Rogatorias

Buscar...

Categorías

Archivo de noticias

12/6/08

Entrevista con Cristina. La Historia de una Conversión (III)

(Ir a 1ª parte) (Ir a 2ª parte)

“Permaneced en mi Amor”

Ha llegado el momento de hablar con Cristina del 18 de mayo de 2008. El día de su Bautizo. El día de su Primera Comunión. El día de su Confirmación. Al nombrarle este día el rostro de Cristina se ilumina y sus ojos desprenden un brillo especial. Rebosa tanta felicidad que es fácilmente perceptible por su interlocutor.

Lo primero que le preguntamos es cómo se sentía ese día antes de la celebración. Casi como volviendo a revivir aquellos momentos se muestra inquieta y nos cuenta que se sentía supernerviosa y con mucho miedo por si surgía algún inconveniente de última hora que le impidiera recibir los Sacramentos. Sobre el día anterior nos revela: –“Tenía miedo, pensaba: mira que si me caigo por las escaleras o me tuerzo un tobillo…. Quique quería salir y yo le decía: Yo no me muevo de casa vaya que me pase algo. Estaba toda paranoica.., muy nerviosa. No quería que pasase algo que lo echara todo al traste.”

Cristina nos dice que en la celebración continuaba nerviosa, incluso le temblaban las piernas, pero que ese estado de nervios desapareció con el Bautismo: -“ Los nervios se me quitaron cuando me bautizaron. Ahí fue cuando me relajé. Me relajé y los nervios se convirtieron en responsabilidad. Mientras continuó la celebración hice mi último examen de conciencia pero acabé totalmente convencida de que aquello era lo que yo verdaderamente quería.”

También nos cuenta que durante el Bautizo no paró de llorar, que fue una experiencia “superfuerte”. –“Vi pasar toda mi vida por delante en un momento y me acordé de mi padre y de toda mi gente”. Y nos comenta que su familia, a la que tanto echó de menos en este día, no estuvo presente en la celebración, aunque no por el hecho de que no compartieran su decisión, sino por diversos motivos que les impidieron desplazarse desde Barcelona.

Tras contarnos esto, Cristina también parece relajarse y con una amplia sonrisa, nos dice que, tras la celebración del Bautismo, durante el resto de la celebración, -“ya fue todo un disfrute total”.

Ya ha pasado Cristina sus primeros días como miembro de la Iglesia. Ya ha pasado todo el estrés propio de la preparación y la celebración de ese día tan importante para ella. Le preguntamos cómo se siente ahora que ya ha tenido algo de tiempo para ir asimilándolo todo. Su respuesta es rápida y con seguridad afirma: -“Me siento una privilegiada y muy, muy orgullosa de haberme bautizado. Me siento muy contenta.... como si me hubiese tocado la lotería. Me regaló mi abuela Carmen, del Cursillo, (que yo la llamo abuela) un Crismón, me lo colgué el domingo y todavía no me lo he quitado, ni me lo pienso quitar.” Y nos muestra, toda orgullosa, el Crismón de plata que lleva colgado al cuello.

Y ahora ¿Qué? – Le preguntamos-. Toda ilusionada nos dice que ahora hay que seguir. Que sigue siendo una inculta religiosa y que tiene mucho que aprender. Lo primero que quiere es aprender oraciones y para ello se ha hecho con un librito que la acompaña a todos sitios y que, en cualquier momento en que dispone de tiempo, ya sea en el autobús o en cualquier otro sitio, lo saca y se pone a aprendérselas. Además piensa seguir asistiendo a las reuniones de su Cursillo de Cristiandad y, como no, los domingos a misa con su suegra.

Sin solución de continuidad le preguntamos si tenía pensado integrarse en alguno de los grupos o actividades de la parroquia, a lo que nos contestó: -“De momento no. Ahora mismo estoy trabajando en Proyecto Hombre y el poco tiempo libre de que dispongo lo entrego allí. Allí me necesitan más. Bueno... no...yo los necesito más a ellos que ellos a mí. Si más adelante el trabajo me lo permite y tengo más tiempo pues ya se vería pero de momento seguiré con Proyecto Hombre.”

Para finalizar le pedimos unas palabras dirigidas a todos aquellos que se puedan encontrar en la misma situación en que ella se encontraba hace un tiempo. Esta fue su contestación:

-“Que no se dejen influenciar por nadie. Eso es lo más importante. Que escuchen todas las opiniones, las buenas, las malas y las regulares. Que piense sobre toda su vida, desde que nacieron, y que busquen, porque seguro que Dios les ha ayudado muchas veces. Nada pasa por casualidad. Que nunca es tarde.”

Hasta aquí llegó nuestra conversación con Cristina. Una mujer valiente, comprometida y con las ideas muy claras, que ha conocido a Jesucristo y está dispuesta a seguirlo, tratarlo y dar testimonio de Él como respuesta a su llamada y a su Amor por ella.

“Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor.
.....
No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca” (Juan, 15. 9,16)

¿Cómo permanecemos nosotros en el Amor de Jesús? ¿Permanecemos de manera rutinaria, por tradición, pensando que ya lo conocemos y lo sabemos todo o permanecemos de manera activa, intentando continuamente conocer a Jesús más a fondo y buscándolo cada día en el hermano necesitado como hace Cristina? ¿Seremos nosotros capaces de permanecer en el Amor de Jesús y de dar fruto?

Desde aquí queremos hacer pública nuestra inmensa gratitud a Cristina por habernos dedicado su tiempo y por compartir con toda nuestra comunidad parroquial su testimonio. Al mismo tiempo le deseamos toda la felicidad del mundo en su nueva vida como cristiana y os pedimos a todos una oración por ella, para que así sea.

1 comentario:

  1. Extraordinario testimonio. Gracias, mil gracias, Cristina, por compartirlo. Paz y bien para tí y tu familia.

    ResponderEliminar

Desde la afinidad o la discrepancia, pero siempre con respeto, te animamos a participar.

Por unas mínimas bases de hermandad, afecto y consideración, los comentarios anónimos inapropiados serán borrados.