«Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco»

XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (B)

Lecturas: Jeremías 23,1-6 // Salmo 23 // Efesios 2, 13-18 // Marcos 6,30-34

El evangelio de S. Marcos que es proclamado en este domingo viene a dar un sentido pleno a nuestro descanso veraniego. Estamos en un tiempo en el que muchos cristianos de nuestra parroquia están gozando de unas merecidas vacaciones, un tiempo de familia, de ocio, de esparcimiento. Es verdad que es muy necesario descansar para tomar con empeño la tarea de nuestros trabajos. Después de un año de trabajo este tiempo estival nos ayuda a recargar las pilas para poder enfrentarnos de nuevo al trabajo.

En el Evangelio de hoy escuchamos cómo los apóstoles cuentan a Jesús el fruto de su trabajo. Él, los había enviado de dos en dos a predicar la buena noticia de la Salvación, ellos vuelven y le cuentan a los demás como les ha ido, han predicado, han curado enfermos en el nombre de Jesús, han visto la obra de Dios en sus manos. Vienen ilusionados, alegres y gozosos de comprobar el trabajo bien hecho. Jesús los escucha, les anima y les dice: "Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco".

Venid, el descanso de un cristiano es con el Señor, los llama a estar con él más sosegadamente. Nosotros durante el año de trabajo apenas tenemos tiempo para dedicarle al Señor, es ahora en este tiempo de verano, cuando el Señor nos dice también a nosotros: "Venid". El ser cristiano no tiene vacaciones, el hecho de movernos, de cambiar de localidad para veranear no supone que le damos descanso al Señor y que ya no lo volvemos a ver hasta que volvamos. En cualquier lugar donde vayamos de vacaciones habrá una Iglesia para rezar, un Sagrario para adorar al Cristo y en todos habrá una playa, una montaña, un lugar precioso donde encontrarnos a solas con el Señor.

Vayamos a estar con Cristo, aprovechemos este tiempo de vacaciones para leer la Biblia, algún libro de formación espiritual y cristiana, la vida de algún Santo, etc.. Que saquemos tiempo para estar con Dios, que nos retiremos a lo hondo de nuestro corazón para allí descansar en el Señor, recapitular en Él todo este año de trabajo, agradecerle los dones con los que nos ha enriquecido en este tiempo, pedirle fuerza para llevar nuestras cruces y rezad por los hermanos y hermanas de nuestra parroquia que celebramos juntos nuestra fe, aunque estemos cada uno en un sitio distinto de veraneo.

Verano no es tiempo de alejarse de Dios, al contrario, si somos capaces de proponernos un plan de verano, es tiempo para poder hacer todas las cosas que durante el año nos es imposible hacer.

No abandonemos nuestra fe en verano, que no volvamos diciendo que hemos estado alejados de Dios y que teniamos ganas de volver para reecontrarnos con el Señor en nuestra parroquia. Es verdad que echamos de menos nuestras celebraciones, nuestras Eucarístias, el vernos todos juntos. Pero al Señor lo tenemos en todos sitios y podemos estar unidoa espiritualmente con toda la comunidad cristiana de la parroquia estemos donde estemos.

Escuchemos hoy con un corazón generoso y llenos de fe la invitación de Cristo en el evangelio: "Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco."

Tomás Pajuelo. Párroco