Rogatorias

Buscar...

Categorías

Archivo de noticias

24/12/08

Enmanuel, ¡Dios con nosotros!

Natividad del Señor

Lecturas:

->Medianoche: Isaías 9, 1-3.5-6 // Salmo 95 // Tito 2, 11-14 // Lucas 2, 1-14 

->Día 25: Isaías 52, 7-10 // Salmo 97 // Hebreos 1, 1-6 // Juan 1, 1-18 

Esta noche mágica, este día de la Navidad, celebramos que:

Hace muchos siglos, cuando las noches eran interminablemente largas
y la luz del día se resistía aparecer en el horizonte.
Cuando los hombres dejaron de darse la mano
y de ofrecerse, los unos a los otros, como ayuda en el camino.

Hace muchos siglos, cuando las injusticias
se desplegaron como un inmenso paraguas
sobre los más pobres y necesitados.
Cuando miles de hombres miraban hacia el cielo
esperando respuestas que, a pie llano, se les negaba.
Hace muchos siglos se comenzó a hablar del Nacimiento de un Niño
Un Niño que, con rostro de humano, sería semblante de Dios
Un Niño que, al venir, cumpliría promesas, deseos y sueños de la humanidad
Un Niño que, cuando vino, convirtió el mundo en un remanso de paz
Un Niño que, cuando apareció, se vio el brillo de la bondad
Un Niño que, cuando nació, vino con un corazón rebosante de paz
Con unas manos llenas de amor
Con miradas y llantos con sabor a Dios.

Hace muchos siglos, en Belén, en el silencio
el amor habló de una forma infinitamente humilde:
¡Dios se hizo hombre!
El cielo se rebajo a nivel de la tierra
La humildad asomó por todos sus costados
El perdón y la paz, alcanzó a toda buena voluntad

Pero, hoy, al igual que entonces
Dios sigue naciendo en el pesebre de cada persona
Dios flota en las aguas del Misterio
Una VIDA NUEVA emerge vigorosa y con sabor a cielo
Una ilusión llama a la puerta de nuestra tristeza de nuestro desencanto
¡ES NAVIDAD!
Y, como aquella primera Navidad de hace 20 siglos,
el cielo regala abundancia de dones
lo celestial nos contagia la alegría que el mundo nos arrebata
la Morada de Dios nos llena, con impulsos de una humanidad nueva.
¡ES NAVIDAD!
No dejéis que corra más el tiempo:
¡Viene el Señor!
Y, cuando viene el Señor, lo hace en silencio y sin ruido
Saldrá de unas entrañas virginales, de Aquella que dijo “SI”
Y, crecerá, al amparo de la sabiduría y entereza de un tal José
¡Viene el Señor! ¡Es Navidad!
Lo grande, no tiene cabida en Belén; ahí triunfa lo pequeño
El Amor, tiene música y partitura propia: Dios nos ama
Lo viejo pasa y comienza lo nuevo; Dios en persona amanece
Un gran regalo se nos ofrece; una vida estremecida y humillada
Es regalo de Dios; ofrenda para todos y cada uno de los hombres
Entre maderas vendrá el Señor
Y, en dos maderos, se irá el Señor
En tablas viene el amor,
Crucificado entre tablas, nos vendrá la Redención
En silencio, nacerá Dios
En silencio, se nos irá el Señor
Pero, mientras tanto, ¡Es Navidad!
Fuente inagotable de lo que nunca se agota en Dios: el AMOR
Gracia que recompensa toda espera: EL AMOR DE DIOS
Fuego que nunca podrá apagarse: EL AMOR DE DIOS
Paz y amor reverberando: EL AMOR DE DIOS
Caricia de Dios al hombre: EL AMOR DE DIOS
Beso de Dios a nuestro barro: EL AMOR DE DIOS
Reparto de fe y de esperanza: EL AMOR DE DIOS
Contagio de fraternidad y alegría: EL AMOR DE DIOS
¡ES NAVIDAD! ¡DIOS BAJA A LA TIERRA!


Esta es la realidad que hoy celebramos. Durante cuatro semanas nos hemos preparado para que en este día sea una realidad en nuestras vidas el nacimiento de Cristo.

Es cierto que hoy rememoramos el hecho histórico del nacimiento del Hijo de Dios, hace 2008 años, en Belén de Judea. En un tiempo concreto, en un lugar real, en un pueblito pequeño y en medio de una gente que pudo constatar el nacimiento de aquel niño en un portal.

Para nosotros es mucho más, es el nacimiento real de Cristo Salvador, en nuestra vida concreta de hoy. Que la Gracia de Dios habite en nosotros, que nos llenen de paz, de amor, de familia, de fe.

Como párroco y pastor del Beato Álvaro de Córdoba os deseo de todo corazón una Feliz Navidad un próspero año nuevo.

¡Que el Niño Dios nacido en Belén os colme de su paz, amor y bendición a todas las familias de nuestro barrio!

A veces nosotros mismos oscurecemos la navidad con nuestros egoismos y pecados por eso sintamos la llamada apremiante del Señor que nace a hacerlo presente con la luz de nuestras obras y de nuestro testimonio coherente de fe. Ojalá cada uno de nosotros fuéramos una colgadura andante que proclamara: Enmanuel, ¡Dios con nosotros! Dios está en medio del mundo.

Tomás Pajuelo. Párroco

0 comentarios:

Publicar un comentario

Desde la afinidad o la discrepancia, pero siempre con respeto, te animamos a participar.

Por unas mínimas bases de hermandad, afecto y consideración, los comentarios anónimos inapropiados serán borrados.