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2/2/09

Celebración del Jubileo de San Pablo

El pasado sábado la Real Iglesia de San Pablo estuvo abarrotada de fieles del Arciprestazgo de Ciudad Jardín para la celebración del Jubileo por el 2000 aniversario del nacimiento del "apostol de los gentiles".

Desde mucho tiempo antes de que comenzara la celebración se formaron largas colas en los confesionarios del templo de personas deseosas de estar en gracia de Dios tal y como se establece para poder ganar la indulgencia plenaria.

La Eucaristía fue concelebrada por todos los sacerdotes del Arciprestazgo y presidida por su Arcipreste, D. Tomás Pajuelo, participando en la liturgia fieles de cada una de las parroquias que integran el Arciprestazgo.

D. Tomás, incidió en su homilia en que hay que tomar conciencia del carácter de comunidad de todos los fieles cristianos y profundizar en el espíritu de unidad entre todos ellos para así poder ser fieles al mandato evangélico de "predicar el Evangelio" con nuestro testimonio fraterno, tal y como San Pablo pedía a sus primeras comunidades.

La ceremonia concluyó con el rezo de la "Oración al Apostol San Pablo por el Año Paulino" y un cántico a la Virgen María.








9 comentarios:

  1. Quisiera hacer un comentarío o plantear una duda nuestro nuevo sacerdote D.Emiliano Nguema, y es el siguiente:
    No comprendo cuando en sus sermones nos dice cosas como que los abuelos no pertenecen al nucleo familiar, o que sólo somos hijos de Dios los que estamos bautizados (los demás, no)
    poner ejemplos para una misa de niños de 7 y 8 años "que entra una persona en el templo y pone a matar a personas indiscriminandamente..." reiterandolo varias veces hasta que algunos niños se ven afectados

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  2. Creo que esas dudas se las podría haber preguntado directamente a D. Emiliano. No me parece la forma más correcta.
    No soy la más indicada a contestar, pero me veo en la obligación.
    Que el bautismo nos hace hijos de Dios lo dice el catecismo de la Santa Madre Iglesia.
    Respecto al ejemplo del que habla, es el que puso el día de la conversión de san Pablo. San Pablo perseguía y mataba a los cristianos, hasta que se convirtió. Es que esa es la verdad y no otra. Tampoco creo que los niños se impresionen tanto (Cualquier videojuego de los que tienen ahora impresiona más y no nos asustamos).
    De lo que comenta de los abuelos, la verdad es que nunca lo he escuchado, y suelo ir todos los domingos a misa de 12:00.
    De todos modos desde esta página puede contactar tanto con el párroco como con el vicario para cualquier duda. Estoy segura que le aclararían cualquier duda encantados.

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  3. 1.- Creo que el tono y la forma de plantear tus "dudas" no son afortunadas; más cuando tienes a tu disposición un correo electrónico en el que seguro nuestro vicario respondería a cualquier duda sobre el sentido de sus palabras que pudiera planteársele.
    2.- A mí desde pequeño me enseñaron eso de que por la Fe y el Bautismo nos hacemos hijos de Dios y miembros de su Iglesia. Así lo recogen los catecismos y los manuales que utilizamos hoy en catequesis. Supongo que estará sobradamente fundamentada esa afirmación (doctores tiene la iglesia...), tan sólo recuerdo ahora la cita de Jn, 1-12: "Pero a todos los que la recibieron (la Palabra), a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios". No dice que todos seamos hijos de Dios, sino que todos los que creen en su Nombre por la Palabra pueden serlo.
    3.- "Anonimo1", sacas de contexto la referencia a San Pablo antes de su conversión que se hizo en la homilía. Quiso recalcarles a los niños la magnitud de su cambio de vida, de perseguidor a perseguido. Esos niños reciben a todas horas del día a través de los medios de comunicación, violencia en un grado infinitamente mayor que el que puede desprenderse de las palabras de un sacerdote en una homilía hablando de la persecución que sufrían los cristianos. Persecución, por cierto que hoy en día sufren hermanos nuestros en todo el mundo (en la India, en Irak,...) sin que nos afecte lo más mínimo. Creo que has valorado mal el alcnce de estas palabras.
    4.- Insinuar que se predica que los abuelos no son de la familia roza ya lo jocoso, por no decir que da pena.
    Espero que este comentario se trate de un malentendido y no oculte aviesas intenciones como realmente parece.

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  4. Querido Darío, estoy seguro de que habrás interpretado mal a la persona que comenta anónimamente en el comentario de las 13:45. Sinceramente no creo que tenga esas intenciones.

    La verdad es que eso de los abuelos no se lo he oido nunca a D. Emiliano, porque además se cargaría el cuarto mandamiento: "Honrarás a tu padre y a tu madre", así que sin duda debe ser un malentendido.

    En cuanto a lo de ser Hijos de Dios, eso no es cualquier cosa y viene bien saber y recordar esos conceptos básicos porque muchas veces somos adultos personal, profesional y familiarmente pero seguimos siendo niños en la fe. Para eso está este sitio web, para formarnos y, con ayuda de Dios y de la oración, procurar hacer esa fe adulta y fecunda en obras.

    Reconozco que cuando hace dos domingos D. Emiliano puso ese ejemplo a mí también me chocó un poco hasta que lo situé en el contexto que lo habéis hecho vosotros, y quizá esta persona pudo sentir que a lo mejor eso podía impresionar a sus hijos o a alguno de los pequeños que pudiera haber. A los míos no les ha afectado, que yo sepa, pero es comprensible.

    Personalmente pienso, y alguna vez lo he compartido, que a los niños (y a los adultos) de hoy día se les/nos edulcora mucho la vida, utilizando palabras que pretenden suavizar u ocultar lo que no puede ni quizá deba ser ocultado. Quiero decir que, sin herir la sensibilidad de nadie, nuestra fe es clara al respecto y no deberíamos llevarnos a engaño con cuestiones como que si mueres en pecado mortal vas al infierno. Y eso hay que saberlo desde niños. Yo lo supe y nunca hirió mi sensiblidad. Curiosamente nunca me he movido por ese temor, pero nunca lo he ignorado. En definitiva, que soy partidario de tanta claridad y la sinceridad como sea posible, adaptada lógicamente a la sensibilidad de las personas, pero no edulcorada.

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  5. En primer lugar, como miembro del equipo encargado de esta web, agradecer a todos, y en especial a Anónimo 1º, su comentario. Uno de los objetivos de este sitio es posibilitar que los fieles expresen sus pareceres, siempre desde el respeto. Pienso sin embargo que al ser cosas muy concretas y concernientes a una persona en concreto, quizás hubiese sido más adecuado escribirle directamente a D. Emiliano (cosa que también posibilita esta web) para que aclarara personalmente sus cuestiones.

    En cuanto a su comentario en sí, decirle que yo asisto normalmente a la misa dominical de 12 y no recuerdo el comentario referente a los abuelos. En cualquier caso imagino que se deberá a un malentendido que seguro que D. Emiliano no tendría inconveniente en aclarar.

    En lo referente a los efectos del Bautismo, decirle lo que viene recogido en el número 1265 del Catecismo de la Iglesia Católica; que el bautismo hace al neófito hijo adoptivo de Dios.

    Por último decir que quizás resultara un poco "chocante" el ejemplo puesto para que los niños entendieran la conversión tan radical que se produjo en San Pablo, pero no creo que fuera para escandalizarse, máxime cuando, tristemente, en cualquier informativo, en cualquier serie de televisión o en los mismos dibujos animados que están al alcance de cualquier niño y de cualquier edad en todas las televisiones se desprende muchas más violencia de que la pudiese suscitar ese comentario.

    Saludos.

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  6. Me gustaría poder decir una cosa:
    Creo que hay temas que no son para hablarlos a través de una página web, ya que ésta es muy fría al querer explicar sentimientos e ideas. Es tan fría que no nos podemos ver.
    Creo que las cosas hay que hablarlas directamente con las personas y no darle tanto bombo al asunto.
    Creo que a veces nuestros comentarios (y también el mío, por supuesto) nos hacen caer en la tentación de la soberbia y de la falta de caridad.
    Gracias.
    Un feligrés del Beato Álvaro de Córdoba.

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  7. No coincido con el principio de tu comentario, estimado feligrés. En mi experiencia, una página web es tan fría o tan cálida como aquellos que participan en ella hagan que sea. Es cierto que no es igual de sencillo para todas las personas expresar sus sentimientos y emociones por escrito; como tampoco es fácil interpretar lo que una persona ha querido decir de esa forma, pero partimos de que esta página web es (quiere ser) un punto de encuentro, de comunión parroquial, no sólo un tablón de anuncios o una biblioteca de contenidos formativos, que también; como dice el título y a ello nos encomendamos en su momento delante del Sagrario y con la bendición de D. Tomás, es un modo de acercarnos todos los feligreses a la Parroquia. Nuestro párroco lo dice mucho mejor que yo en su bienvenida.

    Lo que creo que sucede es que nos cuesta a todos participar y expresar nuestros sentimientos y opiniones porque tenemos miedo a la impresión que podemos causar ya que por escrito no podemos matizar y reforzar nuestras expresiones con gestos y movimientos visuales, como lo hacemos en persona.

    Pero no debemos olvidar, o al menos yo no lo hago, que los que leemos, escribimos y en definitiva participamos, lo hacemos desde el sentimiento de hermandad, tratando de ser humildes aunque a veces no se consiga, y a la vez -sobre todo los que participamos con una mayor frecuencia- lanzándonos al ruedo de compartir nuestros pensamientos a riesgo de ser ridiculizados, malinterpretados o incluso de estar equivocados o ser soberbios. Querido hermano, no es esa nuestra intención.

    Personalmente acojo tu comentario con esa humildad, como una llamada a mejorar, pero no dejo de invitarte a participar en mayor medida a tí y a cuantos puedan leer estas líneas, para hacer de esta página un lugar cálido, de acogida, reconfortante, animado, divertido y sobre todo y si es posible, que nos ayude en nuestra conversión y contribuya a acercar aunque sea poquísimo la venida del Reino de Dios.

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  8. no perdeis mas el tiempo?

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  9. Querido hermano del primer comentario, agradezco mucho tus comentarios sobre su persona, pero creo que te enteraste mal sobre el ejemplo que dí, hablando de la conversión de S. Pablo, si quieras te remito a la carta a los Gálatas donde el apóstol mismo cuenta su vida antes de la conversión. Yo jamás podría decir palabras encontra de los mayores, yo los admiro siempre por la fe que tienen en nuestro Señor Jesucristo. Lo referente al tema de bautismo, te remito al catecismo de la Iglesia católica. Si quieres puedes pasar al despacho parroquial y te aclararé cualquier duda que tengas.

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Desde la afinidad o la discrepancia, pero siempre con respeto, te animamos a participar.

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