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29/7/12

"¿Dónde compraremos pan para darles de comer?"

XVII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


Lecturas:    L. Reyes 4,42-44 // Salmo 145(144),10-11.15-16.17-18 // Efesios 4,1-6 // San Juan 6,1-15

Entre los milagros de Jesús que deben haber impresionado más, sin duda se destaca el de la multiplicación de los panes y los peces (Jn. 6, 1-15). Tanto así, que nos dice el Evangelio que tuvieron la intención de llevarse a Jesús para proclamarlo rey.Pero el Señor, al darse cuenta de las intenciones que tenían, se escapó hacia la montaña.

¡Cómo habría sido ese acontecimiento!Una multitud de unas quince mil personas (nos dice el Evangelio que eran como cinco mil hombres) seguía a Jesús para escuchar sus enseñanzas.Llega la hora de comer, y con sólo cinco panes y dos peces el Señor va repartiéndolos y saca comida para saciar a toda esa multitud ... y todavía quedaron sobras.

¿De dónde salieron los cinco panes y los dos pescados?Había un chico entre los presentes que los llevaba consigo.Ahora bien ¿podía el Señor haber sacado alimento de la nada o necesitaba el aporte del muchacho? Dios es todopoderoso y hubiera podido alimentar a aquel gentío de la nada. Entonces ¿qué nos quiere decir el Señor con el aporte del muchacho?

Por cierto no es éste el único pasaje en que Dios utiliza un aporte humano para remediar una necesidad.En efecto, nos cuenta la Primera Lectura de este domingo (2 R 4, 42-44) de una situación similar.

El Profeta Eliseo recibe veinte panes y ordena a su criado repartirlo entre cien personas.Ante la objeción del criado por lo insuficiente del alimento, Eliseo insiste aduciendo que “dice el Señor:‘Comerán todos y sobrará’”. Y así fue, tal como dijo el Señor.Otro milagro de multiplicación.

En el caso de Eliseo, de veinte panes comieron cien.En el caso de Jesús, de cinco panes y dos peces comieron unos quince mil.Las cantidades no importan, sino como dato referencial.Lo que importa es el milagro de la multiplicación, la providencia del Señor para con los que necesitan, y el aporte requerido para proveer en forma milagrosa.

Cabría preguntarnos, ¿por qué entonces hay tanta hambre en el mundo, si Dios es todopoderoso y puede multiplicar lo poco que los seres humanos aportemos? Notemos que los dos milagros no se realizaron de la nada, sino a partir de insuficientes y realmente escasos alimentos.

Dios, como Omnipotente y Todopoderoso que es, podría haber alimentado a la gente de la nada. Si nos creó de la nada, por supuesto puede alimentarnos de la nada.

Pero Dios desea nuestra participación, nuestro aporte.Y ese aporte suele ser como el del chico:muy insuficiente, muy poca cosa, nada. Pero Dios lo quiere y hasta lo exige para El intervenir. Y cuando el hombre da su aporte, Dios interviene multiplicándolo.

El chico de este alimento multiplicado donó toda la comida que llevaba para él. Fue muy generoso. En el caso de Eliseo, fue un hombre que le llevó los primeros frutos de su cultivo. Y nosotros ... ¿damos al menos de lo que nos sobra para que Dios haga milagros con nuestros aportes? ¿Somos capaces de renunciar a lo nuestro para compartirlo? Aque joven dió TODO lo que tenia y Jesús hizo el milagro...nosotros cada vez que compartimos, aunque sea una pequeña cantidad, estamos colaborando para construir una porción grande para compartir. Si cada uno de los cristianos que participan en la Eucaristía cada domingo, se desprendiera de 1€ cada domingo...sacariamos suficiente dinero para seguir atendiendo a los pobres como lo estamos haciendo. Pensad por un momento, el Señor repite el milagro, nosotros compartimos una pequeña cantidad y al unirnos somos capaces de llevar a cabo la ingente labor social de la Iglesia. Pensemos por un momento si somos generosos o no. No seamos ridículos, que menos que compartir con nuestra Parroquia, 10€ semanales...si eso nos lo gastamos en caprichos...en tonterias...!!! Sé que estamos pasando momentos difíciles, pero hay personas que lo están pasando mucho peor, que están pasando hambre y que nuestra generosa donación dominical nos permite ayudarles. Pensad por un momento en el joven de la parábola y como entregó todo lo que tenía. Evidentemente no pedimos que se entregue todo lo que tenemos...pero si que seamos generosos.

Que el Señor os bendiga a todos. Feliz domingo.

Tomás Pajuelo Romero. Párroco.



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25/7/12

Reseña histórica y homilia para la Solemnidad de Santiago Apóstol - 2012

1. Historia de Santiago en España
En el Noroeste de España, en la céltica y verde Galicia, a la que los romanos llamaron "Finis Terrae", por ser el extremo más occidental del mundo hasta entonces conocido, cuenta la tradición que estuvo el Apóstol Santiago, como llaman los españoles a Jacob el hijo de Zebedeo y hermano de Juan el Evangelista. Cuentan las confusas narraciones de los primeros años de la cristiandad que a él le fueron adjudicadas las tierras españolas para predicar el Evangelio, y que en esta tarea llegó hasta la desembocadura del río Ulla. Sin embargo con poco éxito y escaso número de discípulos, decidió su vuelta a Jerusalén. Cuando regresó a Palestina, en el año 44, fue torturado y decapitado por Herodes Agripa, y se prohibió que fuese enterrado. Sin embargo sus discípulos, en secreto, durante la noche trasladaron su cuerpo hasta la orilla del mar, donde encontraron una barca preparada para navegar pero sin tripulación. Allí depositaron en un sepulcro de mármol el cuerpo del apóstol que llegaría tras la travesía marítima, remontando el río Ulla hasta el puerto romano, en la costa Gallega, de Iria Flavia, la capital de la Galicia romana. Allí enterraron su cuerpo en un compostum o cementerio en el cercano bosque de Liberum Donum, donde levantaron un altar sobre el arca de mármol.

Tras las persecuciones y prohibiciones de visitar el lugar, se olvidó la existencia del mismo, hasta que en el año 813 el eremita Pelayo observó resplandores y cánticos en el lugar. En base a este suceso se llamaría al lugar Campus Stellae, o Campo de la Estrella, de donde derivaría al actual nombre de Compostela. El eremita advirtió al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, quien después de apartar la maleza descubrió los restos del apóstol identificados por la inscripción en la lápida. Informado el Rey Alfonso II del hallazgo, acudió al lugar y proclamó al apóstol Santiago patrono del reino, edificando allí un santuario que más tarde llegaría a ser la Catedral. A partir de esta declaración oficial los milagros y apariciones se repetirían en el lugar, dando lugar a numerosas historias y leyendas destinadas a infundir valor a los guerreros que luchaban contra los avances del Al-Andalus y a los peregrinos que poco a poco iban trazando el Camino de Santiago. Una de ellas narra como Ramiro I, en la batalla de Clavijo, venció a las tropas de Abderramán II ayudado por un jinete sobre un caballo blanco que luchaba a su lado y que resultó ser el Apóstol. A partir de entonces surgió el mito que lo convirtió en patrón de la reconquista. A partir del s. XI Santiago ejerció una fuerte atracción sobre el cristianismo europeo y fue centro de peregrinación multitudinaria, al que acudieron reyes, príncipes y santos.

En los s. XII y XIII, época en que se escribió el "Códice Calixtino"; primera guia del peregrino, la ciudad alcanzó su máximo esplendor. El Papa Calixto II concedió a la Iglesia Compostelana el "Jubileo Pleno de del Año Santo" y Alejandro III lo declaró perpetuo, convirtiendose Santiago de Compostela en Ciudad Santa junto a Jerusalén y Roma. El Año Santo se celebra cada vez que la festividad del Apóstol, el 25 de Julio, cae en Domingo.

2. ¿Quién era Santiago, el Mayor?
El apóstol que la tradición cristiana llama Santiago el Mayor era uno de los dos hijos de Zebedeo y Salomé; su hermano fue Juan el Evangelista, también apóstol. Invitado por Jesús "junto a su hermano e inmediatamente después de Pedro y Andrés- a hacerse “pescador de hombres", fue uno de los apóstoles que tuvo una relación más íntima y cercana con el hijo de Dios. Le acompañó en los primeros días de la difusión de la palabra; estuvo presente en el Monte de los Olivos recibiendo de los labios de Jesús el anuncio de la destrucción del templo de Jerusalén, de la completa ruina de la ciudad y de las catástrofes que precederán al final de los tiempos; y fue testigo de la última aparición de Jesús en Galilea tras su resurrección. Murió, entre los años 41 y 44, decapitado por orden de Herodes Agripa I, cuando el rey de los judíos, en un intento postrero e inútil de conseguir la confianza de Roma, intensificó la persecución de las primeras comunidades cristianas. Según la tradición, a la muerte de Jesús los apóstoles se repartieron los lugares en que debían predicar, correspondiéndole a Santiago España y las regiones occidentales.

3. Significado de la vida y martirio de Santiago
Esta celebración es un momento providencial para recordar que estamos edificados sobre el cimiento de los apóstoles, que Cristo es la piedra angular y que la Iglesia. fundada por Él, iluminadora de la entraña del hombre y de la esperanza de los mortales, recibe la misión de anunciar, afirmando sin reducciones el mensaje del cristianismo, para que el hombre descubra con claridad la verdad íntima sobre el significado de su vida, de su actividad y de su muerte, y alcance la vida eterna. Es una llamada a vivir con altura espiritual y recordar el destino trascendente de nuestra naturaleza original que nos urge a buscar el porqué último de la existencia en todos los entresijos de la vida y en todas sus implicaciones, trabajando para que la sociedad sea un espacio de sincero diálogo, de pacífica convivencia, de verdadera fraternidad y de solidaridad humana. Este esfuerzo de reflexión sobre el misterio del hombre define nuestra cultura en el intento de concretar el sentido de la vida humana y lograr el acercamiento al más grande de los misterios: el misterio de Dios. Cristo, respuesta a los interrogantes en nuestro peregrinar, nos pregunta también si somos capaces de beber su cáliz, y nos alienta a decirle: "Lo somos", porque "una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros".Sólo la conciencia atenta y apasionada de nosotros mismos puede abrirnos de par en par la puerta para conocer, admirar, y seguir a Cristo que se ha solidarizado con la suerte y situación de cada hombre. Reconocer la presencia divina en el hombre cierra toda posibilidad a una falsa absolutización o divinización de lo humano, y a cualquier forma de pensamiento, de cultura o de política que reduzca al hombre a un medio para otros fines, obligándolo a adorar a los ídolos de este mundo.

El apóstol Santiago acreditó su compromiso con el Señor en el martirio, que sigue siendo una posibilidad en sus diferentes formas. Nosotros debemos acreditar nuestro compromiso con Jesús mediante las obras y las palabras. Hoy en un mundo que persigue a la fe, que quiere desterrar a Dios de toda la vida social y de todas las instituciones, los cristianos debemos, tenemos, que ser los testigos valientes, como Santiago, de Cristo y de su Evangelio entre los que nos rodean.

Feliz día de nuestra nación, del patrón de España, de los cimientos de nuestra fe. Que Dios os bendiga a todos.

Tomás Pajuelo Romero. Párroco.

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22/7/12

Solemnidad de Santiago apóstol

El próximo día 25 de Julio, solemnidad del Apóstol Santiago, es día de precepto. Al ser un día laborable las misas serán como cada día, a las 21h. Pero para poder cumplir con el precepto, la misa del martes a las 21h y la del miercoles a las 21h, serán de la solemnidad.

MISAS:
Martes 24 de julio.......21h.
Miércoles 25 de julio...21h.

«Venid conmigo a un lugar retirado y tranquilo y descansad un poco»

XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Lecturas: Jeremías 23, 1-6 // Salmo 23 // Efesios 2, 13-18 // Marcos 6, 30-34.

Queridos hermanos y hermanas:

 Orando en un descanso en el caminoHoy, el Evangelio nos invita a descubrir la importancia de descansar en el Señor. Los Apóstoles regresaban de la misión que Jesús les había dado. Habían expulsado demonios, curado enfermos y predicado el Evangelio. Estaban cansados y Jesús les dice «venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco» (Mc 6,31).

Una de las tentaciones a las que puede sucumbir cualquier cristiano es la de querer hacer muchas cosas descuidando el trato con el Señor. El Catecismo recuerda que, a la hora de hacer oración, uno de los peligros más grandes es pensar que hay otras cosas más urgentes y, de esa forma, se acaba descuidando el trato con Dios.

Por eso, Jesús, a sus Apóstoles, que han trabajado mucho, que están agotados y eufóricos porque todo les ha ido bien, les dice que tienen que descansar. Y, señala el Evangelio «se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario» (Mc 6,32). Para poder rezar bien se necesitan, al menos dos cosas: la primera es estar con Jesús, porque es la persona con la que vamos a hablar. Asegurarnos de que estamos con Él. Por eso todo rato de oración empieza, generalmente, y es lo más difícil, con un acto de presencia de Dios. Tomar conciencia de que estamos con Él. Y la segunda es la necesaria soledad. Si queremos hablar con alguien, tener una conversación íntima y profunda, escogemos la soledad.

Estamos en vacaciones, quizás ahora tengamos ese tiempo libre que no teníamos durante el curso y que poníamos como pretexto para no hacer oración. El ajetreo diario nos impide estar a solas con Cristo en el Sagrario. Aprovechemos estas vacaciones para estar con el Señor, para rezar, para gustar del trato íntimo con Dios. Es un mal de nuestros días para muchos cristianos el haber olvidado completamente la necesidad de orar, de rezar. Parece increible pero es cierto, hay muchos cristianos comprometidos en innumerables quehaceres apóstolicos y que no oran, no tienen largos momentos de encuentro intimo con Dios en la Oración. Sólo hacer y hacer no vale para nada. Decia S. Pablo..."podría dejarme quemar vivo... si no tengo Amor no sirve para nada". Ese Amor se tiene degustando el Amor de Dios en la Oración. Nosotros mismos, desde la comunidad eclesial, hemos infravalorado la oración y supervalorado la acción. Cualquier acción pastoral y caritativa que no nazca del Amor de Dios en la oración se convierte en mero activismo.

San Pedro Julián Eymard recomendaba descansar en Jesús después de comulgar. Y advertía del peligro de llenar la acción de gracias con muchas palabras dichas de memoria. Decía, que después de recibir el Cuerpo de Cristo, lo mejor era estar un rato en silencio, para reponer fuerzas y dejando que Jesús nos hable en el silencio de nuestro corazón. A veces, mejor que explicarle a Él nuestros proyectos es conveniente que Jesús nos instruya y anime. Aprovechemos nuestra misa dominical para quedarnos en la presencia de Dios y oremos, vivamos su cercanía y pidamos su Gracia. Feliz Día del Señor.
Que Dios os Bendiga siempre. Tomás Pajuelo Romero. Párroco.

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15/7/12

"Entonces llamó a los Doce y los envió"

XV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Lecturas: Amós 7,12-15 // Salmo 85(84) // Efesios 1,3-14 // Marcos 6,7-13

El envío en misión de los Doce es el momento culminante de la vocación de los discípulos: llamados de la dispersión al seguimiento, del seguimiento a la comunión con el Señor, de la comunión con Él a la misión.

Aquel grupo de hombres, el primero de una ininterrumpida Tradición, no tiene otro objetivo que reproducir, en el mundo, el rostro de Aquel que los ha enviado: no hay, de hecho, auténtico discipulado ni fructuosa misión si no es por la identificación con Cristo.

La fuente y el origen, así como el centro y el sentido de actuar de los Doce, es el Señor Jesús. Ellos se ponen en marcha porque fueron llamados por Él y es por esto que pueden actuar con poder y autoridad como Él.

Pero aquel envío no es extraño para el hombre de hoy, sino que es un reclamo, fuerte y claro, de lo que realmente es la “vocación del cristiano”: dar testimonio de la persona de Cristo y del poder de Su presencia. En el envío en misión está en juego toda la dimensión humana del discípulo. Por esto, las indicaciones de Jesús no son teóricas, sino extremadamente prácticas. Más que preocuparse por lo que han de decir, Jesús se preocupa por lo que es necesario que sean.

Para ser creíble y fecundo, todo el anuncio cristiano requiere el testimonio de la vida; el contra-testimonio tiene el dramático poder de hacer no-creíble la verdad del anuncio. La pobreza pedida por Jesús a quienes emprenden el camino de la misión, no es de tipo estoico o ideológico, sino que es la condición del que renuncia a todo, para afirmar la riqueza del tesoro encontrado en el Señor Jesús. Es una pobreza que proviene de la alegría y lleva a la victoria sobre el pecado del mundo que, por el contrario, se muestra preocupado por el tener, por el poder, por aparentar. La pobreza, así, se hace la condición para amar.

Precisamente en la pobreza del ser del hombre, Dios realiza maravillas; en la finitud de nuestro ser humano, Dios ofrece todo de sí mismo. «Dios se sirve de pobres hombres para estar, por medio de Él, presente entre los hombres y actuar en su favor. Esta audacia de Dios, que se confía a sí mismo a los hombres conociendo nuestras debilidades, necesita hombres capaces de actuar y de estar presentes en lugar suyo. Esta audacia de Dios es lo verdaderamente grande que se esconde en la palabra “sacerdocio” ». (Benedicto XVI – Homilía al concluir el Año Sacerdotal).

La experiencia que hacen los Doce, y con ellos los discípulos de hoy, es constatar continuamente que la Gracia sirve solo como una “vía de escape” de la eficacia humana, pero no se apoya en ella; la eficacia divina del anuncio es inversamente proporcional a la presunta eficacia de los medios humanos.

El envío en misión y la obediencia al mandato de Cristo, no es simplemente un encargo para cumplirlo con diligencia, sino el modo que se la ha dado al hombre para participar de la gloria misma de Dios (II Lectura).

La humilde Esclava del Señor, la que ha dicho “fiat” delante del misterio, nos conceda dar siempre nuestro “sí” y participar así de la gloria divina.

Tomás Pajuelo Romero. Párroco.

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12/7/12

Confirmaciones 2012 en nuestra Parroquia

El pasado 30 de Junio tuvo lugar en nuestra parroquia la Confirmación en la Fe de un grupo de cerca de 40 jóvenes de la feligresía.

La ceremonia fue presidida por el Vicario Episcopal de la ciudad, D. Manuel Hinojosa, en representación del señor Obispo y amenizada por el coro parroquial.

Fue un acto muy sentido por los confirmandos que culminaban así un período de preparación que en algunos casos llegaba a los 3 años.

Se pueden ver algunas fotos de la celebración pinchando AQUÍ

9/7/12

Se extrañó de su falta de Fe

XIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Lecturas: Libro de Ezequiel 2,2-5 // Salmo 123(122),1-2a.2bcd.3-4 // Carta II de San Pablo a los Corintios 12,7-10 // Evangelio según San Marcos 6,1-6


Queridos hermanos y hermanas:

En este domingo XIV del tiempo ordinario, cuando estamos inmersos en este periodo estival, la Palabra de Dios hoy nos pone cara a cara con la realidad más profunda de nuestros corazones: "Nuestras debilidades" y "Nuestra falta de Fe".

En la primera lectura el profeta Ezequiel recibe de parte de Dios estas palabras que le recuerdan el pecado de aquella generación. Son palabras duras pero muy realistas. Frente a unos pocos que se mantienen fieles la gran mayoria de la sociedad de aquella época se había apartado de Dios, vivía olvidando la fe, los compromisos con Dios. Habían construido una sociedad de la que habían quitado a Dios. Cuando meditaba este texto de Ezequiel, comprobaba una vez más, como la Palabra de Dios es viva y eficaz, porque parece que el profeta Ezequiel nos está describiendo nuestros días. Parece que en muy poco ha cambiado nuestro mundo. Hoy también nuestros contemporáneos han retirado a Dios de la vida. Cada día es más dificil vivir la fe. Lo que es peor, cada día más cristianos abandonan su vida de fe y se unen a todos esos falsos creyentes que se autodenominan "cristianos no practicantes". Que grandeza la Palabra de Dios, un texto que se reveló hace miles de años hoy sigue siendo vida para nosotros, porque es Palabra de Dios, no es palabra humana. Y podemos hoy escuchar estas palabras: Te hagan o no te hagan caso, yo he estado en medio de vosotros...con mis profetas y con mi propio Hijo....

Pensemos por un momento, meditemos nuestra situación vital y preguntemos a nuestros corazones si nosotros también nos hemos dejado llevar por este ambiente ateo y antirreligioso y hemos abandonado nuestra fe. Seguro que decimos que no. Evidentemente si estamos leyendo esta homilia, no hemos dejado del todo nuestro caminar cristiano. Pero creo que sí estamos muy tocados por la increencia que nos rodea. Nos pasa como a S. Pablo, sabemos de nuestra debilidad, la facilidad con la que nos dejamos llevar de los comentarios de esta sociedad sin Dios. No hemos abandonado pero estamos bajo mínimos, justificamos todo, no nos esforzamos nada en crecer en Santidad. No rezamos apenas, hacemos un mundo cuando se nos pide cumplir los mandamientos, renegamos de todo sacrificio hecho por amor a Dios y a los hermanos, confesamos de fiesta en fiesta y si a caso....

¿Qué tenemos que escuchar para ponernos a trabajar en nuestra santidad? ¿Qué más nos tiene que decir el Señor para que abandonemos nuestra tibieza y nos pongamos en serio a vivir como cristianos de verdad? Nos pasa muchas veces como a los paisanos de Jesús. Ellos vieron los milagros del Señor y no creyeron en Él. Sólo lo veian como el hijo del carpintero. Cuantas veces en nuestras comunidades parroquiales, usamos el pecado de los demás, para justificar nuestra desidia. Qué facil es denunciar los fallos del cura, de los catequistas, de los que cantan, de los que están implicados en la vida parroquial...y así justificamos que nosotros NO hacemos nada. Sólo del que hace algo, se implica, se compromete, se enfanga en el trabajo parroquial y eclesial, sólo de esos se podrá hablar, se podrán ver sus fallos, se podrán criticar...¡Es cierto! ¡¡¡Porque ellos, por lo menos, hacen algo!!! De los que nunca se dirá nada, ni bueno ni malo, será de los que viven los toros desde la barrera...de los que no hacen NADA, los que se limitan a estar...

Pues por esa desidia, los paisanos de Jesús, se quedaron si milagros del Señor. Porque no fueron capaces de descubrir al Señor se quedaron sin las obras que había hecho en otros lugares. Por nuestra desidia, por nuestra falta de compromiso, por nuestra dejadez en la vida cristiana...nos quedamos sin experimentar los milagros diarios que Dios con su Gracia realiza en los que se entregan a Él de verdad. De los milagros diarios de Amor de Dios, que experimentan los que han decidido responder a tanto AMOR de Dios con su amor entregado sin límites, todo el que se embarca con ilusión y con sinceridad de corazón, reconociendo sus debilidades pero con la confianza en Dios, que repara esas faltas y las convierte en obras de Amor. Nosotros, humanamente NO PODEMOS, pero en Dios, de quien me he fiado, TODO LO PUEDO.

Que Dios en su infinita Misericordia nos perdone y nos grabe a fuego en nuestros corazones el deseo de ser verdadero cristianos, verdaderos creyentes...que nos ayude a vivir cada minuto de nuestras vidas entregados gozosamente al Evangelio, a la Santidad.

Feliz Domingo a todos. Que Dios os bendiga y os colme de su Gracia.

Tomás Pajuelo Romero. Párroco.

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1/7/12

¡Purifica tu fe en Jesús el Señor!

XIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Lecturas: Sabiduría 1,13-15.2,23-24 // Salmo 30(29) // Carta II de San Pablo a los Corintios 8,7.9.13-15 // Marcos 5,21-43


En este domingo XIII del tiempo ordinario celebramos con fe el día del Señor. En nuestra parroquia en este fin de semana hemos tenido dos regalos de la Gracia de Dios, las confirmaciones y la presencia entre nosotros de las reliquias de S.Juan de Avila. El sábado recibieron el sacramento de la confirmación un grupo numeroso de jóvenes y adultos.-fue una efusión gloriosa del Espiritu Santo. Desde el viernes están con nosotros en el altar mayor, las reliquias de S.Juan de Avila. Las recibimos con alegría, oramos a Dios en su presencia.

El evangelio de San Marcos narra hoy un doble milagro de Jesús, ambos con acentos muy especiales. Se trata de dos mujeres disminuidas en su vitalidad y en su dignidad. Una es ya madura, con una enfermedad de doce años que, según la ley, la hacía impura y hacía impuro a todos los que la tocaban; avergonzada por un mal del cual no tenía ninguna culpa, se acerca en silencio, a escondidas, por detrás para poder tocar a Jesús. La otra, es una niña de doce años que acaba de morir, muestra de la situación humana más dolorosamente débil, la que hace sufrir a todos y no tiene consuelo, la que provoca las preguntas más angustiosas ante la muerte, ¿porqué a ella? ¿Por qué ahora? y ¿Cuál es el sentido de la vida si hemos de morir?

Ellas son el símbolo de nuestra humanidad débil y mortal, de lo más abandonado y marginado de la sociedad, que siempre aparece, quizás hoy más que nunca, en medio de nuestro progreso técnico, científico y después de tantos discursos vacíos sobre la madurez y avances de la humanidad. En ambos casos, aparece la actitud de acercarse a Jesús desesperadamente, y en ambos aparece la palabra de Jesús, que habla de de la fe, la paz, la libertad, la vida. A la mujer hemorroisa: “Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz…” a Jairo, padre de la niña: “No temas; basta que tengas fe”.

En pleno siglo XXI, Jesús sigue haciendo milagros, pues su mirada va mas allá de nuestras evidencias, va más allá de lo que nuestras relaciones sociales y costumbres morales dictan diciendo quien es bueno y quien es malo; su mirada, va más allá del diagnóstico médico, que dice que ya no hay nada que hacer por esa niña de apenas doce años. La mirada de Jesús sigue siendo noble, amorosa e ilusionada en una vida nueva, que se puede tener sobre nuestro mundo humano y débil, sobre nuestra sociedad enferma por el crimen organizado y políticos corruptos. La mirada de Jesús está llena de paz y de esperanza de modo que podría repetir: esta sociedad no está muerta, solo duerme… y Él viene a ponerla de pie, viene a darle la mano y levantar a la mujer marginada y oprimida, a darle la mano los matrimonios enfermos de orgullo y egoísmo, a levantar a tantos jóvenes adormecidos bajo el influjo de alguna droga o del vacío de la vida. Jesús se deja tocar por todos aquellos que necesiten ser curados, tanto en su alma como en su cuerpo. Lo único que pide es tener fe, ¡creer absolutamente en Él! pues es el único camino para levantarse, perder el miedo y encontrar la libertad, la paz y la vida.

Esta semana: recuerda que los milagros se hacen porque se piden con fe, no para que tengamos fe, ¡purifica tu fe en Jesús el Señor!

Que Dios os bendiga a todos. Feliz dia del Señor.

Tomás Pajuelo. Párroco.

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