Rogatorias

Buscar...

Categorías

Archivo de noticias

7/5/09

Necesidad de orar: El Señor es mi pastor

Imagen del Buen Pastor, de las catacumbas de los primeros cristianosDios todo grande y poderoso, se ha querido hacer pequeño para acercarse al hombre. Hay en la debilidad de ese comportamiento de Dios auténtica grandeza: la de quien te ama sin interés y te quiere por ti mismo.

Dios no se contenta con amar desde su morada, sino que con su Hijo planta su tienda en la existencia humana, se hace carne para buscar y salvar lo perdido. Quiere compartir nuestra pequeñez, nuestra pobreza, nuestro pecado y llega por nosotros hasta el último extremo, padecer una muerte injusta para que todos tengamos VIDA.

Se te ha dado mucho y mucho se te pedirá. El amor es siempre exigente, pero a la vez es misericordioso, a pesar de nuestras infidelidades nunca nos abandona. “El Señor es mi Pastor, me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas”. El siempre va conmigo. En la oración, yo voy con Él.

Pero la vida de oración es dinámica, nada hay más opuesto a la vida de oración que la pasividad. La oración, remueve, cuestiona, inquieta. La oración nos pone en actitud de apertura a la voluntad de Dios. Descubre todas las miserias del corazón para enfrentarlas y transformarlas poniendo nuestro corazón de barro en sus manos para que lo transforme y lo haga misericordioso y compasivo como el suyo. La oración que no lleva a un cambio de vida debe ser cuestionada. La verdadera oración se manifiesta en los frutos.

En la oración busco parecerme cada día más a Jesús y una fórmula muy sencilla para parecerme más a Él, es preguntarme en cada situación que se me presente: ¿qué haría Jesús en mi lugar?. Si esto lo hacemos a lo largo del día con frecuencia iremos transformándonos de tal manera que podremos decir como san Pablo: “ya no soy yo, es Cristo quien vive en mí”.

Textos que podemos meditar: Juan 10, 11-18 - Salmo 23 - Lucas 10, 38-42 - Marcos 10, 35-45 - Juan 3, 14-18 - Gálatas 2, 17-21 - Salmo 84 - Romanos 2, 15-21.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Desde la afinidad o la discrepancia, pero siempre con respeto, te animamos a participar.

Por unas mínimas bases de hermandad, afecto y consideración, los comentarios anónimos inapropiados serán borrados.