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6/12/09

Preparad el camino del Señor

2º DOMINGO DE ADVIENTO

Lecturas: Baruc 5, 1-9 // Salmo 125 // Filipenses 1, 4-6,8-11 // Lucas 3, 1-6

Queridos hermanos y hermanas en el Señor:

San Juan Bautista. Gentile da Fabriano. 1400La figura esencial de este domingo de adviento es san Juan Bautista. Es la voz que grita en el desierto: “preparad el camino al Señor”. San Juan Bautista dedicó toda su vida pública a ir anunciando y preparando la llegada del Mesías, del Salvador. Lo anuncia en el desierto, en las ciudades, en los caminos. Él predica la inminencia de su venida, ya está aquí el enviado de Dios, el Hijo de Dios que viene a Salvarnos. Muchos escucharon a Juan y se convirtieron, pidieron perdón por sus pecados y quisieron recibir al Mesías, de hecho, alguno de sus discípulos se unió al grupo de los apóstoles de Jesús, porque le reconocieron como el Mesías predicado por Juan. Hoy también se nos anuncia: “Viene el Mesías, preparad vuestros corazones a su presencia”.

San Bernardo Abad, en uno de sus sermones de adviento decía:
«Conocemos tres venidas del Señor. Además de la primera y de la última, hay una venida intermedia. Aquéllas son visibles, pero ésta no. En la primera el Señor se manifestó en la tierra y vivió entre los hombres, cuando -como él mismo dice- lo vieron y lo odiaron. En la última contemplarán todos la salvación que Dios nos envía y mirarán a quien traspasaron. La venida intermedia es oculta, sólo la ven los elegidos, en sí mismos, y gracias a ella reciben la salvación. En la primera el Señor vino revestido de la debilidad de la carne; en esta venida intermedia viene espiritualmente, manifestando la fuerza de su gracia; en la última vendrá en el esplendor de su gloria

Esta venida intermedia es como un camino que conduce de la primera a la última. En la primera Cristo fue nuestro redentor; en la última se manifestará como nuestra Vida; en esta venida intermedia es nuestro descanso y nuestro consuelo.

Jesús nos dice en el Evangelio: “El que me ama guardará mi palabra; mi Padre lo amará y vendremos a fijar en él nuestra morada.”

Ojalá, escuchemos esta palabra, dejemos que venga el Señor a morar en nosotros. Que este tiempo de adviento sea de verdad preparar la venida del Señor a nuestras vidas, a nuestra existencia. Que no desaprovechemos el tiempo, preparemos nuestros corazones, nuestros pensamientos y llenemos de Gracia nuestras vidas.

Oigamos hoy la llamada de S. Juan Bautista: “Preparad el camino al Señor”. De ésta manera, como nos dice hoy la carta de S. Pablo a los Filipenses, llegaremos al día de Cristo, limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús, a gloria y alabanza de Dios.

Esta es la tarea del adviento, de nuestras semanas de preparación a la venida interior de Cristo. Tarea de limpiar, purificar, convertir nuestros corazones. Que Dios Todopoderoso, nos conceda vivir alertas y vigilantes este tiempo santo de Adviento. Que Dios os bendiga.

Tomás Pajuelo. Párroco

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