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8/6/08

Entrevista con Cristina. La Historia de una Conversión (I)

“El Señor es mi Pastor”

Cristina nació en Barcelona el año 1.978. A causa de la profesión de sus padres (maestros), a lo largo de su vida, ha ido residiendo en distintas localidades, todas ellas de Cataluña, hasta que desde hace 2 años, por amor, o por capricho del destino, o mas bien, por voluntad de Dios (de lo que ella está convencida,) se trasladó a Córdoba y ahora vive entre nosotros.

El pasado 18 de mayo vivió el día mas importante de su vida; de manos del señor obispo recibió el Bautismo, la Confirmación y su Primera Comunión. Una experiencia y un día inolvidables para ella.

Pensamos que su testimonio podría ser interesante, tanto para los que se encuentran alejados de la Fe como para los que ya la profesamos, por ello, decidimos ponernos en contacto con ella para concertar una pequeña entrevista, lo que hicimos el mismo domingo tras la ceremonia. Cristina, toda amabilidad a pesar de lo ajetreado del momento y de no conocernos de nada, mostró su total disponibilidad para charlar con nosotros. Así, quedamos en vernos un par de días después para mantener una conversación de la que, por motivos de espacio, extraemos a continuación un poco de lo mucho e interesante que nos contó.

Puntual a la cita (incluso con antelación a la hora fijada), encontramos a Cristina en la puerta de nuestra parroquia despachando telefónicamente asuntos de trabajo. Ambos pensamos que el lugar más apropiado para llevar a cabo la entrevista era en la tranquilidad de alguno de los salones de la parroquia, nuestra casa común, a lo que D. Tomás accedió gustoso.

Creo, sinceramente, que el entrevistador (que debutaba en estos quehaceres) estaba más nervioso que la entrevistada, pero, poco a poco, y gracias, sobre todo, a la naturalidad con la que Cristina afrontó la situación, la pretendida entrevista derivó en una amena conversación en la que prácticamente sin darnos cuenta se fueron tratando todos los puntos previstos en el “guión”.

Así, Cristina comenzó a hacer un recorrido por sus orígenes. Nos cuenta que sus padres sí que estaban bautizados y habían hecho la Primera Comunión, e incluso se habían educado en colegios religiosos, pero que decidieron ser totalmente neutrales con ella y sus tres hermanos en ese aspecto para darles la oportunidad de elegir cuando fuesen adultos.

¿Qué conocía pues Cristina de Jesús y de la Iglesia durante su estancia en Barcelona? Cristina nos confiesa que entró por primera vez en una iglesia con diecisiete años con motivo de un bautizo al que fue invitada y que su conocimiento con respecto a la religión era de “culturilla general”; lo que veía por la tele, lo que le enseñaron en los dos años que dio religión en el colegio, lo que le contaba su abuela, que sí que era católica practicante, y poco más. Sí que creía que había algo, un ser superior al hombre, pero ni le ponía nombre ni lo identificaba con nada.

Uno de los puntos de inflexión en la vida de Cristina fue la muerte repentina de su padre. Para toda su familia fue un golpe muy duro. Sin embargo, mientras que para su madre supuso un distanciamiento de la Fe para ella fue el inicio del cambio:

- A mí, en cinco años para acá, me ha cambiado la vida. No soy la misma persona. Con la muerte de mi padre estaba como en un pozo..., estaba superperdida...., no encontraba el norte...., no sabía lo qué quería. A raíz de ahí maduré, comencé a plantearme cosas y empecé a encontrar…bueno, no empecé a encontrar… es que me lo pusieron delante- nos dice.

Cristina, aún sin poder encontrar las palabras adecuadas y la forma para explicar el cómo, se muestra plenamente convencida de que Dios la ha ido conduciendo, la ha ido llevando, poco a poco y sin ser ella plenamente consciente de ello, hasta llegar a su situación actual.

En este momento se me vienen a la cabeza los versos del Salmo 23:

"El Señor es mi pastor,

...
me conduce hacia fuentes tranquilas
...
Me guía por la senda del bien,
...
Aunque pase por quebradas peligrosas,
ningún mal temeré,
porque tú estás conmigo,
tu bastón y tu vara me protegen
....
Tu amor y bondad me acompañan
todos los días de mi vida;
..."

A raíz de todo esto que nos cuenta Cristina me hago algunas preguntas:

¿Somos nosotros capaces de vislumbrar la mano de Dios en nuestras vidas como lo ha hecho Cristina?; ¿Tenemos la humildad suficiente como para aceptar seguirle por la senda que él nos conduce?; ¿Tenemos la Fe suficiente como para creer que Él está con nosotros y nos protege siempre, incluso en los malos momentos?

1 comentario:

  1. Ya estoy esperando la publicación de la segunda parte de la entrevista.

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