Hay, y en mil versiones, gigantes de la santidad – Francisco de Asís y Vicente de Paul, un Padre de Foucauld o un Maximiliano Kolbe, Teresa de Jesús o Teresa del Niño Jesús–, cuya talla moral es un desafío histórico ante el que ha de inclinarse el ateo.
Ives Moreau, en su libro: Razones para creer,
una interesantísima serie de preguntas y respuestas de índole católica
una interesantísima serie de preguntas y respuestas de índole católica
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