Indulgencias en Año Sacerdotal

Como bien sabéis, queridos hermanos, desde el pasado 19 de junio, Su Santidad el papa Benedicto XVI, inauguró en Roma el jubileo del Año Sacerdotal, con el lema “FIDELIDAD DE CRISTO, FIDELIDAD DEL SACERDOTE”, coincidiendo con la celebración del 150 aniversario de la muerte del cura de Ars, san Juan María Vianney; por lo que tanto la Congregación para el Clero como nuestros obispos desean que este año sirva para favorecer la vida espiritual de los sacerdotes hacia la perfección, ya que de ello depende la eficacia del ministerio. Por eso el Santo Padre ha querido que la celebración esté enriquecida con la concesión de indulgencias especiales, tanto para los sacerdotes como para los fieles.

Para los fieles las condiciones para ganarlas son las siguientes, según nos ha escrito nuestro administrador apostólico, D. Juan José:

• Podrán beneficiarse de la indulgencia plenaria todos los fieles que arrepentidos de corazón asistan a la Santa Misa el día de la Inmaculada Concepción y el día de San Juan de Ávila, y a la Misa Crismal ofreciendo por los sacerdotes de la Iglesia oraciones a Jesucristo y cualquier obra buena.


• También podrán lucrar indulgencias plenarias todos aquellos que participen en un acto comunitario de adoración eucarística en el que se exponga el Santísimo Sacramento y se rece por la santificación de los sacerdotes. Dicho acto se podrá celebrarse una sola vez a la semana.


• Los ancianos, los enfermos y todos aquellos que por motivos legítimos no puedan salir de casa, también podrán obtener indulgencia plenaria, si con ánimo alejado de pecado y con el propósito de cumplir las tres condiciones necesarias (confesión sacramental, comunión sacramental y rezar por las intenciones del papa) y rezan por la santificación de los sacerdotes y ofrecen a Dios por medio de María, Reina de los Apóstoles, sus sufrimientos y enfermedades.


• Se concede también indulgencia parcial a los fieles que cada vez que recen cinco Padrenuestros, Ave Marías y Glorias, y otra oración (Oración para el Año Sacerdotal) debidamente aprobada en honor del Sagrado corazón de Jesús para que los sacerdotes se conserven en pureza y santidad de vida.

Para todo ello complementado con el Sacramento de la Confesión y rezar por las intenciones del papa para los días en que abre y se clausura el Año Sacerdotal.

Queridos hermanos como veis es un año para rezar por los sacerdotes y con los sacerdotes. Y como no, para pedir también al dueño de la mies para envíe operarios a su mies.

Emiliano Nguema. Vicario parroquial