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7/10/09

7 de Octubre. Festividad de la Virgen del Rosario.

Celebramos la festividad de la Virgen del Rosario, una devoción y advocación, muy extendida por nuestra tierra andaluza. Todos conocemos a muchas mujeres llamadas María del Rosario, y, creo que no me equivoco mucho, si afirmo que casi todos tenemos recuerdos de nuestras abuelas rezando diariamente el Santo Rosario.

Si bien es cierto que por muchas personas la práctica del rezo del Santo Rosario está considerada como anticuada o pasada de moda no es menos cierto que dicha práctica ha sido reiteradamente practicada y recomendada a lo largo de la historia por la mayoría de los que posteriormente han sido elevados a los altares así como por nuestros pastores eclesiales y más en concreto, nuestros dos últimos Papas, Juan Pablo II y Benedicto XVI y recientemente nuestro Administrador Apostólico, D. Juan José Asenjo, en una carta pastoral semanal, publicada en esta misma web la semana pasada.

Por todo ello hemos creído conveniente traer a nuestra web algunos apuntes históricos acerca de esta devoción.

La Iglesia primitiva recomendaba rezar el rosario, el cual consistía en recitar los 150 salmos de David. Sin embargo, esta recomendación sólo la seguían las personas cultas y letradas, pero no la mayoría de los cristianos. Por esto, la Iglesia sugirió que aquellos que no supieran leer sustituyeran los 150 salmos por 150 Avemarías, divididas en quince decenas. A este “rosario corto” se le llamó “el salterio de la Virgen”.

A finales del siglo XII, Santo Domingo de Guzmán sufría ante la herejía de los albigenses. Estuvo en oración tres días y tres noches haciendo penitencia y flagelándose hasta perder el sentido. En este momento, se le apareció la Virgen y le dijo que la mejor arma para convertir las almas duras no era la flagelación, sino el rezo de su salterio. A partir de entonces se dedicó a predicar la devoción del Rosario.

El santo enseñó el rezo del rosario a los soldados liderados por su amigo Simón IV de Montfort antes de la Batalla de Muret, contra los albigenses, atribuyéndose su victoria a la Virgen. Por ello, Montfort erigió la primera capilla dedicada a la Virgen del Rosario.

En el siglo XIV los cartujos intercalan el padrenuestro y meditan distintos momentos de la vida del Señor. Además añaden "Jesús" al avemaría.

En el siglo XV el fraile Alain de la Roche, superior de los dominicos en la misma provincia de Francia donde había comenzado la devoción al Rosario, junto con otros dominicos unificó los elementos del Rosario y le dio forma definitiva eligiendo los quince misterios. También se añaden las letanías y se completa el avemaría añadiendo la parte final: "Santa María, madre de Dios, ruega por ...". En 1460, una vez dada la forma que tiene actualmente, el Padre Alain y los miembros de su Orden comenzaron la labor de propagación del Santo Rosario.

En 1479 el Papa Sixto IV aprueba el Rosario. A partir de entonces, esta devoción se extendió en toda la Iglesia.

El 7 de octubre de 1571 se llevó a cabo la batalla naval de Lepanto, en la cual los cristianos vencieron a los turcos. Los cristianos sabían que si perdían esta batalla, su religión podía peligrar y por esta razón confiaron en la ayuda de Dios a través de la intercesión de la Santísima Virgen. El Papa San Pío V pidió a los cristianos rezar el rosario por la flota. En Roma estaba el Papa despachando asuntos cuando de repente se levantó y anunció que la flota cristiana había sido victoriosa. Ordena el toque de campanas y una procesión. Días más tarde llegaron los mensajeros con la noticia oficial del triunfo cristiano. Posteriormente, instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias el 7 de octubre.

Un año más tarde, Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra Señora del Rosario.

Posteriormente León XIII, cuya devoción por esta advocación hizo que fuera apodado el Papa del Rosario, escribió unas encíclicas referentes al rosario, consagró el mes de octubre al rosario e incluyó el título de Reina del Santísimo Rosario en la letanía de la Virgen.

Tanto la Virgen de Lourdes en su aparición de 1858 como la de Fátima en 1917, dos apariciones aprobadas oficialmente por la Iglesia, pidieron a sus aparecidos que rezasen el rosario, prometiendo numerosos beneficios a los que practicaran esta devoción.

Gran parte de los papas del siglo XX fueron muy devotos de esta advocación. Juan Pablo II llegó a manifestar en 1978 que el rosario era su oración preferida.

La palabra Rosario significa 'Corona de Rosas'. La Virgen María ha revelado a muchas de las personas a las que se ha aparecido que cada vez que rezan un Ave María es como si le entregasen una rosa y por cada Rosario completo le entregan una corona de rosas. La rosa es la reina de las flores, así que el Rosario es la rosa de todas las devociones y por lo tanto es la más importante.

Para más información sobre el Santo Rosario (Forma de rezarlo, meditaciones, beneficios, escritos de los papas al respecto, etc.) se puede consultar, entre otros muchos sitios web, el recurso al respecto de Aciprensa

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