¡Son tantas las cosas que podemos hacer en la Parroquia!

XXV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - Ciclo A

Lecturas: Isaías 55,6-9 // Salmo 145(144) // Filipenses 1,20c-24.27a // Mateo 20,1-16a

Queridos hermanos y hermanas:

En este domingo 25 del tiempo ordinario, sumergidos ya en el nuevo curso, cuando las tareas de la pastoral parroquial comienzan a ponerse en marcha escuchamos precisamente en el Evangelio la llamada del Señor a trabajar en su Viña.

Escuchamos la parábola del propietario de una viña que sale a contratar jornaleros para su viña a distintas horas del día, a primera mañana, a media mañana, a medio día al atardecer y al anochecer... Sale a ver las necesidades de los trabajadores y contratarlos. Se ajusta con ellos en denario por toda la jornada. Es el salario justo que establece de mutuo acuerdo con ellos.

Al final del día cuando llega la hora del pagar, comienza por los últimos contratados y les da el denario según lo convenido, los jornaleros de todo el día se quejan. El propietario les recuerda que ese fue el jornal en el que se ajustaron y que les está pagando lo acordado. Si el quiere ser generoso y regalarles a los últimos el mismo dinero, no está cometiendo ninguna injusticia.

La imágen de la Viña es muy usada por Jesús para referirse al Reino de Dios, la Viña sería nuestro mundo, nosotros los jornaleros que debemos trabajar ese mundo y el propietario Dios. Dios sale cada día a buscar jornaleros para su viña, para que trabajes por el Reino de Dios. Unos le responden desde el comienzo de su vida, otros en la juventud, otros en la madures, otros en un momento de necesidad y otros en los últimos momentos de la vida... para todos el mismo salario: LA VIDA ETERNA.

Hay personas que desde su infancia están vinculadas a las tareas de la parroquia, de la catequesis... otros se han sentido llamados en otro momento y se incorporan, otros puede ser que después de una experiencia importante en sus vidas decidan convertirse y seguir el evangelio... incluso hay personas que en los momentos últimos de su existencia, reflexionan, confiesan , se arrepienten y se convierten al Señor recibiendo ellos también la vida eterna.

Muchas veces nuestra reacción ante la conversión de los demás es como la de los jornaleros de la parábola: la envidia. Nos creemos con más derechos porque llevamos toda la vida trabajando en la Viña del Señor. Sentimos "celos" de que el Señor llame a personas en su madurez y nos creemos que es injusto con los que llevamos más tiempo. Es muy significativo que en las tareas pastorales de las parroquias cuando se incorpora alguién nuevo y se entrega plenamente y adquiere cierta relevancia, los de siempre se sienten intimidados, incluso surge un poco de rechazo. NO es precisamente una actitud evangélica, al contrario el Señor lo dice bien claro hoy: "NO tengáis envidia unos de otros, sino AMOR".

Queridos hermanos y hermanas el Señor sale a buscar trabajadores, no le digas que no. Hacen mucha falta trabajadores del Reino de Dios, hacen falta catequistas, sacerdotes, personas que visiten a los enfermos, voluntarios de Cáritas, personas que se formen en los distintos grupos, personas que se encarguen de la limpieza, personas que lean en las misas.... ¡son tantas las cosas que podemos hacer en la Parroquia! Os invito a colaborar, a responder con un SÍ generoso a la llamada del Señor, no le des más vueltas, si sientes que tienes que integrarte en la parroquia ¡HAZLO! no te arrepentirás.

Que el Señor os bendiga a todos. Un abrazo y feliz domingo, feliz Día del Señor

Tomás Pajuelo Romero
Párroco