Rogatorias

Buscar...

Categorías

Archivo de noticias

6/2/11

Sal de la Tierra y Luz del Mundo

V DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Lecturas: Isaías 58, 7-10 // Salmo 112(111), 4-5.6-7.8-9 // 1Corintios 2, 1-5 // Mateo 5, 13-16

Queridos hermanos y hermanas:

Luz del mundoEn esta semana que hemos celebrado la fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo, el 2 de febrero, en la que se presentaba a Jesús como la luz que ilumina a las naciones y a todos los hombres. Jesús es la Luz del Mundo. Hoy domingo la liturgia hace extensiva esta afirmación, las lecturas de hoy nos muestran a Jesús como luz del mundo y la llamada a cada uno de los cristianos a ser también luz entre los suyos.

En un mundo en el que el estilo de vida es el egoísmo, el tener, el poseer, el disfrutar a costa de lo que sea, el placer por el placer... ¿cómo podemos los cristianos ser luz? Lo primero es siendo cristianos, demostrando que queremos seguir a Jesús. Para demostrar esto la lectura de Isaías que hoy escuchamos nos deja muy, muy claro cuál es el estilo de vida que debería llevar un cristiano en el mundo de hoy. Isaías lo puede decir más alto pero más claro no. La Palabra de Dios nos dice que hagamos esto y entonces nuestra luz brillará entre los que nos rodean. Mirad, estamos tan metidos en la sociedad, eso es bueno, que hemos perdido nuestra identidad de cristianos y eso es malo. Hoy es muy raro que los cristianos nos signifiquemos, que los que nos conocen sepan claramente que somos católicos, practicantes convencidos y alegres. Porque lo somos, ¿no?

Muchas veces, por un falso respeto a los demás y por no dar la impresión de "beatos", nuestros vecinos y compañeros, incluso nuestros familiares, no saben que participamos en la Parroquia, que somos catequistas, que rezamos, que vamos a misa... Es bastante significativo que no puedan reconocer por nuestras obras que somos cristianos. Por eso las palabras de Isaías son muy clarificadoras, así debemos ser y actuar, así seguro que se nota nuestra fe, así no habrá duda de nuestro compromiso cristiano. Así de verdad brillará la luz en la tiniebla, seremos luz que ilumina la vida porque nuestras vidas están iluminadas por la LUZ, por CRISTO.

Para esto no hace falta ninguna condición especial, solamente confiar y creer firmemente en Jesús y el Evangelio. San Pablo en su primera carta a los Corintios nos explica cómo anunció Él el Evangelio; lo hizo desde la sencillez, la humildad, sin elocuencia humana sino lleno del Espíritu Santo. Ahí está el centro de la cuestión, para poder testimoniar a Cristo tenemos que estar llenos del Espíritu Santo. Por desgracia, los cristianos hoy no tenemos tiempo para rezar, para dedicar tiempo largo y continuado a la meditación, de vivir con paz y serenidad los sacramentos, la Eucaristía sin prisas, la confesión bien preparada, asumida como regalo de Dios. Nos falta vida espiritual, vida interior... sin ella todo lo que hagamos se convierte en activismo solidario pero no en fruto de amor divino en nuestras vidas.

El Señor nos dice que seamos luz, que iluminemos al mundo. Comencemos iluminando nuestras vidas, la de nuestros seres queridos, la de nuestra comunidad parroquial... si todos nos ponemos en serio a vivir nuestra fe, seguro que el mundo, por lo menos el que nos rodea, será mucho mejor.

El Señor os bendiga y os colme de su Gracia.

Tomás Pajuelo Romero. Párroco.

1 comentario:

  1. "Porque lo somos, ¿no?" Me parece muy atinado el recordatorio. Sin duda se puede mejorar la catequesis de todos en muchos aspectos, y en eso, yo creo que con frecuencia hay que preguntarse, y muchas veces re-descubrir, la razón de nuestra alegría, porque muchas veces apenas parecemos manifestarla exteriormente.

    ResponderEliminar

Desde la afinidad o la discrepancia, pero siempre con respeto, te animamos a participar.

Por unas mínimas bases de hermandad, afecto y consideración, los comentarios anónimos inapropiados serán borrados.