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6/11/11

Imploramos la sabiduría

XXXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - Ciclo A

Lecturas: Sabiduría 6,12-16 // Salmo 63(62) // Tesalonicenses 4,13-18 // Mateo 25,1-13

El pasado día dos hacíamos memoria de todos los fieles difuntos, en ese día pedimos a Dios llenos de esperanza, por todos nuestros hermanos que ya nos han dejado y que sabemos que un día nos encontraremos en el Cielo si vivimos según el Evangelio. Las lecturas de este domingo y la de los próximos domingos, últimos del año litúrgico católico, nos harán continua referencia a la Vida Eterna, a la Salvación que Dios nos ha dado en su Hijo Jesucristo. A la posibilidad de la condenación si nos empeñamos en vivir de espaldas a Dios.

Hoy la lectura del libro de la Sabiduría nos explica que ser sabios para Dios no es acumular muchos conocimientos, no es tener muchas carreras, no es ser un premio Nobel... Estar colmados de la Sabiduría Divina, es tener nuestro corazón, nuestra alma, nuestra mente, colmada de la Gracía de Dios. Saber mirar nuestras vidas, nuestro mundo, nuestros problemas, nuestras alegrias, nuestra existencia con los ojos de Dios y no con los ojos del mundo. Posiblemente, muchas de nuestras infelicidades vienen dadas por esto, porque nos acercamos a la realidad con los ojos del mundo y no nos satisface. Si nos acercamos con los ojos de Dios, es muy posible que incluso la muerte más dolorosa, la enfermedad mas grave o el problema más grande seamos capaces de vivirlos con PAZ.

Esta Sabiduría Divina, es la que hoy pedimos para nuestras vidas, es la que imploramos para la humanidad. Pero debemos ganarla. La sabiduría humana, la ciencia y el conocimiento científico necesita de esfuerzo, de estudio, de trabajo, de sacrificio para alcanzarla. Nadie es Físico-Nuclear por ciencia infusa, son necesarios años de estudio y esfuerzo.

Pues hermanos, la Sabiduría Divina no la alcanzamos de pronto y sin esfuerzo. Es cierto que es un regalo de Dios, regalo que Dios hace en la oración, en los sacramentos, en la vida entregada al prójimo... ese es nuestro estudio: el Sagrario, la Eucaristía, la Caridad.

Santo Tomás de Aquino, doctor de la Iglesia, el más insigne teólogo de todos los tiempos, decía: "He aprendido más en mis largas horas ante el Crucifijo que en mi mesa de Estudio."

Esta necesidad de estar preparados, de estar llenos de la Gracia y Sabiduría Divina es lo que nos recuerda hoy Jesús en el Evangelio con la parábola de las doncellas sensatas y las necias. Las doncellas sensatas son aquellas almas que están repletas de la luz de Cristo, la luz de la Fe. Y además llevan la Gracia del aceite de la Salvación, de los sacramentos...Así brillarán siempre y estarán preparadas para entrar en el banquete Eterno.

Las doncellas necias, son las que no brillan con la luz de la fe, además no tienen la alcuza llena del aceite de la Salvación, de los sacramentos. Son aquellas personas que "pasan" de esos que se autodenominan "cristianos no practicantes" -que por otra parte es el PEGO más gordo que he podido oir en mi vida. Es algo tan absurdo y tan MENTIRA, como decir que yo soy jugador del Real Madrid no practicante. Pues esos son los que no viven los sacramentos, no viven la oración, pasan de la vida de fe, pasan de Dios, menos cuando sufren algo grave, y que luego confian en la Bondad infinita del Padre que los salvará porque es muy bueno. Es cierto que Dios es infinita Bondad pero no olvidemos que también es infinita justicia y dará a cada uno según su vida aqui en la Tierra.

Seamos diligentes en nuestra vida de fe, seamos sensatos y llenemos nuestras alcuzas con la Gracia de Dios que se nos da a raudales en los sacramentos y en la oración, en la Caridad y en el Amor.

Que Dios os bendiga a todos, que os conceda un Feliz domingo.

Tomás Pajuelo Romero.
Párroco


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