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30/11/08

¡Ven Señor Jesús!

Domingo I de Adviento. 30 de noviembre.

Lecturas: Isaías 63, 16b-17.19b;64,2b-7 // Salmo 79 // 1ª Corintios 1, 3-9 // Mateo 13, 33-37

Imagen de la Virgen María embarazada con la mano descansando sobre su vientre y una mirada pensativaEste domingo comienza un año nuevo, en la liturgia católica hoy es el día en el que cambiamos de año. Este año leeremos las lecturas dominicales del ciclo B y empieza con un tiempo de preparación: "El Adviento".

¿Qué es el Adviento? El Adviento es un tiempo en el que la comunidad eclesial es convocada a preparar la Navidad, a crecer en la Esperanza, a acoger con fe la venida continuada de su Señor, de Cristo Jesús.

Es un tiempo hecho sacramento: signo eficaz de la Gracia que Dios comunica a su Iglesia y de la fe con que la comunidad eclesial acoge este don siempre nuevo de Dios. La historia de la salvación se actualiza sacramentalmente. El Adviento es ante todo un tiempo de Gracia, y a la vez constituye como una formación permanente y una profundización de la vida cristiana en sus actitudes fundamentales de fe y esperanza.

Los días del Adviento tienen un color entrañablemente mariano, que luego continuará en la Navidad y la Epifanía, porque María de Nazaret, la Madre de Dios y madre nuestra, estuvo a su lado en todos estos acontecimientos por voluntad divina. La Virgen María es el mejor símbolo de la Iglesia que celebra la venida de Cristo. Ella es la mejor maestra de la espera de Adviento. María es Nuestra Señora del Adviento.

Las lecturas de este domingo nos pone de frente con la realidad del Adviento. El profeta Isaías, en la primera lectura, nos hace preguntarnos ante Dios ¿por qué endurecemos nuestros corazones y nuestras vidas para que no te amemos? ¿Por qué estamos tan apartados de ti? Surge inevitablemente una súplica desgarradora: ¡¡VEN SEÑOR JESÚS!! Ven a nuestras vidas, transfórmanos, cambia nuestro corazón de piedra en corazón de carne.

Cuando tu entras en nuestras vidas, cuando dejamos que habites en nosotros, nos transformas, nos derrites de amor. Tú eres nuestro alfarero y nosotros somos el barro, esta es nuestra actitud en Adviento, ser tu barro para que tu amor nos modele hasta ser como tú quieres que seamos, hasta decir con S. Pablo: "Soy yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mi".

San Pablo en su carta a los Corintios, segunda lectura de hoy, nos recuerda que Cristo es el único que nos puede hacer y mantener firmes en la fe y en nuestra opción fundamental en nuestra vida cristiana. Dios nos llama a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. ¡Y Él es Fiel! Dios nos llama a convertir nuestras vidas en este tiempo de Adviento, pero nos garantiza su presencia en nuestras vidas, el siempre se muestra cercano y es el amigo que nunca falla.

Además de esta apertura a la Gracia el Adviento es un tiempo de vigilancia, no se trata de esperar el nacimiento de Cristo, se trata de hacer todo lo posible por preparar convenientemente todo lo necesario para vivir profundamente esa venida de Cristo. No es un tiempo de espera pasiva es un tiempo de esperanza activa, ilusionante, llena de vida. Cristo nos dice ¡Velad y Orad!

Vivamos este tiempo de Adviento en vela y en profunda oración.


Tomás Pajuelo. Párroco

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La vigilancia, virtud propia del Adviento

Queridos hermanos y hermanas:

Juan José Asenjo. Obispo de CórdobaComenzamos en este domingo el tiempo de Adviento, que nos prepara para recordar la primera venida del Señor y nos dispone para acogerle en nuestros corazones en la nueva venida que cada año actualiza místicamente la liturgia. La Iglesia nos invita además a dilatar la mirada: el Señor que vino hace dos mil años, que viene de nuevo a nosotros en Navidad, vendrá glorioso como juez al final de los tiempos. Por ello, el tiempo de Adviento y toda la vida del cristiano es tiempo de alegre esperanza. Es tiempo también de vigilancia, a la que nos insta el evangelio de los últimos domingos del año litúrgico y también el de este domingo primero de Adviento con las parábolas de las vírgenes prudentes y los criados vigilantes.

La vigilancia no es vivir bajo el temor de un Dios justiciero y vengativo que está esperando nuestros errores o pecados para castigarnos. Esta actitud de desconfianza y temor ante Dios y el mundo, sólo engendra personas obsesivas y escrupulosas, que piensan que Dios es un ser predispuesto contra el hombre, quien debe ganarse su salvación con sus solas fuerzas y luchando contra enormes imponderables.

La vigilancia cristiana es una actitud positiva que tiene como base el optimismo sobrenatural de sabernos hijos de un Dios que es Padre, que quiere nuestra salvación y nuestra felicidad y que nos da los medios para alcanzarla. Es concebir la vida cristiana como una respuesta amorosa a un Dios que nos ama, que es fiel a sus promesas y que espera nuestra fidelidad con la ayuda de su gracia.

La actitud de vigilancia debe matizar toda la vida del cristiano, para saber distinguir los valores auténticos de los aparentes. Los medios de comunicación social, en muchos casos difunden modos de pensar y de actuar que nada tienen que ver con los auténticos valores humanos y cristianos. En demasiadas ocasiones canonizan formas de comportamiento ajenas al espíritu cristiano. Se impone, pues, una actitud crítica ante lo que vemos, escuchamos o leemos y una independencia de criterio ante los mensajes contrarios al Evangelio con que, de forma directa o indirecta, nos agreden los medios de comunicación. Esta actitud crítica muchas veces nos deberá llevar a apagar el televisor o no encenderlo, para que no nos arrollen los criterios paganos e, incluso, anticristianos, que en ocasiones los medios nos brindan.

La vigilancia es también necesaria para que no debilite nuestra conciencia moral, para conservar una conciencia recta, que distingue el bien del mal, lo justo de lo injusto, lo recto de lo torcido. De lo contrario, la conciencia puede endurecerse hasta perder el sentido moral, el sentido del pecado, un peligro real para los cristianos de hoy. La vigilancia cristiana nos debe ayudar a poner los medios para conservar la rectitud moral: la confesión frecuente, precedida de un examen sincero de conciencia, y el examen de conciencia diario para ponderar nuestra fidelidad al Señor, son la mejor garantía para mantener la tensión moral y la delicadeza de conciencia.

Es necesaria también la vigilancia ante los posibles peligros que pueden debilitar nuestra fe o nuestra vida cristiana. El cristiano no puede vivir en una atmósfera permanente de temor, porque cuenta con la ayuda de la gracia de Dios, pero tampoco ha de ser un atolondrado, ni creerse invulnerable ante las tentaciones del demonio. Ha de vivir su vida cristiana con responsabilidad y sabiduría, para descubrir los peligros que ponen en riesgo nuestra fe y, sobre todo, el mayor tesoro del cristiano, la vida de la gracia, que es comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu, que vive en nosotros y nos da testimonio de que somos hijos de Dios. La vida de la gracia es ya en este mundo prenda y anticipo de la vida de la gloria, a la que Dios nos tiene destinados.

Para vivir la esperanza cristiana en la salvación definitiva no hay mejor camino que tomar en serio el momento presente en función de los acontecimientos finales, pues nuestro fin será como haya sido nuestra vida. Si cada día tratamos de ser fieles a Dios en nuestro propio estado y circunstancias, viviremos vigilantes y estaremos preparados para “el día y la hora” de que nos habla el Señor en el evangelio de estos días. Este es el estilo de los amigos de Dios, los santos. De este modo no consideraremos la muerte como una tragedia, sino que la esperaremos con la paz y la alegría de quienes se preparan para el abrazo definitivo con el Señor.

Que sea Él quien aliente nuestra vigilancia con su custodia fuerte y amorosa, pues como nos dice el salmo 127,1, “Si el Señor no guarda la ciudad en vano vigilan los centinelas”. Que la Santísima Virgen, a la que todos los días decimos muchas veces “ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte”, nos cuide y proteja ahora y en los momentos finales de nuestra vida.

Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición.

Juan J. Asenjo. Obispo de Córdoba.

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28/11/08

El Arrepentimiento de una Madre

Hemos recibido un comentario a uno de nuestros artículos en el que se nos pide oración por una joven embarazada a la que algunos familiares están presionando para que aborte.

Desde aquí, por si nos pudiese leer, queremos animar a esta joven a que no acabe con la vida del hijo que lleva dentro y le informamos de la existencia de redmadre una red solidaria de apoyo a la mujer embarazada, para que pueda encontrar alternativas positivas frente al drama del aborto, y que éste no se le presente como la única salida posible.

Su teléfono de información es el 902 188 988 y las asociaciones de la red establecidas en Córdoba son:

ADEVIDA
- Ayuda a mujeres embarazadas con problemas sociales o económicos
957 492 857 y 957 488 713
adevida@igm.es
c/ Isabel Losa, 12, Bajo
14001 - Córdoba

RESIDENCIA ADORATRICES "FUENTE DE VIDA"
- Acogida de mujeres embarazadas sin recursos durante el embarazo.
- Apoyo para la inserción socio-laboral.
957 270 088 y 957 272 816
c/ Toledo, 14
14012 - Córdoba

Asimismo la invitamos a ella y a sus familiares a leer y ver, los artículos y videos relacionados con el aborto que se han ido publicando en esta web. Seguro que les aclararán muchas cosas y le ayudarán.

Especialmente dedicado a esta joven embarazada, traemos hoy un video en el que una mujer muestra su enorme arrepentimiento por haber abortado. Un testimonio de primera mano en el que se muestra la cruda realidad que les espera a la mayoría de las mujeres que abortan.

Esperemos que a esta joven, por la que pedimos oración, le pueda servir de algo este testimonio y no tenga nunca que verse reflejada en la mujer del video.



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27/11/08

Compromiso con la política

Confirmo la necesidad y la urgencia de la formación evangélica y del acompañamiento pastoral de una nueva generación de católicos comprometidos en la política, que sean coherentes con la fe profesada, que tengan rigor moral, capacidad de juicio cultural, competencia profesional y pasión de servicio hacia el bien común.
S.S. el Papa Benedicto XVI, el pasado 17 de noviembre de 2008,
en un Discurso a la asamblea plenaria del XXIII Consejo Pontificio para los Laicos:
"Veinte años de la Christifideles laici: memoria, desarrollo, nuevos desafíos y tareas"

26/11/08

Presentación del libro: "Ecumenismo, movimiento sin posible marcha atrás. Pasado, presente y futuro"

El pasado viernes, durante la reunión de Catequesis de Adultos, D. Tomás, nuestro párroco, nos informó de la presentación del libro "Ecumenismo, movimiento sin posible marcha atrás. Pasado, presente y futuro", de D. Manuel González Muñana, que va a ser realizada y acompañada por ilustres y muy cercanos conferenciantes como se muestra a continuación:

  • D. Manuel González Muñana, el autor, es párroco de la Inmaculada y Director del Centro Ecuménico "Testamentum Domini".
  • Día: Viernes, 28 de noviembre de 2008
  • Hora: 20:00 h
  • Lugar: Centro Cultural "San Hipólito", Av. Gran Capitán, 15 - Acceso
  • Organiza: Centro Ecuménico "Testamentum Domini", de la Parroquia de la Inmaculada y San Alberto Magno de Córdoba
  • Preside: Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan José Asenjo Pelegrina, Obispo de Córdoba.
  • Presenta: Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Mario Iceta Gavicagogeascoa, Obispo Auxiliar de Bilbao.
  • Presenta: Rvdmo.Mons. Juan F. Usma Gómez, del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los cristianos, de Roma
  • Modera: Dª. Aurora García Parra, Bibliotecaria del Centro Ecuménico.
Puesto que el concepto y la evolución del ecumenismo es un concepto que pocos cristianos tenemos claramente asimilado, D. Tomás nos propuso asistir como un paso más en nuestro itinerario formativo y todos hicimos propósito de hacerlo, de tal forma que la próxima reunión de catequesis de adultos será llevada a la práctica en forma de asistencia a la citada presentación. Pero queremos invitar y animar al resto de la parroquia de Beato Álvaro de Córdoba así como a todos los cordobeses que puedan leer esta información, para que asistan a dicha presentación por el carácter formativo, conmemorativo en cierta forma de la marcha de nuestro obispo y representativo de la unidad de los cristianos.

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25/11/08

Bendición del Santísimo Cristo de la Luz y de la capilla de la Cena

El pasado domingo, día 23, la parroquia Beato Álvaro de Córdoba y la Hermandad de la Sagrada Cena vivieron uno de esos días que se escriben con letras de oro. A las 12,00 de la mañana, el Sr. Obispo bendecía, en primer lugar la capilla donde reciben culto Nuestro Padre Jesús de la Fe en el momento cumbre de instituir el misterio de la Eucaristía, así como María Santísima de la Esperanza del Valle, titulares de la corporación nazarena de Poniente. A continuación procedía a la bendición del Santísimo Cristo de la Luz que, a partir de esta fecha preside el presbiterio del templo parroquial.

En su homilía, Don Juan José Asenjo agradeció el esfuerzo realizado tanto por la parroquia como por la hermandad y que daban como fruto el importante incremento patrimonial y espiritual experimentado, animando a luchar para conseguir el objetivo de que Cristo llegue a reinar sobre toda la sociedad. En este sentido hizo un llamamiento para que los laicos sean mensajeros del Evangelio, con el fin de reorientar las realidades temporales hacia el corazón de Dios, objetivo que sólo puede conseguirse dando testimonio tanto con obras como con palabras. La Caridad nos hace creíbles a los católicos, porque será éste, y no otro, el criterio de discernimiento que Cristo utilizará a la hora de enjuiciar nuestro paso por la Tierra: el amor hacia los más desfavorecidos. Profundizando en esta idea de compromiso para con los más desfavorecidos recordó los contenidos del nuevo Plan Pastoral de la Diócesis que pivota sobre dos ideas fundamentales: profundizaren el culto a la Eucaristía, tanto dentro como fuera de la Santa Misa, así como ofrecer un servicio más eficaz y certero con los pobres y marginados.

Finalmente elevó plegarias por los sacerdotes de la parroquia para que sigan liderando la gozosa realidad que representa la feligresía de Poniente. Pidió, asimismo, por la hermandad de la Cena para que cuide las esencias de la Eucaristía, animándola a buscar la renovación y el incremento de la vida cristiana. También oró por la comunidad parroquial, comunidad viva y comprometida en todos los ámbitos pastorales. Y por último pidió al Santísimo Cristo de la Luz para que seamos una comunidad orante y fervorosa, ya que si no hay oración nuestra labor será hueca y vacía.
En nuestro apartado de fotos podrás ver un amplio reportaje fotográfico de todo el acto.

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Conferencia: "Los retos de la familia andaluza en el siglo XXI"

Nuestro párroco, D. Tomás, nos pide que avisemos de la conferencia que se va a celebrar el próximos jueves. Estos son los datos:

23/11/08

Jesucristo, Rey del Universo

Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo. 23 de noviembre.

Lecturas: Ezequiel 34, 11-12.15-17 // Salmo 22 // 1ª Corintios 15, 20-26.28 // Mateo 25, 31-46

Primer plano del rostro del monumento a Cristo Rey en Lisboa. Una estatua de 28 metros de altura ubicada sobre una plataforma de 75 metros a la orilla del río Tajo.Con la Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, concluye el año litúrgico. El calendario cristiano, no concuerda con el civil. Para nosotros el nuevo año comienza con el Adviento, tiempo de preparación al nacimiento de nuestro Señor. Navidad es el centro de la historia, en ese día comienza el antes y el después del tiempo. Por este motivo, al prepararnos con el adviento comenzamos el nuevo año.

La solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, está colocada en el último día del año litúrgico para que recordemos cuál es el final de nuestra existencia, compartir eternamente la realeza de Cristo en la Gloria. Es el advenimiento de toda la creación a los pies de su Dios y Señor. Cristo, que al final del mundo vendrá para juzgar a vivos y muertos, será el juez de todas las naciones. Ante Él se postrarán todos los pueblos. Someterá a toda la creación, incluso a la muerte y ya no habrá ni llanto, ni luto ni dolor.

Pero la Realeza divina implica un vivir como súbditos, es saber que estamos a los pies de nuestro rey y señor. Qué difícil nos resulta vivir desde esta humildad. Que soberbia la nuestra que se empeña en vivir la vida a espaldas de Dios. Cómo pasamos de Dios en nuestros días. Parece que el todopoderoso hombre, ha sido capaz de dominar el mundo y ya no necesita de Dios. Es ahora, cuando más poder cree tener el hombre, cuando más evidente es el papel del mal y del pecado en el mundo: guerras, drogas, terrorismo, violencia, muerte, hambre,… ¿Quién nos creemos que somos? Somos unos ingenuos creyendo que Jesucristo no nos pedirá cuentas de nuestros actos, que este mundo pasará y que para poder vivir la vida eterna no tendremos que presentar nuestras vidas ante Dios.

Jesús es el Rey de la Historia, el Rey de nuestras vidas, es el único por él que merece la pena entregar nuestra existencia. El único que en verdad vela por nosotros, el único que se ha ganado su realeza obedeciendo a Dios Padre, el único que nos hace partícipes de su herencia eterna si también nosotros obedecemos a nuestro Padre del -Cielo.

Si Jesús es nuestro Rey, demostremos nuestra obediencia en la vida real y concreta de cada día. Si de verdad Él es el centro de nuestra existencia que se note en cada palabra, obra y acción de cada día. Seamos fieles cumplidores de su voluntad, vivimos en un mundo de cambios, de anarquía moral. Nosotros no podemos olvidar nuestra obediencia a Cristo y a su evangelio. No podemos olvidar quién nos ha dado todo lo que tenemos y nos ha dado los talentos necesarios para poder vivir felices nuestras vidas. Si tenemos que elegir, yo prefiero servir a Cristo y su infinita misericordia antes que servir al mundo y su dictadura de muerte y pecado.

Este día, 23 de noviembre de 2008, es un día de singular importancia para nuestra parroquia, en este día de Cristo Rey, el Señor Obispo va a bendecir la imagen del Santísimo Cristo de la Luz que a partir de hoy presidirá el altar mayor de nuestra parroquia. Todos éramos conscientes de que faltaba una imagen en el altar mayor, en siete años de andadura hemos mejorado, poco a poco, nuestro templo parroquial. Hoy ha llegado el día en que gracias a la generosidad de La Hermandad de la Sagrada Cena, la imagen de Cristo crucificado preside nuestro altar. Es una imagen preciosa, que invita a la oración, a la súplica serena y confiada a un Dios que se entrega y que a su vez nos irradia paz, serenidad, quietud,… Demos gracias a Dios nuestro Padre por medio de Jesucristo por habernos bendecido con estos dones de su salvación y permitirnos ir culminando la obra de su casa para hacerla más digna de su presencia entre nosotros.

Tomás Pajuelo. Párroco

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22/11/08

La legalidad no lo ampara todo

"Never forget that everything Hitler did in Germany was legal."

"(No olvidemos que todo lo que Hitler hizo en Alemania fue legal)"

Martin Luther King, Jr. (1929-1968), Premio Nobel de la Paz.

En términos de la próxima regulación del aborto en España y en un ámbito de relativismo moral, estimamos que conviene reflexionar sobre ello. En efecto, esa reflexión se puede ver sustentada en esta otra siguiente cita:
El liberalismo político, reconociendo sus logros positivos, cuando pretende que el sistema democrático del consenso sea la fuente de la verdad, se transforma en un totalitarismo relativista. Todo sistema ideológico que quiera abarcar la realidad entera es inhumano, porque transforma las estructuras políticas en medio para la imposición de una ideología, como sucedió con todos los totalitarismos este siglo. Al afirmar incondicionalmente la libertad, acaba matando la verdad.
Salvador Arguedas,
católico argentino experto en bioética,
en un artículo muy recomendable: El aborto, ¿derecho humano?

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21/11/08

Aviso: Renovación de las Promesas del Bautismo

El próximo sábado, 22 de noviembre, a las 18'00 h. los niños que recibirán este curso su Primera Comunión tendrán la celebración de la Renovación de las Promesas del Bautismo.

20/11/08

Cursillos de Cristiandad - Diciembre 2008

A continuación os ofrecemos la programación de las actividades del movimiento 'Cursillos de Cristiandad' de Córdoba en este último mes de 2008. También puede consultar la programación completa de actividades para el curso 2008/2009 si desea más información.

DICIEMBRE 2008
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Del 05 al 08 Cursillo de Cristiandad (Casa de San Pablo)
Día 11 Ultreya trimestral, a las 20:30 horas en la Casa de Cursillos de Cristiandad (San Pablo).
El 13 y 14 Cursillo de Renovación (Casa de San Pablo)
Día 20 Acto de Navidad, en la casa de Cursillos de San Pablo

Más información en los teléfonos: 665160660 y 957274095 y en cursillosdecordoba@cursillosdecordoba.com

19/11/08

Vídeos de la campaña 2008 de "portantos"

El Programa para el Sostenimiento Económico de la Iglesia fue puesto en marcha el pasado año por la Conferencia Episcopal Española. Hoy traemos a nuestra web los vídeos de los últimos tres anuncios de televisión correspondientes a la campaña 2008 del citado programa como una forma de recordarnos la obligación que tenemos los cristianos de colaborar a dicho sostenimiento.

Vídeo: Labor de la Iglesia 2008 - A


Vídeo: Labor de la Iglesia 2008 - B


Vídeo: Labor de la Iglesia 2008 - C


Como complemento, aportamos los siguientes enlaces:


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17/11/08

Bendición del Cristo de la Luz y de la Capilla Penitencial

El próximo domingo, 23 de de Noviembre, en la eucaristía de las 12,00 horas, tendrá lugar la solemne bendición de la imagen del Cristo de la Luz, nuevo titular de la Hermandad de la Sagrada Cena que presidirá el altar mayor del templo parroquial. Asimismo se bendecirá la ampliación de la capilla penitencial del templo y los nuevos altares que acogen a Nuestro Padre Jesús de la Fe y a María Santísima de la Esperanza del Valle una vez acondicionados.

El acto será presidido por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de la Diócesis, Don Juan José Asenjo, que, tras su reciente nombramiento como Obispo Coadjutor de la diócesis de Sevilla, realizará con este motivo su última visita a nuestra Parroquia.

Por todo ello la misa de 12 h. no será la habitual "misa de niños" y por tanto no habrá bancos reservados para ellos.

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16/11/08

Parábola de los talentos

Domingo XXXIII del tiempo ordinario. 16 de noviembre.

Lecturas: Provervios 31,10-13.19-20.30-31 // Salmo 127 // 1ª Tesalonicenses 5,1-6 // Mateo 25, 14-30

Grabado de 1712 que muestra a los dos siervos fieles rindiendo cuentas ante su señor y al mal siervo escarbando en la tierra en busca de su talento.Siguiendo con la temática de estos últimos domingos del año litúrgico, el evangelio de hoy nos presenta la parábola de los talentos, la realidad del final de los tiempos en el que todos tendremos que dar cuentas de nuestros talentos ante Dios.

Decíamos el domingo pasado que del mismo modo que se acaba el año litúrgico, aunque el civil termina el 31 de diciembre, así también acabará nuestra existencia.

Hoy la parábola del evangelio nos presenta a un señor que reparte el trabajo a tres de sus empleados. Él les encomienda una tarea, los dota de los talentos necesarios para cumplirla y después les pide cuentas. A uno de sus empleados le dejo cinco talentos de plata. Aquel hombre usó su inteligencia, fue diligente en el cumplimiento de su deber y poniendo en juego todo lo que el Señor le había dado consigue duplicar los cinco talentos, ganado así la aprobación del señor y su recompensa. El que recibió dos, según sus posibilidades, también se puso diligentemente a trabajar y consiguió otros dos y la tan deseada recompensa.

El que recibió sólo un talento, según su capacidad, se acobardó, se dedicó a la buena vida, sabía lo exigente que era su señor, pero se contentó con mantener su talento. No se esforzó nada, no se implicó en cumplir su deber. Este recibió el castigo a su inoperancia. Fue vago y desastroso y recibió el castigo adecuado.

Esta parábola la podemos pasar a nuestros días: el señor que reparte talentos es DIOS; los empleados cada UNO de nosotros; los réditos finales cada una de nuestras vidas al final de los tiempos.

Podemos presentar una vida cargada de buenas obras, haciendo que los dones recibidos de Dios sirvan para el bien de muchos hermanos nuestros. Haciendo que nuestra vida sea de una radical entrega a Dios y a los hermanos. Serían estos empleados los santos y santas de Dios, que han llevado hasta la plenitud los dones recibidos.

Podemos ser empleados con menos talentos, los que Dios ha querido darnos, pero muchos o pocos los hacemos rendir en obras de amor al prójimo y a Dios.

Podemos ser empleados holgazanes, hemos recibido los dones de Dios pero no los ponemos a rendir. Nos da lo mismo, nos contentamos con presentarnos ante Dios con lo mismo que nos ha dado, sin ningún fruto, sin haber hecho nada. Él nos lo dio y lo mismo le presentamos. Es la postura cómoda, que Dios lo haga todo, que nos dé talentos, que los haga rendir, que además nos perdone nuestra negligencia y nos dé el premio eterno. Pues la realidad es otra, Dios nuestro Señor nos ha bendecido a todos con infinidad de dones, unos más otros menos, pero todos los necesarios para que según nuestras posibilidades los hagamos rendir. NO tenemos excusa, o lo hacemos o no. El Señor lo dijo bien claro, al siervo vago y negligente será expulsado y arrojado a las tinieblas.

La vida cristiana es vida, no es quedarme sentado esperando que me las den todas. Cristo no hizo eso, se dedicó a predicar, a curar, a enseñar,... y él no tenía obligación. ¿Somos nosotros más que nuestro Señor? Si él lo hizo, ¿qué excusa tenemos nosotros para no hacerlo?

Despertemos de nuestro letargo, hay que ponerse las pilas, que nos estamos jugando la vida eterna.

Los apóstoles, ante la dureza de las exigencias le preguntaron ¿quién puede salvarse? Y Jesús les dijo: ¡Solos, ninguno pero con la Gracia de Dios todos podéis! Con Él todo lo puedo, con Él sí que podemos conseguirlo, ¡ANIMO, ADELANTE!

Tomás Pajuelo. Párroco

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15/11/08

Una sólida argumentación contra el Aborto

Traemos hoy a esta web un video con el testimonio del ginecólogo mexicano Carlos Fernández del Castillo, miembro destacado del Centro Mexicano de Ginecología y Obstetricia ante la corte suprema de Mexico. Este doctor lleva 50 años en la profesión y ha asistido a muchos miles de partos y seguimientos de embarazos. Explica en lenguaje muy comprensible, incluso para los más profanos, lo que para él supone el aborto. No pueden ser más claras sus declaraciones a favor de la defensa del embrión y, al mismo tiempo, la denuncia sobre las razones que motivan la despenalización de lo que según, el doctor Fernández del Castillo, nunca dejará de ser un delito contra la Humanidad.




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13/11/08

Carta a la Diócesis de Córdoba

Queridos hermanos y hermanas:

Juan José Asenjo. Obispo de CórdobaEscribo estas líneas cuando está a punto he hacerse público mi nombramiento como Arzobispo coadjutor de Sevilla. Son muchos los sentimientos que se agolpan en mi mente y en mi corazón en estos momentos. Son sentimientos encontrados, por una parte de gratitud al Señor que me envía a la Iglesia metropolitana hispalense para continuar en ella su obra de salvación, gratitud que quiero manifestar también al Santo Padre Benedicto XVI por la confianza que en mí deposita al hacerme este encargo. Junto a la alegría, la gratitud y la esperanza, os confieso también un fuerte sentimiento de tristeza y de nostalgia.

La Providencia de Dios quiso que hace cinco años –se cumplieron el pasado 27 de septiembre- me cupiera en suerte servir a la Iglesia en Córdoba, donde desde el principio me sentí acogido y querido y donde encontré unos sacerdotes magníficos, unos Seminarios bien orientados, una colaboración amplia y generosa de la vida consagrada en todos los sectores de la vida pastoral, y numerosos fieles laicos que aman verdaderamente a Jesucristo y a la Iglesia. Como he confesado en algunas ocasiones, lo primero que he hecho cada día a lo largo de estos cinco años, sin duda los más gozosos hasta ahora de mi vida sacerdotal y episcopal, ha sido dar gracias a Dios por ser Obispo de Córdoba, una Diócesis de profundas raíces cristianas y especialmente bendecida por Dios. A pesar de que mi servicio a Córdoba ha sido relativamente corto, con la ayuda de Dios y vuestra colaboración hemos ido día a día edificando la Iglesia y construyendo un pequeño tramo de la historia de nuestra Diócesis.

En estos años he tenido el gozo de ordenar 41 nuevos sacerdotes, he visto crecer nuestros Seminarios y hemos ido cumpliendo los objetivos de nuestro Plan Diocesano de Pastoral “¡Levantaos!,¡vamos! (Mc 14,42)”, tratando de renovar la pastoral de la iniciación cristiana, cuyo fruto más visible es la publicación y puesta en marcha del Directorio de esta pastoral específica. Hemos tratado también de potenciar la pastoral juvenil y vocacional y la pastoral del matrimonio, de la familia y de la vida, que se ha plasmado, entre otras iniciativas, en la creación de tres Centros de Orientación familiar, en la Capital, en la Campiña y en la Sierra. Hemos logrado también ver aprobado el Propio de los Santos de la Diócesis y hemos dado un notable impulso a Caritas Diocesana, con proyectos cada vez más importantes y eficaces.

Asimismo, con la ayuda del Delegado y de muchos Presidentes de Agrupaciones, Hermanos Mayores y Consiliarios, hemos ido dando pasos significativos en la clarificación de la neta identidad religiosa de nuestras Hermandades y Cofradías, a las que he procurado mostrar mi cercanía, viendo en ellas un camino privilegiado de evangelización y de vida cristiana en nuestra Diócesis. Me siento especialmente satisfecho del camino que hemos recorrido para afianzar la Acción Católica y recrear las ramas de jóvenes y de niños, y también de la creación de nuestra hoja Diocesana Iglesia en Córdoba. A través de ella he entrado en contacto cada semana con vosotros y a todos nos ha ayudado a crecer en comunión como familia diocesana.

Con la ayuda inestimable del Cabildo hemos comenzado la restauración del Palacio Episcopal, al que hemos trasladado ya los despachos y organismos de la Curia, a la espera de iniciar la obra del nuevo Museo Diocesano. También está a punto de concluir la obra de construcción de la parroquia de Santa Rafaela. Dios quiera que en las semanas que todavía voy a permanecer entre vosotros el Señor me conceda la gracia de ver iniciadas las obras de la parroquia de Ntra. Sra. de Consolación y de la nueva Casa Sacerdotal, que nuestros sacerdotes ancianos y enfermos necesitan y merecen. En los compases finales del trabajo preparatorio, siento en el alma no haber podido iniciar el Proceso Diocesano de Beatificación de nuestros mártires, que corresponderá a mi sucesor, a quien le tocará también, si lo estima conveniente, aplicar el nuevo Plan Diocesano de Pastoral ya aprobado, centrado en la Eucaristía y el servicio a los pobres.

A lo largo de estos años no han faltado los sufrimientos y la cruz, ni el trabajo muchas veces agotador, pero han sido incomparablemente mayores las satisfacciones y los gozos. En mis visitas a las parroquias he entrado en contacto con comunidades vivas, comprometidas con Jesucristo, con la Iglesia y la Nueva Evangelización. Siempre recordaré a los sacerdotes, buenos, entregados y generosos, que aspiran seriamente a la santidad, que he conocido en estos años. Por todo ello, tengo muchos motivos para dar gracias a Dios y a todos vosotros, los miembros del Consejo Episcopal y de la Curia diocesana, a los sacerdotes, consagrados, seminaristas y laicos, y a las autoridades que siempre me han tratado con deferencia y afecto. Bien sabe Dios que siempre pensé finalizar mi servicio episcopal entre vosotros. La Providencia de Dios ha dispuesto otra cosa y yo acato amorosamente su voluntad.

Estad seguros de que os llevo a todos en el corazón. Me quedo cerca, en la Iglesia hermana de Sevilla. Allí me tendréis siempre para serviros en lo que me sea posible.

Estaremos unidos por los lazos invisibles pero reales de la Comunión de los Santos. Rezaré cada día por vosotros para que seáis siempre fieles a vuestra historia cristiana y para que el Señor os siga bendiciendo. Rezad también por mí para que sea un instrumento dócil y eficaz del ministerio de salvación que el Señor me encomienda en la Diócesis hispalense.

En las próximas semanas tendré la ocasión de despedirme de todos, especialmente en la Eucaristía de acción de gracias que tendrá lugar en nuestra Catedral el sábado 10 de enero.

Hasta entonces, para todos mi abrazo fraterno y mi bendición.

Juan J. Asenjo. Obispo de Córdoba.

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Cadena de oraciones por las vocaciones de la diócesis

D. Tomás, nuestro párroco, nos insta a difundir una iniciativa del Seminario Mayor de San Pelagio con la que nos ruegan oraciones por las vocaciones sacerdotales. No es un rogatorio al uso sino que toma la forma de una cadena de oraciones, según la cual se coordina la oración de aquellas personas que se comprometen a rezar un pequeño periodo de tiempo fijo semanal y así asumen como propia la necesidad que tiene la Iglesia de recibir santos sacerdotes para acercar a sus fieles a Dios.

Es una iniciativa necesaria y magníficamente planteada, suscitada por las palabras de Jesús nuestro Señor en el Evangelio, del Papa y de nuestro Obispo. Desde este espacio parroquial que es nuestra web de Beato Álvaro de Córdoba, con mucha esperanza animamos a todas las personas de nuestra parroquia a adherirse a esta cadena de oraciones por las vocaciones de la diócesis.

La forma de hacerlo, y cualquier explicación adicional a lo ya expresado, está más y mejor expuesto en el tríptico que los hermanos del Seminario han preparado y que reproducimos a continuación:

CADENA DE ORACION - Por las vocaciones al Sacerdocio - DIÓCESIS DE CÓRDOBA

  • ¿Qué es la cadena de oración por las vocaciones al sacerdocio? Es una red de personas que se inscriben de modo voluntario y se comprometen a orar periódicamente, día y noche, por las vocaciones al sacerdocio.
  • ¿Quién puede inscribirse? Toda persona, de cualquier edad, profesión, estado y circunstancia. Y también, por supuesto, los enfermos. Grupos grandes o pequeños, comunidades religiosas, monasterios, asociaciones y movimientos…
  • ¿A qué me comprometo? A dedicar todas las semanas un tiempo fijo a orar por las vocaciones al sacerdocio. Para ello recibiré sencillos materiales de oración.
  • ¿Cómo me inscribo? Rellena la ficha de inscripción indicando tus preferencias y entrégala en la Parroquia o envíala al Seminario. Los coordinadores de la cadena de oración confirmarán por escrito los días y horas que te han sido adjudicados.
Según el explícito mandato del Señor, hemos de implorar el don de la vocación en primer lugar rezando incansablemente y juntos al “Dueño de la mies”.

La invitación está en plural “rogad, por tanto, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies” (Mt 9, 38). En esta perspectiva es iluminadora también otra expresión de Jesús “si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir cualquier cosa, la obtendrán de mi Padre Celestial” (Mt 18, 19).

El Buen Pastor nos invita, pues, a rezar al Padre Celestial, a rezar unidos y con insistencia para que Él envíe vocaciones al servicio de la Iglesia-comunión.
Benedicto XVI
Soy consciente de que la oración es el “alma” de toda pastoral vocacional. Por ello, encarezco a todos los miembros de nuestra Iglesia diocesana que pongan en el centro de su plegaria diaria esta intención.

Ruego a los miembros de la vida contemplativa de la diócesis, a los sacerdotes y a los laicos que en la celebración o participación de la Eucaristía, y en el culto eucarístico fuera de la Misa, es decir en la exposición y adoración al Santísimo, pongan en primer plano esta intención: pedir al Señor que nos conceda muchas, santas y generosas vocaciones al sacerdocio.

Juan J. Asenjo, Obispo de Córdoba
Rellena y entrega esta ficha en tu Parroquia o envíala por correo postal a la siguiente dirección:
Cadena de Oración
Seminario Conciliar San Pelagio
C/ Amador de los Ríos, 1
14004 CÓRDOBA
Teléfono: 957 496476
Email: vocacional@seminariosanpelagio.es
Web: http://www.seminariosanpelagio.es
PD: Cualquier duda que pueda tener sobre este asunto, se puede consultar en el teléfono anterior pero también nos ofrecemos a intentar solventarla desde aquí; simplemente deje un comentario en la noticia con su consulta.

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12/11/08

Cursos de Discernimiento Vocacional

El equipo diocesano de Pastoral Vocacional y el Seminario Conciliar "San Pelagio" han organizado un Curso de Discernimiento Vocacional para ayudar a los jóvenes a encontrar su vocación y para una introducción progresiva en la vida del Seminario Mayor.

Os dejamos a continuación más datos sobre dicho curso:

Calendario 2008-2009

  • 31 Octubre - 1 Noviembre
  • 28 - 29 Noviembre
  • 12 - 13 Diciembre
  • 23 - 24 Enero
  • 27 - 28 Febrero
  • 27 - 28 Marzo
  • 24 - 25 Abril
  • 22 - 23 Mayo
Destinatarios
  • Estudiantes de Bachillerato
  • Universitarios
  • Jóvenes mayores de 17 años con inquietud vocacional

Contenidos

La vocación en general:

  • La vocación en la Biblia
  • La Teología de la vocación
  • Vocación y psicología

Las vocaciones de especial consagración:

  • Naturaleza de la vocación consagrada
  • Manifestaciones de la llmada de Dios y criterios de discernimiento
  • El ministerio del sacerdote diocesano
  • Historia de las formas de vida consagrada

Asimismo se han organizado unos Ejercicios Espirituales para Jóvenes del día 26 de febrero al 1 de marzo de 2009 en San Calixto (Córdoba)

Para mayor información os podéis poner en contacto con el Seminario Conciliar "San Pelagio", c/Amador de los Ríos, 1, 14004 - Córdoba. Teléfono: 957496477. Email: mayor@seminariosanpelagio.es

11/11/08

Primeros pasos de la Jornada Mundial de la Juventud 2011

Como ya anunciamos en su día, desde esta web vamos a hacer un especial seguimiento de todo lo relacionado con la próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que tendrá lugar en Madrid en 2011 con el objetivo de tener informados y facilitar, en la medida de los posible, la preparación y participación de todos los jóvenes de nuestra parroquia que lo deseen en dicha jornada.

Así, os informamos de que el pasado viernes, día 7 de noviembre, en el acto de inauguración del Forum de Pastoral con Jóvenes convocado por los padres Escolapios, celebrado en Madrid, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Antonio María Rouco Varela dio el pistoletazo de salida a la próxima Jornada Mundial de la Juventud.

El cardenal invitó a preparar este encuentro con el Papa a los más de 2.000 representantes de la Pastoral Juvenil española, que abarrotaron el Palacio Municipal de Congresos y anunció que viajará a Roma el próximo Domingo de Ramos, junto a un grupo de jóvenes, para recibir de manos del arzobispo de Sidney (Australia), el cardenal George Pell, la Cruz de los Jóvenes. Una vez en España, este símbolo, ante el cual han rezado los jóvenes de todos los continentes, iniciará una peregrinación hasta 2011 por las distintas diócesis españolas. La «antepenúltima», explicó Rouco Varela, será la de Santiago de Compostela, con motivo de la celebración del Año Santo Jacobeo en 2010.

La invitación del cardenal llega un día después de que el Arzobispado de Madrid celebrara una primera toma de contacto con los distintos miembros de la Iglesia diocesana -sacerdotes, agentes de pastoral juvenil, movimientos, universidades- para avanzar algunas ideas y proyectos de cara a la organización de la JMJ y a la espera de que el Pontificio Consejo para los Laicos delimite algunos marcos de acción.


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10/11/08

Catequesis de Primera Comunión (2º curso) - 30/octubre

Con algo de retraso recojo aquí el resumen de lo tratado el pasado día 30 de octubre en el grupo de 2º curso de la catequesis de Primera Comunión:

Tras la introducción a los sacramentos que hicimos las semanas anteriores comenzamos ahora a tratar con algo de más profundidad el primer sacramento de la iniciación cristiana: el Bautismo.

Partimos la catequesis de recordar a los niños el hecho de que cuando eran tan sólo unos bebés fueron bautizados. Por supuesto, ellos no lo recuerdan, pero es importante que sean conscientes de este hecho y de las repercusiones que para ellos tiene. Para ello les encargamos ‘investigar’ (preguntando a sus padres, padrinos, abuelos,...) sobre los aspectos concretos de su ceremonia de bautismo (cuándo fue, en qué parroquia, quiénes son sus padrinos,...).

A continuación, ya que somos conscientes de que estamos bautizados explicamos a los niños el porqué de este sacramento y cómo Cristo lo instituyó, leyendo el relato del bautismo de Jesús en el río Jordán por Juan el Bautista. Les recalcamos la presencia simultánea en el momento del bautismo de Jesús de las tres personas de la Santísima Trinidad: el Padre que se refiere a “su hijo, su predilecto”, el Espíritu Santo en forma de paloma, y el propio Hijo en la persona de Cristo.

Se abre aquí un interesante diálogo sobre el misterio de la Santísima Trinidad, explicándoles quiénes son cada una de estas personas y cómo a pesar de ser tres personas, Dios es sólo uno; partiendo de la premisa de que nuestro entendimiento limitado no puede aspirar a comprender a Dios (ilimitado) en plenitud.

Les recordamos lo que sobre el Bautismo hablamos en las anteriores clases, respecto a que gracias a este sacramento entramos a formar parte de la Iglesia y borramos esa mancha en nuestra alma que es el ‘pecado original’. Llegados a este punto hacemos hincapié en el regalo que nuestros padres (y padrinos) nos hicieron bautizándonos, y el grave compromiso y responsabilidad que estos adquirieron para educarles en la Fe y poner los cimientos que hagan de ellos unos buenos cristianos.

Para finalizar leemos las preguntas del catecismo que sintetizan lo que deben recordar sobre este sacramento:

¿Qué sucede en el Bautismo? Por el bautismo, Dios nos hace hijos suyos y discípulos de Jesús. También nos da el regalo del Espiritu Santo. Y entramos a formar parte de la gran familia de la Iglesia. Por el bautismo, Dios nos limpia del pecado original y nos da fuerzas para hacer mejora las cosas.

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9/11/08

Parábola de las vírgenes necias y prudentes

Domingo XXXII del tiempo ordinario. 9 de noviembre.

Lecturas: Sabiduría 6,12-16 // Salmo 62 // 1ª Tesalonicenses 4,13-18 // Mateo 25, 1-13

Ilustración de esta parábola recogida en un códice bizantino del siglo VI (Codex Purpureus Rossanensis)Después de celebrar el fin de semana pasado la gloria de los Santos y la esperanza en la resurrección de nuestros hermanos difuntos, a partir de este domingo y hasta el 23 de noviembre, día de la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo con la que terminamos el año cristiano, la liturgia de la Palabra va a hacer referencia a ese final de los tiempos y el futuro de la humanidad.

De la misma manera que el día de Cristo Rey terminará el año, finalizará un año más, también llegará un día, aunque no sabemos ni el día ni la hora, en el que este mundo tendrá su fin. Ese final de los tiempos tiene dos acepciones: una es el final universal, el fin de todo lo creado y otro el final de nuestra existencia personal. Ambos son desconocidos para nosotros aunque es cierto que llegarán, primero el nuestro, después el del universo y tenemos que reflexionar, no podemos seguir ignorando esta realidad.

El evangelio de hoy nos lo recuerda, no podemos dejar para mañana lo que podemos hacer hoy, aquellas doncellas que no estaban preparadas se quedaron fuera. Nos puede pasar a nosotros, que vivamos disfrutando de la vida y sin tomar conciencia que en esta vida nos jugamos la Eterna. Que digamos: “cuando sea mayor me confesaré, me prepararé, recibiré la Unción y así estaré preparado para el final” es verdad que puede ser una opción, pero muy peligrosa. No sabemos cuando será nuestro final, cuando el Señor nos llame a su presencia, y entonces no podremos decirle: “espera que voy a comprar el aceite...”, “espera que voy a prepararme...”.

Lo mejor que podemos hacer es lo que hicieron las vírgenes sensatas, llevaron sus lámparas repletas de aceite y sus alcuzas llenas de aceite por si les hacía falta. En definitiva llenemos nuestra vida de la Gracia de Dios, recibamos frecuentemente los sacramentos de la salvación, estemos con el corazón preparado y en paz con Dios y así, llegue cuando llegue el día no tendremos de qué preocuparnos.

No dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy, vivamos con empeño nuestra salvación, vivamos preparados porque eso nos da una paz que nada ni nadie podrá quitarnos y nos hace vivir con realismo y verdad nuestra existencia, valorando lo que realmente es importante en nuestra vida.

Tomás Pajuelo. Párroco

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8/11/08

Cartas abiertas contra el aborto

Imagen de un fetoPor la actualidad del tema del aborto, con la tramitación parlamentaria de una ley que permita la práctica liberalización del mismo en España, hemos querido recoger en esta web una selección de enlaces a algunas de las numerosas cartas abiertas relacionadas con el aborto aparecidas en los medios de comunicación en los últimos tiempos.

La lectura de estas cartas es recomendable para todas aquellas mujeres que en algún momento se puedan plantear la posibilidad de llevar a cabo un aborto y de manera especial para muchas jóvenes que, por su edad y por la influencia que en ellas puedan ejercer los numerosos medios de comunicación favorables a las actuales corrientes de opinión proabortistas, no le den al aborto la importancia que verdaderamente tiene.

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6/11/08

Aviso: Suspendida la Catequesis de Adultos del próximo viernes

Debido a que nuestro párroco, D. Tomás, debe atender un compromiso fuera de Córdoba, la catequesis de adultos del próximo viernes, día 7 de noviembre, queda suspendida.

La última de las libertades humanas

Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas —la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias— para decidir su propio camino.
Viktor Frankl (1905-1977), neuro-psicólogo de origen judío,
sobreviviente de varios campos de concentración nazi,
en su libro: El hombre en busca de sentido

Proponemos varios puntos de partida para la reflexión:
  • ¿Hasta dónde llega nuestra actitud y determinación personal y cuándo debemos dejar el resto en manos de Dios? ¿lo dejamos en sus manos demasiado pronto? ¿tardamos demasiado en dejarlo en sus manos?
  • ¿Hasta qué punto es la fe una actitud personal y en qué punto comienza a actuar el don de Dios que ella supone?
  • Nuestra vida de fe, nuestra Vida, ¿es producto de una actitud personal frente al mundo convencional? ¿es una costumbre aprendida? ¿es una inercia? ¿cuáles son sus motores?

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5/11/08

San Pío de Pietrelcina. Un Santo en Video.

Primer plano del Padre PíoQueremos dar a conocer hoy a un Santo de Dios, que aunque pueda no ser muy conocido por estos lares tienen infinidad de devotos repartidos por todo el mundo.

Se trata de San Pío de Pietrelcina, el Padre Pío, (n. Pietrelcina (Campania); 25 de mayo de 1887 - m. San Giovanni Rotondo (Apulia); 23 de septiembre de 1968) religioso capuchino italiano que fue elevado a los altares por S.S. Juan Pablo II el 16 de junio de 2002.

El Padre Pío murió con fama de santidad tras haber padecido los estigmas de las heridas de Cristo durante 50 años y haberse producido numerosísimos milagros por su intercesión.

Al haber vivido en el siglo XX existen numerosos testimonios gráficos sobre el Padre Pío. Nosotros hemos buscado, seleccionado y ordenado los mejores videos existentes en la red sobre este Santo. En total son 19 videos los que hemos recopilado, con cuyo visionado, de forma amena, podemos hacernos una idea bastante apróximada de lo que fue el Padre Pío.

Os dejamos ya con los videos sobre el Padre Pío de Pietrelcina.

BIOGRAFÍA



LA VOZ DEL PADRE PÍO



IMÁGENES DEL PADRE PÍO



SUS ÚLTIMOS AÑOS



SU ÚLTIMA MISA



SU MUERTE



SUS FUNERALES



MILAGRO POR SU INTERCESIÓN (I)



MILAGRO POR SU INTERCESIÓN (II)



CANONIZACIÓN



EXHUMACIÓN DE SU CADAVER



OSTENSIÓN DEL CUERPO INCORRUPTO (I)



OSTENSIÓN DEL CUERPO INCORRUPTO (II)



DOCUMENTAL SOBRE SU VIDA (I)



DOCUMENTAL SOBRE SU VIDA (II)



DOCUMENTAL SOBRE SU VIDA (III)



DOCUMENTAL SOBRE SU VIDA (IV)



DOCUMENTAL SOBRE SU VIDA (V)



DOCUMENTAL SOBRE SU VIDA (VI)

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4/11/08

Centros de Orientación Familiar

Silueta de una pareja dándose la espaldaEn su carta semanal del pasado 26 de octubre, nuestro señor obispo, D. Juan José Asenjo, pedía a la comunidad eclesial cordobesa que diera a conocer la existencia de los Centros de Orientación Familiar creados por la diócesis de Córdoba, recomendando a las familias que precisen ayuda utilizar sus servicios.


Desde esta web queremos hacernos eco de las palabras de nuestro pastor y aportar nuestro granito de arena en la difusión de estos centros que tanto bien pueden hacer a las familias con problemas de pareja, con los hijos, etc, siendo especialmente recomendable acudir a él a las parejas que se estén planteando una posible separación.


El Centro de Orientación Familiar de nuestra ciudad se encuentra en la actualidad en:

c/ Horno de la Trinidad, 5 , 14003-Córdoba, aunque en próximas fechas se trasladará a la c/ Dr. Fleming.


Os podéis poner también en contacto con el Centro a través del teléfono 957 42 09 93 o bien a través de e-mail: cof.secretaria@diocesisdecordoba.com


Su horario matinal es de 10'00 h. a 13'30 h. de lunes a viernes y el de tarde de 17'00 h. a 21'00 h. de lunes a jueves.


En estos Centros de Orientación Familiar se organizan conferencias y sesiones de formación sobre temas de familia, se prestan servicios de asesoramiento en los campos de la orientación, la terapia y la mediación familiar, la ayuda psicológica para niños, el asesoramiento ginecológico, y el asesoramiento legal y en derecho canónico para matrimonios. Prestan también servicios de formación de monitores para estos tres campos específicos: escuelas de padres, reconocimiento de la fertilidad de la pareja y educación afectivo-sexual para adolescentes según el método Teen Star.

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2/11/08

¿Por qué ofrecer una misa por nuestros difuntos?

Las manos de un sacerdote consagrandoD. Tomás, nuestro párroco, nos recomienda la lectura del siguiente escrito del Sr. obispo de Ajaccio (Francia), D. Jean-Luc Brunin, acerca del ofrecimiento de las misas por nuestros difuntos.


¿Por qué ofrecer una misa por nuestros difuntos?

"La misa, sea celebrada en la iglesia de un pequeño pueblo de montaña, en la catedral de Ajaccio o en la basílica de San pedro de Roma, tiene un alcance universal. Lo que se hace presente, a saber, el sacrificio de Cristo ofreciendo su vida al Padre en un extraordinario estallido de amor, es "por nosotros y por todos". La Eucaristía, sacramento del amor, nos convierte en contemporáneos del sacrificio de Cristo al Padre, a fin de que nos podamos asociar a este gesto de ofrenda y participar en la obra de nuestra salvación y de la salvación del mundo.

Con todo, el alcance universal de la celebración de la Eucaristía permite al presbítero que la celebra añadir una intención particular que le es confiada por los fieles. Las intenciones son diversas, afectan a la vida de las personas, a los acontecimientos que las marcan, pero también y sobre todo a los fieles difuntos. Se ha extendido, en las familias, ofrecer una misa por un difunto. ¿Cual es el alcance y significado de este gesto?

La muerte es ruptura de relación

La muerte de nuestros allegados, tanto si es súbita como si es causada por una larga enfermedad, es siempre una separación, una ruptura de la relación con el ser amado.

San Pablo nos exhorta a no dejarnos abatir como aquellos que no tienen ninguna esperanza. Él no nos pide, de ninguna manera, que neguemos el sufrimiento, sino que lo vivamos a la luz de la esperanza ofrecida por el Resucitado. Habiendo ofrecido su vida por amor a la humanidad, Cristo nos abre el acceso a la Vida de Dios.

Situarse en el punto de partida

Lo que constituye el nucleo de la esperanza del cristiano está presente en cada Eucaristía: anunciamos la muerte del Señor Jesús y celebramos su resurrección esperando su vuelta. Celebrar la Eucristía es, de alguna manera, situarnos en el punto de paso entre nuestro mundo y el Reino de amor y de felicidad que es la tierra prometida de todos los que pasan por Cristo. Él nos da testimonio: "Yo soy la puerrta" (Jn 10,99), "Nadie va al Padre, sino por mí" (Jn 14,6). Cristo presente en la Eucaristía reúne a todos aquellos que están aún de camino en la tierra y que reconocen en él a su Salvador, el camino a la verdad y la vida. Pero el Cristo que nos recibe en la Eucaristía está tamibén en comunión con todos aquellos que ya han dejado este mundo hacia el Padre.

Restablecer una relación en la comunión en Cristo

Cuando confiamos una intención de misa por un difunto, vivimos en Cristo Resucitado un encuentro misterioso aunque real con aquel o aquella que ya ha entrado en la vida. La comunión de los Santos establecida en Cristo hace vivir en comunión a los vivientes en la tierra y los vivientes en el cielo. Unidos a Cristo en la celebración eucarística estamos en comunión con nuestros difuntos. Rogamos a Cristo por ellos, ellos ruegan a Cristo por nosotros. En esta comunión así establecida, les podemos hablar de lo que nos hace llorar, sufrir, confiar y esperar. La Eucaristía se convierte en el espacio de un misterioso intercambio y de una profunda comunión de amor y de oración con aquellos que ya han vivido su pascua decisiva hacia el Padre. Estamos más allá de un simple recuerdo doloroso, vivimos dentro de una misteriosa presencia unos y otros, en el seno de una comunión establecida por el don del amor de Cristo y vivificado permanentemente por el espíritu.

Lo que se celebra en la Eucaristía no tiene precio. Vivimos totalmente en la orden de la gratuidad del amor, de la gracia de Dios que nos ofrece su Vida y su comunión de amor. Sin embargo, a partir de una tradición establecida desde el siglo XII, es costumbre hacer una ofrenda al presbítero que celebra la misa por una intención particular.

Es necesario comprender bien que no se trata de comprar una misa como si el misterio celebrado tuviera un valor comercial.

La antigua práctica de confiar una intención de misa por nuestros difuntos la tendríamos que fomentar mucho aún. Es un gesto de afecto y de vinculación con aquellos que nos han dejado. Nos permite vivir su ausencia y mantiene nuestra esperanza. Nos hace comulgar con el misterio de amor en Cristo que nos vincula a unos y otros.

JEAN-LUC BRUNIN, Obispo de Ajaccio
Publicado en Église de Corse

Nota:

Sobre la cantidad del estipendio (limosna que recibe el presbítero por aplicar a una misa una intención determinada), las diversas diócesis o Conferencias Episcopales suelen establecer criterios orientativos. Tradicionalmente, la ofrenda de la misa iba destinada al presbítero que la celebraba, teniendo en cuenta que era prácticamente su única forma de remuneración. Todavía hoy, en muchos lugares, estos estipendios permiten al presbítero completar la retribución que reciben de la propia diócesis, que a veces es escasa. También sobre ete punto existen normativas para evitar abusos y asegurar el destino más adecuado a este dinero. En todo caso, el uso concreto al que se destine (para el presbítero, para la comunidad de presbíteros o religiosos, para el sostenimiento de la parroquia o la diócesis...) no modifica el valor espiritual de la ofrenda."

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Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos

Domingo XXXI del tiempo ordinario.
Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos. 2 de noviembre.


Lecturas: Sabiduría 3,1-6.9 // Salmo 26 // Romanos 8,31b-35.37-39 // Lucas 24,13-35

Fotografía de unas flores sobre una lápida en primer plano con la vista de una cruz al fondoCelebrábamos ayer la gloria de Todos los Santos, la gloria de aquellos hermanos y hermanas nuestros que han vivido en plenitud el Evangelio. Hoy, la Iglesia conmemora a todos los fieles difuntos. A todos nuestros seres queridos que han procurado vivir cristianamente, pero que no lo han hecho en plenitud. Hoy celebramos el poder de la oración, de la intercesión de los unos por los otros, incluidos nuestros hermanos difuntos.

Si los santos y santas de Dios están ya gozando de la gloriosa plenitud de la vida eterna, nuestros hermanos difuntos están aguardando el Día del Juicio, de la gran misericordia, en la que participaremos, si nuestra vida así lo merece, y por la intercesión de la oración de toda la Iglesia, de la vida eterna.

Es lógico pensar que los que han vivido esforzándose por ser buenos cristianos, aunque no hayan podido vencer totalmente a la culpa y el pecado, esos hermanos nuestros también esperan la resurrección y el premio. Ahora quizás expiando, purgando sus pecados en el purgatorio para después incorporarse gloriosamente al coro de los santos y santas de Dios.

El amor y el cariño que brota hoy de nuestros corazones nos hacen ofrecer la mayor de las oraciones, la Eucaristía, pidiendo a Dios Misericordioso por nuestros difuntos. La Iglesia es consciente de la importancia de la oración expiatoria por nuestros difuntos y por eso en todas las eucaristías, en todas, se reza por los difuntos. La doctrina católica nos enseña que la Iglesia está formada por: “la Iglesia Triunfante” que son los santos y santas de Dios. “La Iglesia purgante” que la forman todos los difuntos que esperan el día de la resurrección y del juicio. Y la “Iglesia peregrinante” que la formamos todos los hombres y mujeres del mundo que intentamos vivir como verdaderos hijos e hijas de Dios. Ese es el Glorioso Cuerpo de Cristo: la Iglesia.

Como Iglesia que peregrina en este barrio, con nuestra historia concreta, con nuestra comunidad real del Beato Álvaro rezamos hoy por nuestros hermanos y hermanas difuntos. Por los que fueron santos, ayer los celebramos; por los que fallaron por culpa de nuestra debilidad humana hoy pedimos para que el Señor los tenga en su gloria; y por los que sabemos que fueron más bien malos hijos e hijas de Dios, pues que nuestra oración, la de todos los santos y la de toda la Iglesia hoy les alcance la Salvación, el Perdón y la Vida Eterna.

Ayer celebrábamos a los mejores hijos de la Iglesia, hoy celebramos a la inmensa multitud de los que han vivido su fe aunque no plenamente y tanto ayer como hoy celebramos la victoria de Cristo sobre la muerte y la fe profunda en la Resurrección. Nuestra fe Católica afirma: "Creo en la Resurrección de la Carne y en la vida del mundo futuro". Esta es la verdadera fe. Creemos sinceramente que estamos llamados a vivir la eternidad en la presencia de Dios, y que está llamada tiene un camino para hacerla realidad, vivir nuestra vida cumpliendo los mandamientos. Vivamos así y seguro que podremos celebrar al final de nuestros días la Solemnidad de los Todos los Santos y la misericordia por nuestros hermanos difuntos desde el cielo.

Rezad por los difuntos, orad por ellos. El mejor regalo y tributo que podemos ofrecerle a nuestros seres queridos que ya han muerto es ofrecer la misa por ellos. Es bueno y loable adornar, rezar y tener dignos los sepulcros de nuestros seres queridos, pero el mayor bien que podemos ofrecer por su salvación es la Eucaristía, es al propio Cristo resucitado que intercede, perdona y da la Vida Eterna.

Tomás Pajuelo. Párroco

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Al regreso de Guadalupe

QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:

Juan José Asenjo. Obispo de Córdoba

Acabo de volver de Guadalupe, una vez concluida la XIII Peregrinación Diocesana de Jóvenes, en la que han participado cerca de setecientos chicos y chicas de nuestra Diócesis. Han sido tres jornadas gozosas e intensas, con momentos de oración, silencio, formación y convivencia alegre y fraterna. El lema en esta ocasión, en el marco del Año Paulino, era “De perseguidor a apóstol de Cristo”. Reproduzco la segunda parte de mi homilía ante la Virgen de Guadalupe, que puede ser interesante para quienes quieran conocer el estilo de la pastoral juvenil que el Obispo desea para su Diócesis. Después de referir a los jóvenes el encuentro sorprendente de Pablo con el Señor en el camino de Damasco, del que nace su identificación y comunión permanente con Jesucristo y su irrenunciable compromiso misionero, les dije lo siguiente:
Queridos jóvenes: frente a tantos falsos maestros que os señalan caminos errados de realización personal; frente a tantos mitos efímeros que os ofrecen pequeñas briznas o fragmentos de una felicidad pasajera; frente a tantas promesas de libertad, que sólo conducen a la esclavitud; frente a tantas ofertas engañosas como os pone delante de los ojos la sociedad de consumo, que no llenan vuestro corazón, porque sólo conducen al nihilismo y al hastío, San Pablo en esta mañana os invita a seguir al único que es el camino, la verdad, la vida y la felicidad de los hombres (Jn 14, 6), Jesucristo. Él es el único que nos permite experimentar la verdadera libertad (Gál 5, 1), si lo aceptamos como Señor de nuestras vidas, si vivimos de forma permanente en gracia de Dios, si nos sumergimos en la vida nueva que Él nos ayuda a vivir con la fuerza misteriosa de la gracia que nos llega a través de la Iglesia y de sus sacramentos. Para ello, nos dice San Pablo que es necesaria la conversión, la renuncia a los ídolos y a los dioses que poblaban el mundo pagano en que él predica y actúa, que son los mismos ante los que se arrodillan hoy tantos jóvenes como vosotros: el placer, el sexo, el egoísmo cainita e insolidario, el dinero, el medro a costa de lo que sea, las drogas y los estimulantes que están aniquilando a tantos jóvenes compañeros vuestros. Sólo la entrega al Dios vivo y verdadero, nuestro único Señor, os garantiza la verdadera libertad. Dios quiera que todos volváis esta tarde a vuestros hogares convertidos, ilusionados, con sinceros deseos de ser santos, de vivir la novedad de vida que el Señor os ofrece, y de trabajar en la construcción de la nueva civilización del amor, a la búsqueda de un mundo más justo y fraterno según el corazón de Dios.

Queridos jóvenes: uno de los objetivos del Año Paulino es renovar y fortalecer nuestro compromiso apostólico y evangelizador. Por ello, en esta mañana, al mismo tiempo que pedimos a la Virgen de Guadalupe que nos conceda el amor ardiente de Pablo a Jesucristo, le pedimos también que nos regale su ardor apostólico y misionero, de manera que, como él, sintamos la urgencia de anunciarlo con la palabra y con la vida. Si a lo largo de vuestra peregrinación os habéis encontrado con Jesús, si Él os ha devuelto la luz, la vida y la esperanza, Él en esta mañana os encomienda enseñar lo que en estos días habéis aprendido, contar lo que os ha acontecido, compartir la alegría que habéis experimentado, siendo heraldos y mensajeros de la paz, la esperanza, y el amor que nacen de la Buena Noticia del amor de Dios por la humanidad. Hay demasiada tristeza e infelicidad en vuestros ambientes juveniles como para quedarnos con los brazos caídos. Si amáis a Jesucristo y a vuestros hermanos, no os está permitido ni el pasotismo ni la indiferencia. Jesús y su Evangelio siguen siendo una asignatura pendiente en el corazón de miles de jóvenes, y a vosotros, jóvenes cristianos de nuestra Diócesis, el Obispo os confía anunciarlo en vuestros ambientes, en el colegio, en el instituto, en la universidad, en los lugares de trabajo, en las calles, en la diversiones y en vuestros hogares. Os lo digo con las mismas palabras que el Papa Benedicto XVI dirigió a los jóvenes franceses reunidos el pasado 12 de septiembre a las puertas de la Catedral de Notre-Dame de París. “Es urgente hablar de Cristo a vuestro alrededor, a vuestras familias y amigos, en vuestros lugares de estudio, de trabajo o de ocio. No tengáis miedo. Tened la valentía de vivir el Evangelio y la audacia de proclamarlo”.

Bien sé yo que las dificultades son muchas, que, a veces, compañeros y profesores os tachan de raros y antiguos. Algunos de vosotros me lo habéis confesado abiertamente. En ocasiones habéis sufrido algún tipo de marginación, ridiculización o desprecio por ser fieles a Jesucristo y por amar a la Iglesia. Estas dificultades no son mayores que las que tuvieron que arrostrar San Pablo y los primeros evangelizadores. Y, sin embargo, en muy pocos años evangelizaron el mundo entonces conocido, porque estaban enamorados de Jesús y confiaban en la compañía y en la fuerza de su Espíritu, que vive en nosotros, que camina a nuestro lado y que actúa a través nuestro… No tengáis miedo ni vergüenza de hablar de Jesús y de anunciarlo y mostrarlo con desenvoltura y sin complejos. Mostradlo además a través del testimonio luminoso y atrayente de vuestra vida coherente, alegre, limpia, laboriosa, fraterna y ejemplar. No escondáis debajo del celemín la luz que en estos días el Señor ha encendido en vuestros corazones. Ponedla sobre el candelero para que alumbre e ilumine en vuestros hogares y en los ambientes en los que se entreteje nuestra vida.

Y no os preocupéis de la perseverancia. Si de algo podéis estar ciertos en esta mañana es de que el Señor nunca os va a fallar. Contad con su gracia. Sed fieles a la oración, que renueva y refresca nuestra vida. Sed fieles a vuestro plan de vida. Contad también con la compañía de la Iglesia. Es verdad que hoy es muy difícil mantenerse y perseverar en una sociedad tan secularizada como la nuestra si vamos por libre y vivimos nuestra fe a la intemperie. Dejaos ayudar por vuestros sacerdotes, insertaos en los grupos juveniles de la Delegación de Pastoral de Juventud, de la Pastoral Universitaria, de la Pastoral de ETEA y de los Jóvenes de Acción Católica de vuestras parroquias. Participad en sus actividades, retiros, ejercicios espirituales, sesiones de formación y otras convocatorias. Acudid cada jueves al Adoremus, la fuente más auténtica de dinamismo de nuestra pastoral juvenil. Acudid a los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía, el pan del camino y la garantía de la perseverancia. Confiad, por fin, en la cercanía y en la mediación maternal de la Santísima Virgen, que en esta mañana desde su camarín nos mira con especial ternura. Ella nos dice hoy, como en las bodas de Caná: “Haced lo que Él os diga”. Ella nos invita a seguir a Aquel que es la única Verdad que auténticamente libera. Ella nos invita a no resignarnos a vivir una vida vacía y sin ideales, a vivir la vida nueva que Cristo nos ofrece, pues Él mismo, con la ayuda de su gracia y el don de su Espíritu, nos da la posibilidad de acogerla y vivirla en plenitud. Así sea.

Juan J. Asenjo. Obispo de Córdoba.

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