Con la iglesia llena a rebosar se llevó a cabo, en la mañana del domingo, la despedida a nuestro anterior Vicario Parroquial, D. Francisco Roldán, y la bienvenida al nuevo, D. Emiliano Nguema.
22/9/08
Despedida de D. Francisco Roldán y bienvenida a D. Emiliano Nguema
Fue una ceremonia muy emotiva en la que todos pudimos dar gracias a Dios por los cinco años que hemos podido disfrutar de la presencia de D. Francisco entre nosotros y por el regalo que nos da con el envío de D. Emiliano. "Fran", dando muestras de su gran sensibilidad y de su sincero cariño hacia la parroquia, a duras penas pudo contener las lágrimas a lo largo de toda la Eucaristía. Lágrimas que tampoco pudieron ser reprimidas por muchos de los asistentes, quedando patente la profunda huella que D. Francisco deja tras de sí.
A continuación, D. Francisco tomó la palabra para agradecer, visiblemente emocionado y con voz entrecortada, todo lo que había recibido de la parroquia del Beato Álvaro, "su primera novia", y muy particularmente de D. Tomás al que calificó como "su maestro".
Terminó el acto con la entrega a D. Francisco y a D. Emiliano de sendos regalos y posteriormente con un ágape en el patio de la parroquia, a lo largo del cual todos los asistentes pudieron departir amigablemente sobre los quehaceres ordinarios y las actividades del curso que ahora comienza, así como dar personalmente su "hasta pronto" a Fran y su bienvenida a Emiliano.
Desde aquí pedimos a Dios por estos dos sacerdotes. rogándole sean cada día más santos y que allí donde vayan se sienta SU presencia.
Fran, nunca te olvidaremos. Emiliano, nuestra sincera bienvenida. Aquí nos tenéis ambos para lo que necesitéis.
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Desde Buenos Aires, un servidor estaba a las 10 de la mañana (15 horas en España) en misa acordándome de todos vosotros. Voy a echaros mucho de menos estos tres meses. Un abrazo a Fran, otro a los que quedais por alli.
ResponderEliminarJoselu el del coro
Te damos la bienvenida a nuestra parroquia, Emiliano.
ResponderEliminarEstamos seguros de que tienes mucho que aportar a tu familia de Beato Álvaro.
Un abrazo.