 49, 15). Nos guarda como a la niña de sus ojos (Deuteronomio 32,10) y nos tiene grabados en la palma de sus manos (Isaías 49, 16). ¡Su fidelidad pasa de generación en generación! (Salmo 100, 5).

Tú nunca retirarás tu amor de nosotros. Tu corazón se conmueve y se remueven tus entrañas cada vez que te somos infieles (Oseas 11, 8). Y cuando tienes que reprendernos se te conmueve el corazón y te enterneces (Jeremías 31, 20).

¡Tanto nos quiere nuestro Padre Dios, que nos entrega a su Hijo Único! (Juan 3, 16). No se lo reserva como propio, sino que lo entrega por amor a nosotros. Lo abandona en la cruz (Marcos 15, 34) para no tener que abandonarnos a nosotros. Y le hace cargar con nuestros pecados para reconciliarnos con Él (2ª Corintios 5, 19)

En la cruz nos muestras, Jesús, la forma más sublime del amor. Jesús, nos ha dado el ejemplo, ahora quiere que nosotros amemos de la misma manera que Él amó a los amigos y enemigos. ¿Pero qué hacemos con aquel que nos cae mal o nos hizo una ofensa que no hemos olvidado?

Uno sólo es nuestro Padre, y todos nosotros somos hermanos (Mateo 23, 8). Por eso, el que ama de veras al Padre, ama también a todos los hijos de ese mismo Padre (1ª Juan 5, 1).

Si tanto nos ama Dios, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. El nos amó primero. Sólo si nos amamos unos a otros, permanecemos en Dios y Dios en nosotros (1ª Juan 4, 15).

De tal suerte eres Padre de todos, que nos pides siempre cuentas de la suerte de nuestros hermanos (Genesis 4, 9). Tanto es así, que si estamos para presentar nuestra ofrenda ante tu altar, y nos acordamos de que un hermano tiene algo contra nosotros, quieres que dejemos allí mismo nuestra ofrenda, y vayamos primero a hacer las paces con nuestro hermano (Mateo 5, 23). Condicionas tu perdón a cómo nosotros nos perdonemos unos a otros (Mateo 6,12).

Danos, pues, Jesús, tus mismos sentimiento, de forma que nos comportemos con el mismo amor con que tú te comportas con nosotros.

Para orar, podemos coger algunos de los textos de los citados anteriormente.

(Textos seleccionados de la obra: ORAR LA BIBLIA, Inspiraciones bíblicas, de José L. Caravias, S.J.)

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20/5/09

Necesidad de orar: María Madre de Dios

Imagen de María besando al niño Jesús en sus brazos. Obra titulada 'Besando la cara de Dios', de Morgan WeistlingLa Virgen María, la Madre de Dios, es uno de los pilares fundamentales de nuestro sentimiento religioso. María es Madre de Jesús, Madre de Dios, y Madre de todos nosotros, ya que es el mismo Jesús quien así lo proclama (Jn 19, 25-27).

La madre que sufre por nosotros cuando sufrimos, que vela nuestra enfermedad y nos reconforta, la que nos acompaña en nuestras dificultades. Es la Madre que intercede por nosotros como vemos en la boda de Cana de Galilea: “Jesús no tienen vino” y a continuación: “haced lo que Él os diga”.

Todo eso es María, nuestra Madre, que da su amor sin esperar nada a cambio. Es el cálido regazo en el que nos acoge, es la personificación del amor y del sacrificio. María es el reflejo de todas las virtudes que nos acercan a Dios. Como señaló el Papa en el encuentro de Madrid con los jóvenes “María es el camino para llegar a Jesús”.

María vive atenta a la voluntad de Jesús y tiene en cuenta cada una de sus palabras: “Guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón” (Lc 2, 19). Los recuerdos de Jesús, impresos en su alma, la han acompañado en todo momento, llevándola a recorrer con el pensamiento los distintos episodios de su vida junto a Jesús. Han sido aquellos recuerdos los que han constituido, en cierto sentido, el 'rosario' que Ella ha recitado constantemente en los días de su vida terrenal.

El Rosario, precisamente a partir de la experiencia de María, es una oración marcadamente contemplativa. Sin esta dimensión, se desnaturaliza como subrayó Pablo VI: “Sin contemplación, el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecánica repetición de formulas y de contradecir la advertencia de Jesús: “Cuando oréis no seáis charlatanes como los paganos, que creen ser escuchados por su locuacidad...”

El Rosario aunque se distingue por su carácter mariano, es una oración centrada en la cristología. En la sobriedad de sus misterios, concentra la profundidad de todo el mensaje evangélico. Con él el pueblo cristiano aprende de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de su amor.
(¹).

Además de orar contemplando los misterios de cada parte del Rosario, podemos orar también con los textos siguientes: Lucas 1, 26-38 (Anunciación); Lucas 1, 39-45 (Visitación); Lucas 1, 46-56 (Magnificat); Lucas 2, 1-7 (Natividad); Mateo 1, 13-15; Juan 19, 25-27.

(¹) Carta Apostólica ROSARIUM VIRGINIS MARIAE de Juan Pablo II

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7/5/09

Necesidad de orar: El Señor es mi pastor

Imagen del Buen Pastor, de las catacumbas de los primeros cristianosDios todo grande y poderoso, se ha querido hacer pequeño para acercarse al hombre. Hay en la debilidad de ese comportamiento de Dios auténtica grandeza: la de quien te ama sin interés y te quiere por ti mismo.

Dios no se contenta con amar desde su morada, sino que con su Hijo planta su tienda en la existencia humana, se hace carne para buscar y salvar lo perdido. Quiere compartir nuestra pequeñez, nuestra pobreza, nuestro pecado y llega por nosotros hasta el último extremo, padecer una muerte injusta para que todos tengamos VIDA.

Se te ha dado mucho y mucho se te pedirá. El amor es siempre exigente, pero a la vez es misericordioso, a pesar de nuestras infidelidades nunca nos abandona. “El Señor es mi Pastor, me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas”. El siempre va conmigo. En la oración, yo voy con Él.

Pero la vida de oración es dinámica, nada hay más opuesto a la vida de oración que la pasividad. La oración, remueve, cuestiona, inquieta. La oración nos pone en actitud de apertura a la voluntad de Dios. Descubre todas las miserias del corazón para enfrentarlas y transformarlas poniendo nuestro corazón de barro en sus manos para que lo transforme y lo haga misericordioso y compasivo como el suyo. La oración que no lleva a un cambio de vida debe ser cuestionada. La verdadera oración se manifiesta en los frutos.

En la oración busco parecerme cada día más a Jesús y una fórmula muy sencilla para parecerme más a Él, es preguntarme en cada situación que se me presente: ¿qué haría Jesús en mi lugar?. Si esto lo hacemos a lo largo del día con frecuencia iremos transformándonos de tal manera que podremos decir como san Pablo: “ya no soy yo, es Cristo quien vive en mí”.

Textos que podemos meditar: Juan 10, 11-18 - Salmo 23 - Lucas 10, 38-42 - Marcos 10, 35-45 - Juan 3, 14-18 - Gálatas 2, 17-21 - Salmo 84 - Romanos 2, 15-21.

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5/5/09

Mayo, mes de María (y II)

Tal como el año pasado animábamos a rezar el rosario aprovechando el mes de María, también este lo hacemos apoyados en este magnífico vídeo:



Y tú ¿rezas el Santo Rosario?