Este pasado domingo, en una mañana espléndida, nuestra parroquia se vistió con sus mejores galas dispuesta a vivir una gran fiesta presidida por nuestro señor obispo, D. Juan José Asenjo. Una fiesta para dar la bienvenida a la Iglesia Católica a nuestra hermana Cristina y para ser testigos de la confirmación en la Fe a otros 37 hermanos más.
A eso de las 11'45 h. llegaba a nuestra iglesia parroquial D. Juan José Asenjo acompañado por nuestro Vicario Parroquial D. Francisco Roldán. En la puerta le esperaba para darle la bienvenida nuestro párroco, D. Tomás Pajuelo acompañado por algunos miembros de nuestra comunidad parroquial.
Puntualmente, a la 12 h., a los sones de la canción "Dios está aquí", entonada por el coro del grupo de post-comunión de la parroquia, que amenizó con sus alegres cantos toda la celebración, comenzaba la Santa Misa.
Tras la Liturgia de la Palabra D. Juan José Asenjo pronunció una preciosa y profunda homilía en la que, dirigiéndose especialmente a los hermanos que hoy iban a recibir la gracia del Espíritu Santo, hizo un recorrido por los distintos Sacramentos que se iban a impartir.
Así, a Cristina, que iba a recibir instantes después el Bautismo, la Confirmación y por vez primera la Eucaristía, la felicitó por la meditada decisión que había tomado y la invitó a tener plena conciencia de que estaba viviendo el día mas importante de su vida.
En lo que respecta al Sacramento de la Confirmación les recordó a los confirmandos que éste no era un punto final en su crecimiento como cristianos. Mas bien, al contrario. La Confirmación supone un punto de inicio en el proceso de maduración de la Fe en el que toda la comunidad parroquial juega un papel importante ya que entre todos tenemos que ayudarlos a integrarse en alguno de los grupos de la parroquia donde puedan llevar a cabo ese proceso de crecimiento.
D. Juan José, aseveró que la gracia del Espíritu Santo que hoy iban a recibir conllevaba un acercamiento a Jesús. Un Jesús que había sido el personaje histórico más importante habido nunca. Pero un Jesús, que, lejos de ser un personaje histórico que habría muerto como todos los demás, y del que muchos despistados aún buscan su tumba, resucitó y está vivo entre nosotros, en la Palabra, en los hermanos y, sobre todo, en la Eucaristía, la cual debe ser el centro de nuestra vida.
Asimismo, él señor obispo se dirigió a los confirmandos para hacerles ver que con el Sacramento de la Confirmación se incrementa en ellos la integración en la Iglesia Universal de la que forman parte. Les pidió que se sintieran orgullosos de su Iglesia y de su Parroquia y que fueran fieles a la misión de apostolado que recibían con la Confirmación.
Nuestro pastor finalizó su homilía elevando a la Virgen María su plegaria por Cristina y todos los demás confirmandos, invitando a todos los presentes a tener siempre presente a la Madre de nuestro Señor, de la que dijo, "el amor hacia Ella es garantía de salvación".
Posteriormente se vivieron los momentos mas emocionantes de la mañana. D. Tomás presentó a Cristina al señor obispo el cual procedió al Bautizo de nuestra nueva hermana. A continuación, nuestro párroco presentó a los confirmandos y se llevó a cabo la invocación del Espíritu Santo y la unción del Santo Crisma en el Sacramento de la Confirmación.
Tras dos horas de intensa celebración, que ni mucho menos se hicieron largas, terminó la Santa Misa con palabras de agradecimiento de D. Juan José y de D. Tomás y con una simpática invitación por parte del señor obispo a nuestro párroco al enriquecimiento de nuestro retablo con algunos motivos religiosos al que D. Tomás respondió que ya estaba el proyecto en marcha.
Para finalizar, en el patio de la parroquia, se celebró un ágape con todos los hermanos confirmados, padrinos y familiares.
A eso de las 11'45 h. llegaba a nuestra iglesia parroquial D. Juan José Asenjo acompañado por nuestro Vicario Parroquial D. Francisco Roldán. En la puerta le esperaba para darle la bienvenida nuestro párroco, D. Tomás Pajuelo acompañado por algunos miembros de nuestra comunidad parroquial.
Puntualmente, a la 12 h., a los sones de la canción "Dios está aquí", entonada por el coro del grupo de post-comunión de la parroquia, que amenizó con sus alegres cantos toda la celebración, comenzaba la Santa Misa.
Tras la Liturgia de la Palabra D. Juan José Asenjo pronunció una preciosa y profunda homilía en la que, dirigiéndose especialmente a los hermanos que hoy iban a recibir la gracia del Espíritu Santo, hizo un recorrido por los distintos Sacramentos que se iban a impartir.
Así, a Cristina, que iba a recibir instantes después el Bautismo, la Confirmación y por vez primera la Eucaristía, la felicitó por la meditada decisión que había tomado y la invitó a tener plena conciencia de que estaba viviendo el día mas importante de su vida.
En lo que respecta al Sacramento de la Confirmación les recordó a los confirmandos que éste no era un punto final en su crecimiento como cristianos. Mas bien, al contrario. La Confirmación supone un punto de inicio en el proceso de maduración de la Fe en el que toda la comunidad parroquial juega un papel importante ya que entre todos tenemos que ayudarlos a integrarse en alguno de los grupos de la parroquia donde puedan llevar a cabo ese proceso de crecimiento.
D. Juan José, aseveró que la gracia del Espíritu Santo que hoy iban a recibir conllevaba un acercamiento a Jesús. Un Jesús que había sido el personaje histórico más importante habido nunca. Pero un Jesús, que, lejos de ser un personaje histórico que habría muerto como todos los demás, y del que muchos despistados aún buscan su tumba, resucitó y está vivo entre nosotros, en la Palabra, en los hermanos y, sobre todo, en la Eucaristía, la cual debe ser el centro de nuestra vida.
Asimismo, él señor obispo se dirigió a los confirmandos para hacerles ver que con el Sacramento de la Confirmación se incrementa en ellos la integración en la Iglesia Universal de la que forman parte. Les pidió que se sintieran orgullosos de su Iglesia y de su Parroquia y que fueran fieles a la misión de apostolado que recibían con la Confirmación.
Nuestro pastor finalizó su homilía elevando a la Virgen María su plegaria por Cristina y todos los demás confirmandos, invitando a todos los presentes a tener siempre presente a la Madre de nuestro Señor, de la que dijo, "el amor hacia Ella es garantía de salvación".
Posteriormente se vivieron los momentos mas emocionantes de la mañana. D. Tomás presentó a Cristina al señor obispo el cual procedió al Bautizo de nuestra nueva hermana. A continuación, nuestro párroco presentó a los confirmandos y se llevó a cabo la invocación del Espíritu Santo y la unción del Santo Crisma en el Sacramento de la Confirmación.
Tras dos horas de intensa celebración, que ni mucho menos se hicieron largas, terminó la Santa Misa con palabras de agradecimiento de D. Juan José y de D. Tomás y con una simpática invitación por parte del señor obispo a nuestro párroco al enriquecimiento de nuestro retablo con algunos motivos religiosos al que D. Tomás respondió que ya estaba el proyecto en marcha.
Para finalizar, en el patio de la parroquia, se celebró un ágape con todos los hermanos confirmados, padrinos y familiares.
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