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30/10/11

«Haced lo que os dicen»

XXXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - Ciclo A

Lecturas: Malaquías 1,14b.2,1-2b.8-10 // Salmo 131(130),1.2.3. // Tesalonicenses 2,7b-9.13. // Mateo 23,1-12

Queridos hermanos y hermanas:

Las Lecturas de hoy se refieren muy especialmente a aquéllos que tienen responsabilidad dentro de la Iglesia, quienes con su ejemplo y su predicación deben guiar al pueblo de Dios.

La Primera Lectura del Profeta Malaquías (Ml. 1, 14; 2, 2,8-10) es una dura advertencia a los Sacerdotes de esa época por su mal comportamiento y por la predicación de falsas doctrinas: “ Se han apartado del camino, han hecho tropezar a muchos en la ley; han anulado la alianza que hice con la tribu sacerdotal de Leví ... no han seguido mi camino y han aplicado la ley con parcialidad”. El profeta Malaquias advierte de parte de Dios sobre la obligación de los ministros del altar de ser fieles a la doctrina del Evangelio y de la Santa Madre Iglesia. El Señor nos advierte a los pastores que la obra de la redención es un tesoro que ha puesto en nuestras manos pero que no es de nuestra propiedad. Es obra de Dios, es Dios quien la hace. Muchas veces caemos en la tentación de creer que es obra nuestra, que es nuestra palabra, nuestra simpatia, nuestra saber hacer...el que procura la Salvación. El que así piense está totalmente equivocado, está claro que sólo Dios salva, sólo Dios perdona, sólo Dios Santifica... es verdad que lo hace por medio de los ministros del altar, pero es Dios quien lo hace.

La Palabra de Dios de este domingo es muy clara y muy exigente con los sacerdotes, hoy nos toca a nosotros ponednos en la presencia de Dios y saber reconocer nuestros fallos. Es también necesario que el pueblo fiel sepa discernir claramente lo que es obra de Dios y lo que es obra humana. No podemos echar la culpa de todo a los sacerdotes ni tampoco echar la culpa de todo a los fieles.

Jesús en el Evangelio de hoy, insiste en la necesidad de ser buenos pastores. Evitando en la medida de lo posible los comportamientos, actitudes y palabras que puedan apartar a la gente. Pero el Señor nos da una lección encomiable hoy: "La obediencia". Nosotros, normalmente, cuando no nos gusta nuestro párroco, nuestro obispo, nuestro Papa...solemos desobedecerles...pasamos de ellos... Decimos y justificamos todos nuestros errores por sus errores. Jesús, en el Evangelio de hoy, después de dejar claro que debemos ser buenos ministros de Dios dice algo muy importante: "haced lo que os dicen". Aunque podamos creer que los ministros de Dios no cumplan bien con su misión, no hagan lo que dicen, sin embargo eso no nos autoriza a hacer nosotros lo que nos de la gana. Jesús los criticó, puso en su sitio al sanedrín, a los escribas, a los maestros de la ley...pero les reconoció su autoridad , reconocio que habian sido puestos por su Padre y les obedece y ACEPTA su condena a muerte. Esos mismos que Jesús había puesto en su sitio, a esos mismos Cristo les obedece aceptando que sean ellos los que decidan condenarlo a muerte. Y no se revela, no los echa, no los expulsa...acepta humildemente su condena...

Es verdad que el Señor hoy es muy claro y muy duro con nosotros los sacerdotes, que nos exige santidad de vida, esfuerzo, entrega, amor.. pero también nos deja muy claro nuestro deber, de todos, de obedecer a Dios en su Iglesia: al Papa, los Obispos y Párrocos.

Quiero hoy terminar mi reflexión pidiendo a todos que recéis por mi, para que sea el Sacerdote que vosotros os merecéis, que no caiga en los fallos que hoy denuncia Jesús en el Evangelio, que procure el bien de todos. Rezad por mi para que sea un Santo Sacerdote. Gracias de Corazón por vuestras oraciones y PERDÓN de corazón por mis fallos, ruego que sepáis disculpar los fallos que mi debilidad me han hecho cometer. Perdonadme, de corazon os lo pido.

Que Dios os bendiga y os conceda un maravilloso día del Señor.

Tomás Pajuelo Romero.
Párroco


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