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26/8/12

"¿También vosotros os queréis ir?"

XXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Lecturas: Josue 24,1-2a.15-17.18b // Salmo 34(33) // Efesios 5,21-32 // San Juan 6,60-69

Queridos hermanos:

En los últimos tres domingos hemos escuchado a Jesús decirnos : “Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida” (Jn. 6, 55.60-69). Nos cuenta el Evangelio que al oír esto muchos discípulos de Jesús dijeron, pensaron y comentaron que ya eso era “intolerable, inaceptable”. Y Jesús, lejos de ceder un poco para tratar de impedir la huída de muchos de los suyos, más bien exige una elección. Les exige una respuesta: ¿También vosotros os queréis ir?

Porque al recibir ese “Pan” e ir dejándonos santificar por ese “Pan de Vida” Cristo nos llevará a donde El se fue cuando ascendió al Cielo, a donde los Apóstoles que permanecieron fieles, lo vieron subir: a donde estaba antes. Justamente, Cristo bajó del Cielo, para rescatarnos a nosotros y llevarnos con El. Y eso será posible si no nos escandalizamos, si creemos en su Palabra, si seguimos su Camino, si -como El- cumplimos la Voluntad del Padre.

Y seguirlo a El significa optar por El en cada circunstancia de nuestra vida. No basta elegirlo una sola vez y después irnos desviando poco a poco: nuestra elección tiene que ser renovada, constante y permanente. Por otro lado, separase de El puede también ser en forma progresiva. Este pasaje del Evangelio da a entender que Judas pudo haber comenzado apartarse del Maestro al escandalizarse también con este discurso. Dice el Evangelio: “En efecto, Jesús sabía desde el principio quiénes no creían en El y quién lo habría de traicionar”.

Es lo mismo que sucedía al pueblo de Israel a lo largo de su historia (Jos. 24,1-2.15-17.18): o escoge la idolatría o se decide por Yahvé; o Dios o los ídolos. Y aunque la decisión inicial estaba tomada a favor de Yahvé, muchos a lo largo del camino se van quedando con los ídolos. Siempre -es cierto- quedaban algunos fieles, pero muchos se iban quedando fuera.

Es lo mismo que sucede con el nuevo pueblo de Dios, todos nosotros que formamos su Iglesia de hoy. Inicialmente elegimos a Dios, pero no basta elegir a Dios una sola vez en la vida: esa elección hay que renovarla constantemente, en especial ante ciertas disyuntivas.

Es imposible servir a Dios y también servir a los ídolos modernos: el dinero, el poder, el placer, las teorías contra la fe y, en general, todo lo que el mundo nos vende como valioso y hasta necesario.

El señor nos apremia hoy a decidir si vamos tras Él o si nos quedamos con las cosas del mundo. Es cierto que el seguimiento de Cristo en nuestros días es muy duro pero no podemos excusarnos. Debemos optar en la vida…no podemos pasar por la vida como si fuésemos paganos, sin que se note que somos cristianos. El Señor nos pide audacia y valentía para seguirle. No podemos seguir en el continuo anonimato... pasar por la vida sin que los que nos rodean se den cuenta que somos cristianos. Es una pena que desperdiciemos los días sin vivir gozosos nuestra fe cada minuto.

Que Dios nos conceda a todos vivir comprometidos en nuestra vida de cada día, dando testimonio claro y alegre de nuestra fe.

Que Dios os bendiga a todos. Feliz día del Señor.

Tomás Pajuelo Romero. Párroco.

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