LUNES DE LA OCTAVA DE PASCUA
Lecturas: Hechos 2, 14.22-32 // Salmo 15 // Mateo 28, 8-15
¡Aleluya! ¡Cristo Vive! ¡Ha resucitado!
Es el grito de la Pascua, atrás quedaron los días de ayuno y sacrificio cuaresmales, los días de acompañar a Cristo en Getsemaní, ante Anás y Caifás, ante Pilato. Que lejos resuenan los gritos de la multitud: ¡Crucificale! ¡Crucificale!
Todo queda atrás, tapado por el anuncio gozoso de la Pascua: ¡No está aquí ha resucitado!
Este lunes comenzamos la semana llamada Octava de Pascua. LA LITURGIA nos invita a que durante toda la semana se prolongue la alegría y el gozo de la Noche Pascual. Nos pide que durante la octava pascual celebremos como si fuese un único día: el día de la resurrección, un día que durará una semana y que luego seguiremos celebrando durante cincuenta días.
Los textos evangélicos de esta semana nos presentan las distintas apariciones de Cristo Resucitado a los discípulos.
Es el grito de la Pascua, atrás quedaron los días de ayuno y sacrificio cuaresmales, los días de acompañar a Cristo en Getsemaní, ante Anás y Caifás, ante Pilato. Que lejos resuenan los gritos de la multitud: ¡Crucificale! ¡Crucificale!
Todo queda atrás, tapado por el anuncio gozoso de la Pascua: ¡No está aquí ha resucitado!
Este lunes comenzamos la semana llamada Octava de Pascua. LA LITURGIA nos invita a que durante toda la semana se prolongue la alegría y el gozo de la Noche Pascual. Nos pide que durante la octava pascual celebremos como si fuese un único día: el día de la resurrección, un día que durará una semana y que luego seguiremos celebrando durante cincuenta días.
Los textos evangélicos de esta semana nos presentan las distintas apariciones de Cristo Resucitado a los discípulos.
Hoy lunes el evangelista Mateo nos narra el anuncio de las mujeres de su hallazgo del sepulcro vacío. Su encuentro personal con Cristo vivo que les llena de paz: ¡No tengáis miedo! El texto nos pone ante la experiencia central de todo cristiano: el encuentro con el Señor Resucitado. Las mujeres contemplan el sepulcro vacío, salen corriendo llenas de alegría a anunciarlo a los discípulos, y de pronto Jesús sale a su encuentro y les dice: ¡Alegraos! Les calme: ¡No tengáis miedo! Les envía ¡Id a comunicar a mis hermanos…!
Jesús, vivo y presente en nuestras vidas sale a nuestro encuentro, quiere hacerse presente en nuestras vidas. Se hace el encontradizo para decirnos: ¡Alégrate! Yo estoy contigo, estoy a tu lado, la muerte no ha vencido, la Vida ha triunfado. En tu existencia quiero que triunfe la Vida y no el pecado, que vivas cerca de mí y de los hermanos. Jesús resucitado te dice: ¡No tengas miedo! Yo estoy a tu lado, aunque los problemas te agobien, yo estoy ahí. No tengas miedo a vivir la fe, a querer a Dios, a entregarte a tus hermanos. Ese encuentro con el resucitado transforma nuestras vidas desde lo más hondo de nuestro ser. No puede ser lo mismo vivir la fe que VIVIR la fe llenos de la Gracia del Resucitado. No creemos en dogmas, vivimos a Cristo Vivo.
Si de verdad se produce ese encuentro en nuestras vidas no podemos callarlo, no podemos seguir viviendo como si tal cosa… Es algo connatural al encuentro con Cristo el anuncio gozoso de esa experiencia de amor. En nuestra vida cotidiana, los grandes acontecimientos, las buenas y malas noticias que nos ocurren no podemos callarlas, nos brota compartirlas con los que queremos. Pues el encuentro real con Cristo debería ser lo mismo, nos debería explotar de gozo el corazón y no callar nunca, proclamar el gozo de tener tan cerca de Jesús, de vivir por Él y para Él. Alegraos y alegrad a todos los que viven cerca de vosotros anunciándoles la gran Noticia: Cristo vive, está a tu lado y está deseando que le abras tu vida.
Los judíos, los soldados, no son capaces de reconocer la resurrección, han sido testigos directos del sepulcro vacío y se inventan cualquier historia antes que reconocer que Cristo ha triunfado y es el Mesías. Nuestro mundo contempla cada día el testimonio real de la vida de tantos cristianos que demuestran que Cristo vive, amando y sirviendo al pobre y desvalido. Pero siguen negando a Cristo, su corazón sigue inventando tramas para justificar su falta de fe. Para intentar agarrarse a los injustificables siguen anclados en los fallos de unos pocos y no ven la Gracia de una multitud.
Vivamos gozosos y anunciemos con convicción que Cristo está vivo entre nosotros y experimentamos su amor. Que Dios os bendiga a todos y os colme de su Gracia.
Jesús, vivo y presente en nuestras vidas sale a nuestro encuentro, quiere hacerse presente en nuestras vidas. Se hace el encontradizo para decirnos: ¡Alégrate! Yo estoy contigo, estoy a tu lado, la muerte no ha vencido, la Vida ha triunfado. En tu existencia quiero que triunfe la Vida y no el pecado, que vivas cerca de mí y de los hermanos. Jesús resucitado te dice: ¡No tengas miedo! Yo estoy a tu lado, aunque los problemas te agobien, yo estoy ahí. No tengas miedo a vivir la fe, a querer a Dios, a entregarte a tus hermanos. Ese encuentro con el resucitado transforma nuestras vidas desde lo más hondo de nuestro ser. No puede ser lo mismo vivir la fe que VIVIR la fe llenos de la Gracia del Resucitado. No creemos en dogmas, vivimos a Cristo Vivo.
Si de verdad se produce ese encuentro en nuestras vidas no podemos callarlo, no podemos seguir viviendo como si tal cosa… Es algo connatural al encuentro con Cristo el anuncio gozoso de esa experiencia de amor. En nuestra vida cotidiana, los grandes acontecimientos, las buenas y malas noticias que nos ocurren no podemos callarlas, nos brota compartirlas con los que queremos. Pues el encuentro real con Cristo debería ser lo mismo, nos debería explotar de gozo el corazón y no callar nunca, proclamar el gozo de tener tan cerca de Jesús, de vivir por Él y para Él. Alegraos y alegrad a todos los que viven cerca de vosotros anunciándoles la gran Noticia: Cristo vive, está a tu lado y está deseando que le abras tu vida.
Los judíos, los soldados, no son capaces de reconocer la resurrección, han sido testigos directos del sepulcro vacío y se inventan cualquier historia antes que reconocer que Cristo ha triunfado y es el Mesías. Nuestro mundo contempla cada día el testimonio real de la vida de tantos cristianos que demuestran que Cristo vive, amando y sirviendo al pobre y desvalido. Pero siguen negando a Cristo, su corazón sigue inventando tramas para justificar su falta de fe. Para intentar agarrarse a los injustificables siguen anclados en los fallos de unos pocos y no ven la Gracia de una multitud.
Vivamos gozosos y anunciemos con convicción que Cristo está vivo entre nosotros y experimentamos su amor. Que Dios os bendiga a todos y os colme de su Gracia.
Tomás Pajuelo. Párroco
Nota: Desde hace ya prácticamente un año, nuestra diócesis dispone de un canal propio de televisión que emite sus contenidos, a demanda, a través de internet. Entre sus contenidos destacan la oración del día, los comentarios sobre el evangelio de cada día (Palabra viva), la carta semanal de nuestro Obispo (Voz del Pastor), noticias, entrevistas, reportajes,...
Esta semana ha realizado los comentarios de las lecturas del día nuestro párroco, D. Tomás, por lo que enlazaremos estos días con sus vídeos emitidos por el Canal Diócesis TV, que se corresponde al texto arriba transcrito. A continuación mostramos el correspondiente a hoy, primer lunes de Pascua.
Animamos a todos los lectores de esta página a aprovechar este medio de evangelización que nuestra diócesis nos ofrece a través de su Canal Diócesis TV.
Esta semana ha realizado los comentarios de las lecturas del día nuestro párroco, D. Tomás, por lo que enlazaremos estos días con sus vídeos emitidos por el Canal Diócesis TV, que se corresponde al texto arriba transcrito. A continuación mostramos el correspondiente a hoy, primer lunes de Pascua.
Animamos a todos los lectores de esta página a aprovechar este medio de evangelización que nuestra diócesis nos ofrece a través de su Canal Diócesis TV.
Vaya crack que es Tomás, acabo de verlo por primera vez en canaldiocesis.
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