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28/8/11

«Tú me has seducido, Señor»

XXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - Ciclo A

Lecturas: Jeremías 20, 7-9 // Salmo 63 // Romanos 12, 1-2 // Mateo 16, 21-27.

Queridos hermanos y hermanas:

Icono Sagrado Corazón de JesúsEn este domingo 22 del tiempo ordinario la Palabra de Dios nos invita a seguir con todo el corazón, con toda el alma y con todo nuestro ser a Jesús. Nos invitan a ser valientes en el seguimiento de Cristo. A aceptar con alegria la invitación de Jesús a seguirlo viviendo el Evangelio, así encontraremos el verdadero y único camino para la felicidad. Este camino no es fácil, el profeta nos lo recuerda hoy, este camino exige renuncia, cruz y entrega radical. Lleva consigo las incomprensiones de mucha gente, incluso la incomprensión de nuestros propios familiares y amigos. La incomprensión de la gente que nos rodea.

El profeta Jeremias nos dice: "Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir, me forzaste y me pudiste, yo era el hazmerreir de la gente, todos se burlaban de mi." El profeta se refiere a la llamada de Dios, con terminos de seducción, de enamoramiento. Esa es la raiz de nuestra falta de compromiso y de nuestra apatía en la vida cristiana, NO estamos ENAMORADOS de Cristo. Es cierto que creemos en Él, que le rezamos, que lo adoramos, etc... Pero el profeta va más allá, hay que enamorarse de Cristo, hay que amarle con todo el ser, el alma, el cuerpo...sólo el que es capaz de enamorarse de Cristo puede coger su Cruz y seguirle. El Señor nos ama profundamente y quiere que nosotros le amemos. Religión viene del verbo latino "religare" que es unir, ligar espiritualmente. De hecho en nuestro lenguaje corriente usamos el termino "ligar" para buscar pareja, buscar amor... Pues hoy el profeta quiere que nos "liguemos" para siempre con el Señor, que lo amemos y nos dejemos amar por Él. Que bonito definir la relación con Dios como el enamoramiento del alma. En ningún momento se refiere el Señor a tener fe como el saber mucho de Teologia o de doctrina, que tambien es necesario, se refiere siempre a amar y ser amados.

Es verdad que este amor no es fácil, que lleva consigo bastante renuncia y que es exclusivo... pero.. ¿Que amor verdadero no es así? El que ama de verdad se entrega totalmente al otro, renuncia a si mismo por y para el otro... Si humanamente somos capaces ¿Por qué no lo hacemos espiritualmente? ¿Por qué nos cuesta tanto amar a Dios?

Es bastante más cómodo dejarnos llevar por el ambiente que nos rodea, eludir nuestros compromisos cristianos. Sólo si nos dejamos seducir por Dios, sólo si puedo experimentar que ya no puedo vivir de otra manera que siguiendo a Cristo, sólo entonces seré de verdad "Cristiano". Para eso es necesario vivir una fuerte unión con Dios. ¿Cómo está mi oración? ¿Alimento esta relación con el Señor?

Es dificil pero con la Gracia de Dios no es imposible. San Pedro, también experimentó el rechazo a la cruz. El evangelio de hoy, continuación del domingo pasado, nos presenta a Pedro que había sido instituido por Cristo como Roca firme de la Iglesia, que le habia dado poder para atar y desatar en cielo y tierra...ahora ante el anuncio de la cruz reniega. Jesús le dice apartate de mi... el que reniega de la cruz no merece ser mi discípulo. Esa es la realidad, cuando tenemos grandes momentos de gloria, cuando nos van bien las cosas, ahí todos amamos a Dios, lo queremos. Pero cuando llega el dolor, el sufrimiento, la Cruz que facilmente renegamos de Dios, lo culpamos de nuestros males... Pues es ahí donde debemos demostrar la verdadera fe, el verdadero amor. Humanamente decimos que dos personas son admirables en el amor cuando vemos la entrega del uno para con otro en el sufrimiento, en los problemas. Espiritualmente es lo mismo, nuestra fe crecerá y será recia cuando abracemos con AMOR la cruz de Cristo y le sigamos.

Esta entrega es total, incluido nuestro cuerpo por eso en la Segunda Lectura (Rom. 1 2, 1-2), San Pablo nos exhorta justamente a esto, a que nos ofrezcamos como “ofrenda viva, santa y agradable a Dios”. Y va más lejos aún: nos dice que en esa ofrenda de nosotros mismos a Dios consiste el verdadero culto. El culto no es principalmente pedir a Dios, agradecer a Dios, alabar a Dios... aunque es cierto que con todo esto le rendimos culto. El culto consiste principalmente en ofrendar nuestro ser, nuestra vida, todo lo que somos y tenemos a Dios. Así seremos santos y agradables a El, como nos dice San Pablo. Que nuestro cuerpos son Templos del Espíritu Santo y que por eso no los podemos ensuciar con el pecado. Debemos ser casas dignas de quién va a vivir en ellas: Dios mismo. Especialmente en la comunión. Que dificil nos resulta en nuestros días asumir valores cristianos como el pudor, la castidad, el respeto al cuerpo,el valorar el amor... Hoy día nuestro mundo nos ofrece todo lo contrario. Por eso ser cristiano es llevar la Cruz, es ir contracorriente... pero se puede, nos lo han demostrado esos millones de jóvenes que le han dicho a los otros jóvenes:"¡Que bonito es seguir a Cristo!" "¡Nosotros amamos a Cristo!"

Queridos hermanos y hermanas, seguramente este domingo la mayoria volváis de vuestras vacaciones y la parroquia vaya recuperando el pulso normal del curso. Rezo muy especialmente por todos los que os ponéis en camino, que la Virgen os proteja y os conceda un buen viaje. Pido a Dios que nos enamoremos de Él, que nos apasionemos de vivir en Cristiano.

Feliz día del Señor a todos. Mi bendición.

Tomás Pajuelo Romero. Párroco.

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